jueves, 31 de diciembre de 2009

Bon Jovi - Livin' On A Prayer

Si, entiendo, me puse un poco pesadito con el tema pero bien lo vale (por lo menos para mí), siempre termino el año escuchando Bon Jovi y para cambiar todavía hay tiempo...... este año finaliza igual..... mas de Bon Jovi. El video original del tema... nos vemos en el 2010.... prometo cambiar .... de tema...

Jorge


Bon Jovi - Live Living on a Prayer 1986

Un excelente tema, de mi gran Banda Bon Jovi, para terminar el año, Living on a Prayer 1986

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Los cuatro grandes errores - dos


La fórmula más general que subyace a toda religión y a toda moral dice: «Haz esto y aquello, no hagas esto y aquello - ¡así serás feliz! En otro caso... »
Toda moral, toda religión es ese imperativo, -yo denomino el gran pecado original de la razón, la sinrazon inmortal. En mi boca esa fórmula se transforma su contraria -primer ejemplo de mi «transvaloración de todos los valores»: un hombre bien constituido, un «feliz», tiene que realizar ciertas acciones y recela instintivamente de otras, lleva a sus relaciones con los hombres y las cosas el orden que él representa fisiológicamente.
Dicho en una fórmula: su virtud es consecuencia de su felicidad ... Una vida larga, una descendencia numerosa no son la recompensa de la virtud, la virtud misma es, más bien, aquel retardamiento del metabolismo que, entre otras cosas, lleva también consigo una vida larga, una descendencia numerosa, en suma el cornarismo. -La Iglesia y la moral dicen: «una estirpe, un pueblo se arruinan a causa del vicio y del lujo».
Mi razón restablecida dice: cuando un pueblo sucumbe, cuando degenera fisiológicamente, tal cosa tiene como consecuencia el vicio y el lujo (es decir, la estímulos cada vez más fuertes y frecuentes, como los que conoce toda naturaleza agotada). Este joven se vuelve prematuramente pálido y mustio. Sus amigos dicen: de ello tiene la culpa esta y aquella enfermedad.
Yo digo: el hecho de que se haya puesto enfermo, el hecho de que no haya resistido a la enfermedad fue ya consecuencia de una vida empobrecida, de un agotamiento hereditario. El lector de periódicos dice: con tal error ese partido se arruina. Mi política superior dice: un partido que comete tales errores está acabado -ya no posee su seguridad instintiva.
Todo error, en todo sentido, es consecuencia de una degeneración de los instintos, de una disgregación de la voluntad: con esto queda casi definido lo malo (das Schlechte) - Todo lo bueno es instinto Y, por consiguiente, fácil, necesario, libre. El esfuerzo es una objeción, el dios es típicamente distinto del héroe (en mi lenguaje: los pies ligeros, primer atributo de la divinidad)
Friedrich Nietzsche
Trad. A. Sánchez Pascual

Los cuatro grandes errores - uno

Error de la confusión de la causa con la consecuencia. -No hay error más peligroso que confundir la consecuencia con la causa: yo lo, llamo la auténtica corrupción de la razón. Sin embargo, ese error es uno de los hábitos más viejos y más jóvenes de la humanidad: entre nosotros está incluso santificado, lleva el nombre de «religión», de «moral».

Toda tesis formulada por la religión y la moral lo contiene; los sacerdotes y los legisladores morales son los autores de esa corrupción de la razón. -Voy a aducir un ejemplo: todo el mundo conoce el libro del famoso Cornaro, en el que éste recomienda su escasa dieta como receta para una vida larga y feliz -también virtuosa. -Pocos libros han sido tan leídos, todavía hoy se lo imprime anualmente en Inglaterra en muchos miles de ejemplares.

Yo no dudo de que es difícil que un libro (exceptuada, corno es obvio, la Biblia) haya causado tanto daño, haya acortado tantas vidas como esta curiosa obra, tan bien intencionada. Razón de eso: la confusión de la consecuencia con la causa. Aquel probo italiano veía en su dieta la causa de su larga vida: cuando en realidad la condición previa de una vida larga, la lentitud extraordinaria del metabolismo, el gasto exiguo, era su escasa dieta.

El no era libre de comer poco o mucho su frugalidad no era una «voluntad libre»: se ponía enfermo cuando comía más. Pero, a quien no sea una carpa, comer normalmente no sólo le viene bien, sino que le es necesario. Un docto de nuestros días, con su gaste de fuerza nerviosa, se arruinaría con el régime de Cornaro. Crede experto.-

http://www.nietzscheana.com.ar/

Friedrich Nietzsche



Sólo mediante el olvido de este mundo primitivo de metáforas, sólo mediante el endurecimiento y petrificación de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imágenes que surgen de la capacidad originaria de la fantasía humana, sólo mediante la invencible creencia en que este sol, esta ventana, esta mesa son una verdad en sí, en resumen: gracias solamente al hecho de que el hombre se olvida de sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con cierta calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque sólo fuese un instante, fuera de los muros de esa creencia que lo tiene prisionero, se terminaría en el acto su “conciencia de sí mismo”.

martes, 29 de diciembre de 2009

El aguila, el cuervo y el pastor

Lanzándose desde una loma, un águila arrebató y se llevo a un corderito.

La vio un cuervo y tratando de imitar al águila o de sorprender a los granjeros, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.

Viendo el pastor lo que sucedía, atrapó al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus hijos.

Le preguntaron sus hijos acerca del tipo de pajaro que era ese, su papá les respondió:

-Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.

Moraleja
Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no intentes mentir o engañar a los demás fingiendo algo que no eres

http://fabulasconmoraleja.blogspot.com/

El picador de piedra

Cuenta la leyenda que un humilde picador de piedra vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día expresó en voz alta su deseo y cuál fue su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad: se había convertido en un rico mercader.

Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró de que debido a su condición se había creado muchos enemigos y sintió miedo.

Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así que quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.

Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó: "él si que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡ Quiero ser el sol !".

Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le gustaría ser.

Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ ella sí que es realmente fuerte: quiero ser una roca ! Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.

Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Ceremonia recurrente


El animal totémico con sus uñas de luz,los ojos que junta la oscuridd debajo de la cama,el ritmo misterioso de tu respiración, la sombraque tu sudor dibuja en el olfato, el día ya inminente.

Entonces me enderezo, todavía batido por las aguas del sueño, vuelvo de un continente a medias ciego donde también estabas tú pero eras otra, y cuando te consulto con la boca y los dedos, recorro el horizonte de tus flancos (dulcemente te enojas, quieres seguir durmiendo, me dices bruto y tonto, te debates riendo, no te dejas tomar pero ya es tarde, un fuego de piel y de azabache, las figuras del sueño) el animal totémico a los pies de la hogueracon sus uñas de luz y sus alas de almizcle.
Y después despertamos y es domingo y febrero.


