sábado, 18 de abril de 2009

Heráclito de Éfeso (544-484 aprox.)


"Este mundo, el mismo para todos los seres, no lo ha creado ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que siempre fue, es y será fuego eternamente vivo, que se enciende con medida y se apaga con medida." Fr. 30

Siguiendo la tradición filosófica jónica, heráclitó ve en un elemento determinado, el arché del universo. En esté caso, el elmento es el fuego.

Para Heráclito, no solo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a él sino que el mundo entero perece en el fuego para luego renacer. He aquí la imagen del "ciclo cósmico" la que ya fuera apuntada por Anaximandro, ésto es, la antigua idea griega del "eterno retorno" (que volverá a aparecer con Platón y los estoicos), así como también la idea de un "juicio" universal. Se observa al respecto, probablemente, ciertra influencia de la astronomía caldeo-babilónica.

Pero el aporte más trascendente de Heráclito, no es esta doctrina del fuego sino sus ideas respecto a la contradicción y el Lógos. Todo está pues en constante movimento porque el mundo fuye permanentemente:

"No es posible descender dos veces al mismo río, tocar dos veces una substancia mortal en el mismo estado, sino que por el ímpetu y la velocidad de los cambios se dispers ay nuevamente se reúne y viene y desaparece." Fr. 91

Heráclito no hace otra cosa que tomar como punto de partida un dato que proviene de la experiencia. Pretener que para Heráclito no existe más que el "devenir" y no el "ser", es algo que no es posible justificar a partir de sus textos.

La estructura contradictoria de la realidad

Heráclito lleva a un extremo la doctrina jónica de los opuestos: la contradicción y la disconria están en el origen de todas las cosas: "La guerra es el padre y rey de todas las cosas" Fr. 53
Pero la contradicción, genera armonia.

El logos de Heráclito:

"Aunque el Lógos es común, la mayoria vive como si poseyese su propia inteligencia. Aunque escuchan no entiende. A ellos se les aplica el proverbio: Presentes pero ausentes. El Lógos es eterno, no lo entiende los hombres al escucharlo por primera vez ni después de que lo han oído. Los que velan tiene un cosmos único y común; los que duermen retornan al suyo propio y particular" Fr.2,34,1,89

La contradicción engendra aromonía porque hay una ley única que rige el universo, que todo lo unifica y orienta. En este sentido, la idea de Heráclito es muy audaz: afirmar que el Lógos o razón universal está también en el hombre constituyendo su propia razón. Aparece así una idea que se repetirá muchas veces a lo largo de la historia de la filosofía: el orden real coincide con el de la razón, una misma ley o razón, rige al mundo y a la mente humana.



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