domingo, 9 de mayo de 2010

La partida



Ordené que trajeran mi caballo del establo.

El sirviente no entendió mis órdenes. Así que fui al establo yo mismo, le puse silla a mi caballo y lo monté.

A la distancia escuché el sonido de una trompeta y le pregunté al sirviente qué significaba.

Él no sabía nada ni escuchó nada.

En el portal me detuvo y preguntó:

-¿Adónde va el patrón?

-No lo sé -le dije- simplemente fuera de aquí, simplemente fuera de aquí.

Fuera de aquí, nada más, es la única manera en que puedo alcanzar mi meta.

-¿Así que usted conoce su meta? -preguntó.

-Sí -repliqué- te lo acabo de decir.

Fuera de aquí, esa es mi meta.


Franz Kafka

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