Julio Cortázar
http://www.vivir-poesia.com

viernes, 25 de diciembre de 2009

Paco de Lucia - Entre dos aguas (1976)



www.youtube.com/watch?v=2oyhlad64-s

Leyenda China



—Tal día dice Meng Hsie tal cosa, y al día siguiente dice lo contrario —comentaban los mandarines—. Es imposible que ambas sean verdaderas. ¿Quién hace caso del anciano cuando le flaquea el entendimiento?


Algunos fueron a contarle al maestro lo que decían de él tanto los innovadores como los mandarines. Él se limitó a reír. Y como sus seguidores le demandaban una explicación, dijo:


—La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras, hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas.


Y por mucho que insistieron, los discípulos no consiguieron sacarle un palabra más.



Leyenda China Hermann Hesse (1959)


http://elmistico.com.ar


miércoles, 23 de diciembre de 2009

Kamikaze - La Reina del Rock & Roll

La presentación de Kamikaze 3, en el auditorio Buenos Aires, de la calle Florida (creo), yo estuve allí, cerca de mi profe Martín (un grande)..... Kamikaaaaze, Aguante Kamikaaaaaze!!


www.youtube.com/watch?v=a9t2k23anwY

martes, 22 de diciembre de 2009

APLASTAMIENTO DE LAS GOTAS


Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo,afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea,ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.

Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada,una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida,brotan en el marco y ahí mismo se tiran,me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.


La fuerza interior


Los seres humanos nos crecemos antes las adversidades. Está claro. Lo hemos comprobado en múltiples ocasiones. En terremotos, en maremotos, en ciclones arrasando poblaciones enteras, en incendios, en huracanes, en desastres ecológicos, etc. etc.

Hay una parte de nosotros, que viene de muy adentro, que no sabe de idiomas, de razas, de credos, de estatus social, ni de belleza ni de fealdad. Hay un resorte natural que nos empuja a entregarnos y ser útil y nos prestamos a la ayuda desinteresada y nos solidarizamos con la causa común, donde el voluntariado se convierte en ese elemento que nos distingue y nos hace especiales. Esa fantástica capacidad de respuesta.

¿De qué sustancia estamos creados? Cuál es ese idioma que tenemos en común, reconocible por todos, donde las palabras no importan, donde existe la sincronización, la espontaneidad, donde fluye el esfuerzo hacia el objetivo final que las circunstancias nos demandan.

El trabajo en equipo, como las hormiguitas, las abejas, colaborando unidos donde el impulso interior hace que se desencadenen ciertas fuerzas internas y veamos el resultado final.

Cuando llega el descanso, y nos miramos unos a otros y vemos el resultado de nuestra acción. El trabajo desinteresado se convierte en adoración. La entrega total. No sabemos qué es, pero nos hemos soltado, hemos fluido en la entrega. Somos inexpertos, tímidos, y nos miramos unos a otros tratando de saber qué nos está ocurriendo, y al crearse esa mágica simbiosis, nos deleitamos en esa nueva sensación de amor fraternal.

Esa fuerza interior ha derribado los barrotes de nuestra cárcel interior donde el ego tiene establecido su dominio y hemos vislumbrado la libertad que viene de darnos, de entregarnos, libres y sin temores.

He tenido esa sensación muchas veces en mi vida, y la sigo teniendo, y he de confesar que ese sentimiento de unidad con otras personas donde ha imperado la entrega desinteresada y el compartir un fin común, tiene mucho poder. Sientes que estás unido por algo que no ves pero que te tiene atrapado. Vayas donde vayas, sigue estando ahí. Y sientes cómo la gracia te dirige, te protege, te lleva por senderos ocultos en tu interior y va abriendo caminos insondables. Y quieres dar, comunicar, expresar, pero descubres que eres limitado en palabras. Y solo queda un recurso. Presenciar el poder del amor, cautivándote, enamorándote, y a tu servicio. Sólo puedes dejarte llevar, fluir con la corriente, abandonarte a tu condición de ser humano y experimentar la fuerza interior.

http://lacomunidad.elpais.com

Fuerza Interior

Yo te puedo encontrar en la alta noche
suspendido en la cima de mi sueño,
tu silencio de sangre como espuma
llegará hasta la orilla de mi cuerpo.
Yo te puedo encontrar calladamente
en la profunda forma del vacío,
yo te puedo encontrar bajo mis párpados
con la luz transparente del sentido.
Yo te puedo encontrar bajo mis dedos
en la forma secreta de las cosas,.
en la tranquila redondez del fruto
y en la piel sonrosada de las rosas.
Yo te puedo sentir desde mi alma
habitando las torres de mis venas;
al ,abrir los balcones de mis ojos
mirarte convertido en una estrella.
Yo te escucho en la música del tiempo
por la prisa del aire repetida,.
yo sé que tu palabra es una nota
en la cumbre del cielo suspendida.
Yo te puedo seguir por tu perfume
caminando entre nardos y jazmines;
yo conozco tu voz aunque me llenen
el espacio de flautas y violines.
Yo te puedo encontrar atado al llanto
por la tibia razón de mi tristeza,
yo te puedo encontrar entre mi sangre
por el ritmo sonoro de mis venas...

http://desdelalma.net/

sábado, 19 de diciembre de 2009

Ni mártir ni verdugo


Busco guerra en la paz, paz en la guerra,
el sosiego en la acción y en el sosiego
la acción que labra el soterraño fuego
que en sus entrañas bajo nieve encierra

nuestro pecho. Rodando por la tierra
al azar claro del destino ciego
vida en el juego y en la vida juego
buscando voy. Pues nada más me aterra

que tener que ser águila o tortuga,
condenado a volar o bajo el yugo
del broquel propio a que no cabe fuga,

y pues a Dios entre una y otra plugo
dar a escoger a quien sudor enjuga
ni mártir quiero ser ni ser verdugo.


Miguel de Unamuno

viernes, 18 de diciembre de 2009

El dixieland

Es un estilo del jazz en el cual los instrumentos, improvisa varias líneas melódicas que contrastan, apoyado por una sección del ritmo que marca claramente el golpe y proporciona un fondo de acordes.

Después del período de la guerra civil (1861-65), liberaron a los afro-americanos del sur de esclavitud. En New Orleáns el dixieland, fue el ultimo estilo de música negra que surgió de la mezcla de la música Africana y Europea. Muchos negros comenzaron a formar grupos y tocaron en muchas ocasiones, como en acontecimientos de la iglesia, los desfiles, las celebraciones, y los entierros. Usaban el estilo vocal "natural" africano con las estructuras rítmicas complejas.

En 1900, los pequeños grupos eran de 5 a 8 músicos, consistieron generalmente en tres instrumentos Los instrumentos a solas incluyeron la trompeta, el clarinete, y el trombón. La trompeta tocaba generalmente la melodía principal, el clarinete la segunda parte improvisada sobre la pieza de la trompeta, y el trombón agregó la impulsión rítmica. Los sincopados y la independencia rítmica de los instrumentos melódicos crearon un sentido maravilloso del entusiasmo.

Las bandas que actuaban en los salones de los bares tocaban improvisando, inventando la música según iban actuando. El tempo variaba mucho según iban actuando. Los músicos jugaban con las notas de la melodía y añadían contra melodías.

La sección del ritmo marcó claramente el golpe y con tal que un fondo de acordes para apoyar los tres instrumentos a solas. Esta sección consistió en generalmente en guitarra, tambores, tuba, y a veces un piano. El bajo de la secuencia y el saxofón fueron agregados más adelante durante los años 20.

Las consonancias del jazz de New Orleáns fueron conocidos como marchas, melodías de la iglesia o canciones populares.

Nueva Orleáns fue un lugar salvaje, tenían un barrio de burdeles (Storyville), donde los músicos tacaban. Estos grupos también, iban a menudo a través de la ciudad de New Orleáns, montados en carros. La gente atraída por la música, caminaba cerca del grupo.

En los 40 el dixieland, adquirió en New York gran popularidad. Los solistas eran célebres personajes como Jack Teagorden, miembro de “All Stars” de Louis Armstrong, verdaderos ídolos.

Desde 1932, Eddie Condon abriría su mítico club que serviría como pórtico y centro de reunión de los músicos que tocaban un jazz afín al suyo. “El Condon’s” abierto en el 47 de Wes 3rd Street, fue durante mucho tiempo el mas perseverante club de jazz de New York después del “Village Vanguard” y escenario de los mejores momentos.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El Poder del Amor


El poder de la fuerza del Amor, es tal vez la mayor energía vital que moviliza a toda la creación de este planeta, el principal tema es como usar esa energía.

La literatura, la música, el cine y hasta los pasajes bíblicos están llenos de contenidos dedicados al amor, al amor a una pareja, al amor a los hijos, al amor a los padres, a los hermanos, a la familia, al prójimo, a la vida, a Dios, a los animales, a las plantas, al dinero, al poder y a todo lo que tu imaginación pueda suponer que sería digno de amor.

El amor, se supone que te llena de felicidad, otros opinan que te llena de dolor, algunos que es el mejor estado que pude experimentar un ser humano y otros que es el mayor estado de vulnerabilidad de una persona. Algunos lo buscan desesperadamente y otros lo evitan con la misma desesperación de los primeros.

Muchas veces confundido con el romanticismo, o la pasión sexual, representado por un corazón, o una rosa, expresado en algún poema, en una mirada, en un gesto, en una caricia, en una simple carta o en la letra de una canción el amor tiene un enorme poder en nuestras vidas.

El mayor acto de amor que tiene la cristiandad, es que Dios entregó a su propio hijo al calvario, para demostrarnos su enorme amor.
El amor tiene el poder de convertirse en motor de nuestros actos, justificativo de nuestras mejores intenciones y de nuestras peores miserias humanas, por amor se han construido ciudades y por amor se han desatado guerras, por amor se ha venerado a alguien y también se ha matado a alguien y en muchos otros casos hasta el suicidio se hace en nombre del amor, entonces el poder del amor, es algo positivo o negativo para nuestras vidas?

La respuesta a esa pregunta esta dentro de nosotros mismos, por que somos nosotros los que tenemos el poder de dar amor, asimismo también somos los mayores demandadores de amor de todos los que nos rodean. Pero aquí está la clave del poder del amor, cuando brindamos amor nos sentimos felices, pero si NO nos brindan amor nos sentimos desdichados, desvalorados y por consiguiente no somos felices. Entonces que podemos hacer para que el enorme poder del amor actué en beneficio de nuestras vidas? La respuesta es contundente, brinde amor y no espere que nadie lo ame.


martes, 15 de diciembre de 2009

Solo a sí mismo



La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero.
Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin, viscosidades y cáscaras de huevo de un mundo primordial.
Alguno no llega jamás a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga.
Otro es hombre de medio cuerpo arriba, y el resto, pez. Pero cada uno es un impulso de la Naturaleza hacia el hombre. Todos tenemos orígenes comunes: las madres;
todos nosotros venimos de la misma sima, pero cada uno –tentativa e impulso desde lo hondo- tiende a su propio fin.
Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno.



Demian

Hermann Hesse

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lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Culpable o inocente?


Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuro un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas posibilidades de escapar al terrible veredicto ¡¡la horca!!

El Juez, que también formaba parte del complot, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado: Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de él tu destino, vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tu escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino.

Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda de “culpable”… La pobre víctima aun sin conocer los detalles se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados, éste respiró profundamente quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente. Pero ¿qué hizo ? ¿Y ahora ? ¿Cómo vamos a saber el veredicto?

Es muy sencillo, respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué .

Con rezongas y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestar. La creatividad le dio la vida.

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domingo, 13 de diciembre de 2009

Un puente para la reconciliación


Dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto, el primero que tenían después de 40 años compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.

Todo comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de uno de los hermanos. Al abrirla, encontró a un hombre con herramientas de carpintero que le dijo: “Estoy buscando trabajo, tal vez pueda ayudarlo en alguna pequeña reparación en su granja”.

-Sí, dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted. Mire, al otro lado del arroyo, en aquella granja, ahí vive mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros hasta que él desvió el cauce del arroyo para separar nuestras tierras. Con esa actitud está tratando de enfurecerme, pero no sabe la que le espera. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una valla de dos metros de alto para no verlo nunca más.

El carpintero le dijo: “Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos, la pala para hacer los hoyos de los postes y haré un trabajo que lo dejará satisfecho.”

El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca de la caída del sol, cuando el granjero regresó, el carpintero ya había terminado su trabajo. El hermano mayor se quedó boquiabierto. No había ninguna valla de dos metros; en su lugar había un puente. Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte.

En ese momento su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: “Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que te he dicho y hecho”.

A continuación el carpintero tomó sus herramientas y dijo: ”Me gustaría quedarme, pero tengo muchos puentes por construir”.

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sábado, 12 de diciembre de 2009

Fulanos de Nadie


www.youtube.com/watch?v=pcm4PPEZLBQ

Siddharta


"No, un auténtico buscador, alguien que realmente deseara encontrar, no podía aceptar doctrina alguna. Pero, el que ha encontrado sí puede adoptar cualquier doctrina, todas, todos los caminos y objetivos..."


"La sabiduría no es comunicable. La sabiduría que un sabio trata de comunicar a otros suena siempre a locura...No bromeo, te digo lo que he encontrado. El saber puede comunicarse, pero la sabiduría no. Es posible encontrarla, vivirla, dejarse llevar por ella, y hasta hacer milagros con ella, pero comunicarla y enseñarla es imposible..."


"Y he aquí una doctrina de la que vas a reírte: el amor, Govinda, me parece la cosa más importante que existe. Analizar el mundo, explicarlo o despreciarlo acaso sea la tarea principal de los grandes filósofos. Yo en cambio lo único que persigo es poder amar al mundo, no despreciarlo, no odiarlo a él ni odiarme a mí mismo, poder contemplarlo -y con él a mí mismo y a todos los seres- con amor, admiración y respeto..."


Siddharta Hermann Hesse

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El Lobo Estepario


-¡Ah- confesé-, ya no lo sé yo mismo! He estudiado, hecho música, he leído libros, he escrito libros, he viajado...


-¡Vaya ideas raras que tienes de la vida! De modo que has hecho siempre cosas difíciles y complicadas y las más sencillas ni las has aprendido. ¿No has tenido tiempo? ¿No has tenido ganas? Bueno, por mí... Gracias a Dios no soy tu madre. Pero hacer como si hubieses gustado la vida por completo sin encontrar nada en ella, no, a eso no hay derecho.


-No me riña usted- supliqué-. Ya sé que estoy loco.


-Anda ya; no me vengas con historias. ¡Qué vas a estar loco, señor profesor! lo que me resultas es demasiado cuerdo.


—Por lo general, los animales son tristes— continuó—. Y cuando un hombre está muy triste, no porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo, cómo es la vida entera y está justamente triste, entonces se parece un poco a un animal; entonces tiene un aspecto de tristeza, pero es más justo y más hermoso que nunca. Así es, y ese aspecto tenías, lobo estepario, cuando te vi por primera vez.


—Quizá sea verdad— exclamé violento—, pero con tales verdades como la de que todos tenemos que morir en plazo breve y, por tanto, que todo es igual y nada merece la pena, con esto se hace uno la vida superficial y tonta. ¿Es que hemos de prescindir de todo, de renunciar a todo espíritu, a todo afán, a toda humanidad, dejar que siga triunfando la ambición y el dinero y aguardar la próxima movilización tomando un vaso de cerveza?



El Lobo Estepario Hermann Hesse

http://elmistico.com.ar

martes, 8 de diciembre de 2009

Esa visible oscuridad. Memoria de la locura.


Styron, siente la necesidad de "formular una enérgica protesta de la palabra depresión". Melancolía sería "una palabra mucho más apta y sugerente para las formas más funestas del trastorno " ( p. 63 ). Explica cómo nuestra sociedad necesita desterrar tanto éste como otros "ásperos vocablos antiguos: ...insanía, melancolía, lunático, locura". El subtítulo de esta obra se justifica más adelante cuando afirma que "no se dude jamás que la depresión, en su forma extrema es locura" (p.75), coincidiendo con lo que ya dejara escrito Cervantes en el últimocapítulo de su Quijote, con palabras puestas en boca de Sancho : "La mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir , sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía".
A pesar de la dificultad de la tarea, el autor es capaz de encontrar los términos más sugestivos que poco a poco conforman la experiencia depresiva: "Mi malsana tristeza...; una marea tóxica e inenarrable...; una forma de tormento...; un trance de malestar supremo...; el desvalido estupor...; la vejación del insomnio...; una forma de repudio, derivado del autoaborrecimiento (distintivo señero de la depresión) ...; ese lóbrego y tenebroso talante del color del verdín...; el cataclismo inmediato que conmovía mi ser...; esa voz de viejo(...) la voz de la depresión...; mi asedio...; la espiral descendente ; inmensa y dolorida soledad...; una tormenta de tinieblas...; gris llovizna de horror...; la muerte soplaba sobre mí en frías ráfagas; la desolación..; el horror, como una niebla compacta y venenosa...; se ha desvanecido cualquier sentimiento de esperanza, toda idea de futuro...; es desesperación lo que apabulla el alma...; una situación de herido ambulante (...) que vive pegado a su lecho de clavos dondequiera que vaya (... ) moviéndose de tortura en tortura..; ordalías indistinguibles de nebuloso horror...; este suplicio sin fondo...; un simulacro de todo el mal de nuestro mundo...; la desesperación más allá de la desesperación.

Como J.A. Vallejo-Nágera apuntaba en su excelente obra de divulgación "Ante la depresión", uno de los sufrimientos añadidos que tiene la experiencia depresiva es la dificultad de ser comprendido por sus familiares y amigos. La lectura de este libro despertará en la mayoría de los médicos lectores, psiquiatras incluidos, la terrible sospecha de hasta qué punto, los que nos consideramos conocedores de la enfermedad por nuestra experiencia profesional, nos encontramos aún demasiado alejados de la vivencia del paciente gravemente deprimido y de su más terrible consecuencia: la inevitable idea del suicidio como único remedio que ponga término a un sufrimiento insoportable y sin esperanza. Pocas veces encontraremos reflexiones más certeras sobre el pensamiento suicida en tan breve espacio como cuando analiza (caps. II y III) los casos de otros escritores cercanos a él o de figuras conocidas, como Primo Levi. La narración de su camino hacia la certeza de su propio suicidio (cap.VI) será mucho más esclarecedora sobre los mecanismos de la ideación suicida que la mayor parte de los manuales de psiquiatría. También podrá echar uz sobre muchas de las dudas que nos plantea la atención de los pacientes deprimidos: ¿Por qué, con tanta frecuencia, poco antes del suicidio han estado en la consulta de un médico?. Si le pregunto si está considerando la idea del suicidio ¿avivaré en él la idea de hacerlo?.

Especialmente descorazonadoras, y aleccionadoras, para nuestra profesión son algunos de sus comentarios sobre los médicos y los tratamientos con los que fue teniendo contacto. Desde los médicos de confianza que le prescribieron negligentemente sedantes potencialmente peligrosos y le permitieron consumirlos en dosis excesivas, hasta el psiquiatra de prestigio que, armado de la psicoterapia, pretende enfrentarse a la fase avanzada de la depresión y le desaconseja el ingreso en el hospital, que a la larga se reveló como su "salvación", un lugar de "aislamiento y seguridad". La Terapia de Grupo y la Terapia del Arte con los pacientes ingresados merecen sus más irónicas palabras. La desesperante lentitud de los fármacos antidepresivos en el inicio de sus efectos terapéuticos y sus efectos secundarios se nos muestran como nuevas torturas que se añaden a las que ya padece el enfermo.
Styron pide para los pacientes depresivos una consideración similar que la que se dispensa al paciente terminal, erradicando cualquier reproche hacia su conducta -de la que no son más responsables que un canceroso de su tumor- y rechaza el tratamiento cicatero de los síntomas de angustia y del insomnio "un rasgo particularmente devastador de la depresión (...) la más angustiosa de todas las perturbaciones de la vida vegetativa", como venía sucediendo con el uso de la morfina hasta ahora mismo.
Como en el verso de Baudelaire, tras la lectura de este libro tal vez podamos decir: "He sentido el viento del ala de la locura". A pesar de la dificultad de la tarea, el autor es capaz de encontrar los términos más sugestivos que poco a poco conforman la experiencia depresiva.

http://www.fisterra.com/

Esa visible oscuridad



"Desde la antigüedad -en el torturado lamento de Job, en los coros de Sófocles y Esquilo- los cronistas del espíritu humano han venido forcejeando con un vocabulario que pudiera dar expresión adecuada a la desolación de la melancolía".

Este párrafo de la obra de Willian Styron describe toda la dificultad que encierra la tarea de poner en palabras una de las experiencias más devastadoras que puede apoderarse de cualquiera de nuestros pacientes, ... o de nosotros mismos. Este escritor de éxito, más conocido en nuestro país por ser el autor de "La decisión de Sophie", padeció una crisis de depresión severa entre 1985 y 1986, cuando contaba sesenta años.


En algo más de cién páginas consigue transmitirnos las difusas sensaciones que atenazan el ánimo depresivo, describe la mayoría de sufrimientos que se ven obligados a soportar minuto a minuto sin la esperanza de una mejoría o de un tratamiento que ponga fin a su dolor psíquico.

Una cuidada traducción logra hacernos llegar un relato de la evolución de la enfermedad sobrio pero, al mismo tiempo, rico en matices expresivos, no en vano nos hallamos ante la narración en primera persona de un escritor de oficio.



lunes, 7 de diciembre de 2009

Simulación de la locura

Goethe, en su Werther inmortal, hace exclamar a su personaje, molestado por la burguesa normalidad de Alberto: -"¡Oh, hombres, cómo sois! ¿por qué fatalidad no podéis hablar de una cosa cualquiera sin pronunciar en seguida las palabras: eso es una locura... ? ¿Qué significa eso? ¿Conocéis al por menor todos los detalles de la acción que juzgáis? ¿Habéis escudriñado, seguido en su desarrollo, los motivos que la han originado? ¡Ah! si lo hubierais hecho, no pronunciaríais con tanta precipitación vuestros juicios".
Y cuando Alberto le observa que un hombre arrastrado por sus pasiones pierde toda su libertad para reflexionar, y debe considerársele como si estuviera ebrio o atacado de locura, Werther le contesta: -"¡Ja! ¡Ja! ¡Heos ahí!, personajes razonables. ¡Pasión, embriaguez, locura! Armados con vuestra severa gravedad permanecéis, en esos casos, impasibles e inquebrantables, y como hombres morales reprobáis al ebrio, rechazáis al loco, seguís vuestro camino, y dais gracias a Dios como el fariseo, porque no os ha hecho semejante a uno de ellos.
Yo me he embriagado más de una vez, mis pasiones no han estado nunca lejos de la demencia, y no me arrepiento ni de lo uno, ni de lo otro. He aprendido a conocer como todos los hombres extraordinarios, como todos los que han hecho alguna cosa sublime, algo que parecía imposible a los ojos del vulgo, todos los que se han distinguido del común de los otros, todos, repito, han sido calificados y tenidos por la mayor parte de las gentes, por ebrios o por mentes locas.
Y en la misma vida ordinaria, ¿no causa indignación al oír decir, al ver ejecutar una acción noble, generosa y extraordinaria?: ¡Ese hombre está borracho; ese hombre es un loco! ¡Ruborizaos gentes sobrias y prudentes! ¡Ruborizaos, sabios de la tierra!".

De esa manera han sido sucesivamente considerados locos todos -grandes o pequeños- cuantos desviáronse de las rutas señaladas por la rutina. No entremos aquí a discutir las relaciones entre el genio y la locura; para Lombroso son de causalidad, para nosotros de coexistencia. Recordando que muchos hombres geniales fueron considerados por su ambiente como locos, preferimos juzgar a los genios por sus doctrinas, como si hubieran sido normales, aunque algunos de ellos no lo fueron.

Hoy mismo quien saliera a la calle y se propusiera demostrar a los transeúntes que la organización social presente podrá modificarse en sentido más favorable al bienestar de todos los seres humanos, tendría la certidumbre de que el noventa y nueve por ciento de los transeúntes le llamaría loco . Difícilmente uno por cada cien meditaría sobre la posibilidad de que tuviese razón en lo que dice; acaso muy pocos concibieran que alguna vez la sociedad puede modificarse. Sin embargo, ninguna verdad hay más segura que la evolución eterna, en sociología como en todo.

No sabríamos cerrar mejor este capítulo que recordando una breve parábola de Leopoldo Lugones, concordante con lo dicho acerca de la reacción del ambiente contra los individuos diferenciados de la masa.
Hela aquí:
"Una oveja de manso carácter preguntó a un carnero de buen juicio:
-¿Qué es un loco?
El carnero, después de haber significado hasta tres veces consecutivas su grave preocupación frontal, por medio de tres movimientos pendulares de la cabeza, respondió:
-Loco es todo aquel que no es carnero.
La oveja reflexionó con mesura en lo hondo de su mollera:
-¡Qué lindo es ser loco!
El carnero añadió:
-Ser loco es una cosa detestable.
La oveja pensó:
-Ser loco es no ser carnero.
El carnero, que sabía su tanto de latín de Nebrija, prescribió:
- Ne varietur...
A lo cual, la oveja no supo, en verdad, qué contestar".
Simulación de la locura / 1903
José Ingenieros (1877-1925)
Octava edición, texto revisado por el autor; Buenos Aires,
Talleres Gráficos Argentinos, 1918.

Desequilibrio mental simulado



Trátase de un matemático alemán, descollante en el mundo intelectual por la originalidad de su talento múltiple y por su vasta ilustración. En el vestir se caracteriza por un negligé que, a fuerza de haber sido intencional, se ha convertido ya en hábito involuntario. Por temporadas es poco ordenado en su trabajo intelectual e irregular en su ritmo de vida. Causeur , interesante por todos conceptos. Sus funciones psíquicas son normales: lo anormal en él, refiérese a la exteriorización aparente y voluntaria de su actividad: "se hace el loco", en una palabra.

Rodeado desde su juventud por una justa aureola de estimación intelectual, dio en simular originalidades de carácter, permitiéndose desdeñar la hipocresía social difundida en el ambiente. En breve consiguió que se le tuviera por un "alocado", cuyo talento es disculpa suficiente para toda clase de originalidades espontáneas o voluntarias.
Para integrar algunos de los estudios requeridos por el presente trabajo, le consultamos en busca de datos o indicaciones bibliográficas. Enterado de la idea y de nuestro plan, nos dijo, confiando en nuestra amistosa discreción:
-No se les ocurra descubrirnos a los que nos fingimos locos para tener prerrogativas sobre los demás en la lucha por la vida...
José Ingenieros (1877-1925)
Simulación de la locura / 1903

domingo, 6 de diciembre de 2009

El sufrimiento - parte 2

La filosofía nos enseña que nuestro dolor no es sólo personal, que hay razones que no son individuales y que estructuran nuestro dolor. Esto nos permite participar y comprender en alguna medida los infortunios que padecen los demás, aprender de su experiencia y ofrecer nuestra propia experiencia a los otros. "Estando tú mismo lleno de llagas, eres médico de otros", escribe Eurípides. La idea de que sufrir también es tener la oportunidad de comprender el infortunio de los otros repugna a nuestro individualismo, y en particular a los filósofos del egoísmo, que enseñan a encontrar la mejor manera de salvarse solo. Sin embargo, no es extraña al budista, que no se siente separado de las demás personas ni de los que vienen en pos de él.

Filosofamos porque sufrimos, porque entristecemos y nos angustiamos. Los problemas desentierran al filósofo que todos llevamos dentro. Aún quien no sabe que filosofa, filosofa cuando sufre. El budismo y el estoicismo son dos filosofías que enseñan a adaptarse a los cambios. "¿Hay algo en el mundo que esté al abrigo de los cambios? La tierra, el cielo, toda la inmensa máquina del universo no están exentos de cambios", escribe Séneca.

Ambas filosofías enseñan también a soportar el dolor, contentarse con lo que se tiene y desarrollar la virtud más allá de las contingencias de la suerte, que en un abrir y cerrar de ojos puede quitarnos los bienes que nos procuró. Si somos virtuosos, diría un estoico, es decir, si somos justos y por tanto vivimos procurando no hacer daño a los demás y protegiendo a quienes debemos amparar, si tenemos inteligencia práctica (phrónesis) y sabemos actuar convenientemente en cada momento, si somos valientes y podemos escapar al puro juego de los instintos desarrollando nuestra capacidad de vencer el miedo y tolerar la adversidad, si somos moderados y por tanto no compramos placeres al precio de dolores, si somos humildes y tenemos consciencia de los límites de nosotros mismos, hay un bien crucial que el sufrimiento no puede quitarnos.

Sin embargo, un virtuoso oprimido por terribles desgracias difícilmente pueda vivir muchos momentos de alegría. Los estoicos más extremos postularon que sí, que el sabio puede ser feliz porque es autónomo y posee la virtud, aquello que nadie le puede arrebatar. Al igual que el Job bíblico, Estilpón pierde a su mujer y a sus hijos, su ciudad es tomada por asalto, pierde su casa y se exilia en la soledad. Demetrio le pregunta si no ha perdido nada y él responde: "Todos mis bienes están conmigo".

Un estoico extremo lleva intactas sus riquezas a través de las villas incendiadas; en lo esencial se basta a sí mismo y ésa es la medida de su felicidad. En contraste con esta perspectiva, Platón, Aristóteles y estoicos como Séneca postularon una variante más moderada y razonable, poniéndole límites a la esfera de la virtud: nadie puede ser feliz en el contexto de terribles desgracias; si bien la virtud es lo más importante, también es necesaria la salud y son necesarios los bienes materiales y el reconocimiento de los demás. Sin embargo, de esto no se sigue que la dicha sea sinónimo de prosperidad.

El bienestar incluye necesariamente el dolor y la existencia de problemas, y el sabio será feliz aún si le faltan los bienes externos. ¿Cómo aceptar el dolor? Del mismo modo que se habla, se camina, se construye una casa o se maneja una computadora: aprendiendo. La virtud no es un don de la naturaleza: se aprende, se entrena y se enseña.

Quienes no están habituados a enfrentar problemas o a sentir dolores, a menudo ceden ante el más ligero contratiempo. Las primeras grandes desgracias (aún cuando irrumpan en una edad muy avanzada) con frecuencia son las peores, de allí que tantos adolescentes se suiciden por faltarles familiaridad con el dolor. Quienes se han habituado a las adversidades suelen soportarlas con mayor firmeza y valentía. Con los años solemos adquirir cierta capacidad para defendernos de la angustia, lo que no significa que seamos insensibles a ella ni que necesariamente la padezcamos con menor intensidad.

El sufrimiento enseña a enfrentar las desgracias. Hay quien lamenta no poder soportar un golpe más en un cuerpo marcado por el dolor, y hay quien puede enfrentar con valor la más absoluta de las adversidades. "No hay como perderse para hacerse baquiano", dice un proverbio popular de buen sentido común o buena opinión (doxa), que para Platón era el primer paso hacia la sabiduría. Virtud significa fuerza, no insensibilidad.

Acabamos de perder a un ser querido, sentimos que todo se derrumba y que jamás volveremos a ser dichosos. Cuando el dolor nos oprime el pecho, lo mejor que podemos hacer es gritar y llorar todo lo que sea necesario. Al cabo de tres meses, de siete meses o de un año, descubrimos que la alegría vuelve a ser posible. Hemos sido valientes porque no nos hemos paralizado frente a la desesperación, hemos sobrevivido con firmeza de alma, paciencia y perseverancia.

Artes del buen vivir

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viernes, 4 de diciembre de 2009

Sufrimiento

"Nadie me parece más desgraciado que el que nunca experimentó una desgracia. Piensa que entre los males que parecen tan terribles, no hay ninguno que no podamos vencer; ninguno sobre el cual no hayan triunfado los grandes hombres.

¡Sepamos triunfar también nosotros sobre algo!"

(Séneca)

La vida revela, incluso a los más afortunados, la experiencia del sufrimiento. Hay quienes están más protegidos contra el riesgo de padecer sufrimientos, y las condiciones socioeconómicas son un reaseguro contra gran cantidad de riesgos. Sin embargo, nadie está a salvo del dolor. Quien teme los dolores, teme lo que necesariamente habrá de alcanzarlo, tarde o temprano. Cuando alguien sufre y exclama: "¿Por qué tuvo que pasar esto?", nos muestra su consternación y el sinsentido del mal. Cuando alguien sufre y exclama: "¿Por qué tuvo que pasarme esto a mí?" nos muestra el lugar accidental -y no necesario- que le asignamos al dolor en nuestra vida. Nadie exclama "¿Por qué tuvo que pasarme esto a mí?"

cuando gana la lotería. Sentimos que el placer nos corresponde naturalmente.

El sufrimiento, en cambio, limita nuestras expectativas futuras o las suprime dolorosamente. Se vincula con la pretensión de poseer por completo algo que está sujeto al cambio, que es la forma más general de ser de todos los objetos y fenómenos. Reduce nuestra capacidad de obrar y, en situaciones extremas, se impone con tal fuerza que nos oprime el corazón y nos produce una feroz cerrazón en la garganta.

Algunas religiones juzgaron que el dolor es un castigo que infligen los dioses, análogo al castigo que el padre inflige al hijo. En contraste con esta perspectiva, es posible pensar que el sufrimiento no es un desvío en la fluida autopista del placer sino su contracara. En el contexto de la filosofía china, el tandem placer-dolor constituye un juego de opuestos más de los que rigen la armonía de todo lo existente.

Día y noche, femenino y masculino, frío y caliente, placer y dolor. Sufrimos porque hemos gozado. No como castigo por haber gozado. Si hemos de gozar, tendremos que saber que estaremos más expuestos al sufrimiento. Lao-Tzé lo dijo así: "Sólo reconocemos el mal por comparación con el bien". Y Platón en el Fedón: "¡Qué extraña cosa, amigos, parece ser eso que los hombres llaman placer! ¡Cuán admirablemente está relacionado por naturaleza con lo que parece ser su contrario, el dolor! No quieren presentarse los dos juntos en el hombre, pero si alguien posee uno de ellos, casi siempre está obligado a poseer también el otro, como si estuvieran atados por una sola cabeza, a pesar de ser dos".

Frente a esta perspectiva, algunas filosofías -entre ellas la de los estoicos más radicales- razonaron: "Si el placer suele venir de la mano del dolor, extirpémoslo como si se tratara de un cáncer. Si no gozamos, tampoco sufriremos". Filósofos menos drásticos encontraron que esa actitud, lejos de ser prudente, es propia de insensibles.

Hay factores que contribuyen enormemente a agudizar el sufrimiento. Uno de ellos es la sorpresa. Un ser querido que jamás tuvo dolencias cardíacas muere joven de un ataque al corazón; nos echan sorpresivamente del trabajo; un amigo nos traiciona. En estos casos el sufrimiento se agudiza con la consternación, que es el sentimiento que suma la sorpresa al dolor. Un dolor sorpresivo -todos lo sabemos- suele ser mucho más agudo que un dolor anunciado. Cuando cede el asombro, el dolor pierde parte de su ferocidad.

fragmento...

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lunes, 30 de noviembre de 2009

Informe del cielo y del infierno

A ejemplo de las grandes casa de remate, el Cielo y el Infierno contienen en sus galerías hacinamientos de objetos que no asombrarán a nadie, porque son los que hay en las casas del mundo. Pero no es bastante claro hablar sólo de objetos: en esas galerías también hay ciudades, pueblos, jardines, montañas, valles, soles, lunas, vientos, mares, estrellas, reflejos, temperaturas, sabores, perfumes, sonidos, pues toda suerte de sensaciones y de espectáculos nos depara la eternidad.

Si el viento ruge, para ti, como un tigre y la paloma angelical tiene, al mirar, ojos de hiena, si el hombre acicalado que cruza por la calle, está vestido de andrajos lascivos; si la rosa con títulos honoríficos, que te regalan, es un trapo desteñido y menos interesante que un gorrión; si la cara de tu mujer es un leño descascarado y furioso: tus ojos y no Dios, los creó así.

Cuando mueras, los demonios y los ángeles, que son parejamente ávidos, sabiendo que estás adormecido, un poco en este mundo y un poco en cualquier otro, llegarán disfrazados a tu lecho y, acariciando tu cabeza, te darán a elegir las cosas que preferiste a lo largo de tu vida. En una suerte de muestrario, al principio, te enseñarán las cosas elementales. Si te enseñan el sol, la luna o las estrellas, los verás en una esfera de cristal pintada, y creerás que esa esfera de cristal es el mundo; si te muestran el mar o las montañas, los verás en una piedra y creerás que esa piedra es el mar y las montañas; si te muestran un caballo, será una miniatura, pero creerás que ese caballo es un verdadero caballo. Los ángeles y los demonios distraerán tu ánimo con retratos de flores, de frutas abrillantadas y de bombones; haciéndote creer que eres todavía niño, te sentarán en una silla de manos, llamada también silla de reina o sillita de oro, y de ese modo te llevarán, con las manos entrelazadas, por aquellos corredores al centro de tu vida, donde moran tus preferencias. Ten cuidado. Si eliges más cosas del Infierno que del Cielo, irás tal vez al Cielo; de lo contrario, si eliges más cosas del Cielo que del Infierno, corres el riesgo de ir al Infierno, pues tu amor a las cosas celestiales denotará mera concupiscencia.

Las leyes del Cielo y del Infierno son versátiles. Que vayas a un lugar o a otro depende de un ínfimo detalle. Conozco personas que por una llave rota o una jaula de mimbre fueron al Infierno y otras que por un papel de diario o una taza de leche, al Cielo.

de Silvina Ocampo
de "La Furia", © Editorial Sur, 1959

El Mal

Una noche rodearon la cama contigua con biombos. Alguien explicó a Efrén que su vecino estaba agonizando. Ese vecino perverso no sólo le había robado la manzana que estaba sobre la mesa de luz, sino el derecho a gozar de la protección de esos biombos, en cuya otra faz había seguramente pintadas flores y figuras de querubes. Esta circunstancia oscureció la alegría de Efrén. Asimismo, con sábanas y frazadas para cubrirse, estaba en el paraíso. Veía de soslayo la luz rosada de los ventanales. De vez en cuando le daban de beber; tenía conciencia del alba, de la mañana, del día, de la tarde y de la noche, aunque las persianas estuvieran cerradas y que ningún reloj le anunciara la hora. Cuando estaba sano solía comer con tanta rapidez que todos los alimentos tenían el mismo sabor. Ahora, reconocía la diferencia que hay hasta en los gustos de una naranja y de una mandarina. Apreciaba cada ruido que oía en la calle o en el edificio, las voces y los gritos, el ruido de las cañerías, de los ascensores, de los automóviles, de los coches de caballos que pasaban. Cuando sentía necesidad de orinar tocaba el timbre; mágicamente aparecía una mujer, con blancura de estatua, trayendo un florero de vidrio que era una suerte de reliquia y esa misma mujer, con ojos etruscos y uñas de rubí, le ponía enemas o lo pinchaba con una aguja como si cosiera un género precioso.

Una caja de música no era tan musical, el pecho de una santa o de un ángel tan buenos como la almohada donde recostaba la cabeza. Cosquilleos agradables le corrían por la nuca, bajaban por la columna vertebral a las rodillas. Pensaba: era la primera vez que podía pensar: "Qué precio tiene un cuerpo. Vivimos como si no valiera nada, imponiéndole sacrificios hasta que revienta. La enfermedad es una lección de anatomía." Soñaba: era la primera vez que podía soñar. Juegos de billar, una pipa, el diario leído minuciosamente, viajes breves, mujeres que le sonreían en un cinematógrafo, una corbata roja, lo deleitaban. En sus delirios tenía presencias del futuro; las visitas de los domingos, que se enteraron de su don, acudían al hospital para acercarse a su cama y oír las predicciones.

Advirtió que los biombos no rodeaban la cama del vecino, sino la suya, y quedó complacido.
Los pies ya no le dolían de tanto caminar, ni la cintura de tanto estar agachado, ni el estómago de pasar tanta hambre. Divisaba el patio con palmeras y palomas, en cada ventanal. El tiempo no pasaba porque la felicidad es eterna.

Los médicos dijeron que iban a salvarlo. Retiraron los biombos con flores y querubes. A su juicio, los médicos eran bribones. Saben dónde se aloja la enfermedad y la manejan a su gusto. El organismo tal vez oye los diálogos que rodean la cama de un enfermo. Efrén tuvo pesadillas por culpa de esos diálogos.

Soñó que para ir al trabajo tomaba un colectivo y después de sentarse advertía que el colectivo no tenía ruedas, que bajaba del colectivo y tomaba otro que no tenía motor y así sucesivamente hasta que se hacía de noche.

Soñó que estaba en la peletería, cosiendo pieles; las pieles se movían, gruñían. Al cabo de un rato, en el cuarto donde trabajaba, varias fieras, con aliento inmundo, le mordían los tobillos y las manos. Al cabo de un rato, las fieras hablaban entre ellas. El no entendía lo que decían porque hablaban en un extraño idioma. Comprendía finalmente que iban a devorarlo.
Soñó que tenía hambre. No había nada que comer; entonces sacaba del bolsillo un trozo de pan tan viejo que no podía morderlo con los dientes; lo remojaba en agua, pero continuaba igual; finalmente, cuando lo mordía, sus dientes quedaban dentro del único pan que había conseguido para alimentarse. El camino hacia la salud, hacia la vida, era ése.

El organismo de Efrén, que era fuerte y astuto, buscó un lugar en sus entrañas para esconder el mal. Ese mal era una fortuna: con subterfugios, encontró manera de conservarlo el mayor tiempo posible. De ese modo Efrén durante unos días, con el sentimiento de culpa que inspira siempre el engaño, volvió a ser feliz. La hermana de caridad le hablaba de sus hijos y de su mujer, inútilmente. Para él, ellos estaban dentro de la libreta del pan o de la carne. Tenían precio. Costaban cada día más.

Sudó, se agachó, sufrió, lloró, caminó leguas y leguas para conseguir la tranquilidad que ahora querían arrebatarle.

de Silvina Ocampo
de "La Furia", © Editorial Sur, 1959

domingo, 29 de noviembre de 2009

Decir que no

Ya lo sabemos
es difícil
decir que no
decir no quiero

ver que el dinero forma un cerco
alrededor de tu esperanza
sentir que otros
los peores
entran a saco por tu sueño

ya lo sabemos
es difícil
decir que no
decir no quiero

no obstante
cómo desalienta
verte bajar de tu esperanza
saberte lejos de ti mismo

oírte
primero despacito
decir que sí
decir sí quiero
comunicarlo luego al mundo
con un orgullo enajenado

y ver que un día
pobre diablo
ya para siempre pordiosero
poquito a poco
abres la mano

y nunca más
puedes
cerrarla.
Mario Benedetti
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KISS - FOREVER

sábado, 28 de noviembre de 2009

Te Quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Mario Benedetti

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HALLA EN LA CAUSA DE SU AMOR TODOS LOS BIENES



Después que te conocí,
todas las cosas me sobran:
el sol para tener día,
abril para tener rosas.
Por mi bien pueden tomar
otro oficio las auroras,
que yo conozco una luz
que sabe amanecer sombras.
Bien puede buscar la noche
quien sus estrellas conozca,
que para mi astrología
ya son oscuras y pocas.
Gaste el Oriente sus minas
con quien avaro las rompa,
que yo enriquezco la vista
con más oro a menos costa.
Bien puede la margarita
guardar sus perlas en conchas,
que buzano de una risa
las pesco yo en una boca.
Contra el tiempo y la fortuna
ya tengo una inhibitoria,
ni ella me puede hacer triste,
ni él puede mudarme un hora,
El oficio le ha vacado
a la muerte tu persona:
basquiñas y más basquiñas,
carne poca y muchas faldas.
Don Melón, que es el retrato
de todos los que se casan:
Dios te la depare buena,
que la vista al gusto engaña.
La Berenjena, mostrando
su calavera morada,
porque no llegó en el tiempo
del socorro de las calvas.
Don Cohombro desvaído,
largo de verde esperanza,
muy puesto en ser gentilhombre,
siendo cargado de espaldas.
Don Pepino, muy picado
de amor de doña Ensalada,
gran compadre de doctores,
pensando en unas tercianas.
Don Durazno, a lo envidioso,
mostrando agradable cara,
descubriendo con el trato
malas y duras entrañas.
Persona de muy buen gusto,
don Limón, de quien espanta
lo sazonado y panzudo,
que no hay discreto con panza.
De blanco, morado y verde,
corta crin y cola larga,
don Rábano, pareciendo
moro de juego de canas.
Todo fanfarrones bríos,
todo picantes bravatas,
llegó el señor don Pimiento,
vestidito de botarga.
Don Nabo, que viento en popa
navega con tal bonanza,
que viene a mandar el mundo
de gorrón de Salamanca.
Mas baste, por si el lector
objeciones desenvaina,
que no hay boda sin malicias,
ni desposados sin tachas.

Francisco de Quevedo

Bad English - When I See You Smile

www.youtube.com/watch?v=J8Voyq5PCO8