domingo, 30 de diciembre de 2012

La esperanza de un sueño


Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol.

Muy cerca del camino se encontraba un chapulín. -¿Hacía dónde te diriges?, le preguntó.
Sin dejar de caminar, la oruga contestó: -Tuve un sueño, anoche soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo.
Sorprendido, el chapulín dijo mientras su amigo se alejaba: – ¡Debes estar loco!, Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? -Tú, una simple oruga! Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable.

Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto se oyó la voz de un escarabajo: -Hacía dónde te diriges con tanto empeño?
Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante: -Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo.
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: -Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa.
El se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.

Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir. No lo lograrás jamás! -le dijeron-, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. -Estaré mejor, fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.

Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos.
De pronto quedaron atónitos. Aquella concha dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta.
Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: Una mariposa.

No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría. Se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño, el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Todos se habían equivocado.
Dios nos ha creado para realizar un sueño, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo lograremos.

El éxito de la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.

http://www.encuentos.com

Bon Jovi - Have a Nice Day - Live at MSG 2008

sábado, 29 de diciembre de 2012

LA BALANZA




Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba tristeza, entró a una tienda, se acercó al dueño y de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito; con voz suave explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar, tenían siete niños y necesitaban comida.

El dueño no aceptó y le solicitó que abandonar a la tienda.

Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer rogó:

"Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda

El dueño le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.

De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchaba la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer.

El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que el se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia;

Entonces el dueño, amoscado, preguntó a la mujer:

" ¿Tiene usted una lista de compras?".

La mujer dijo: >"Si señor";

Esta bien," dijo el dueño. "Ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su lista le daré en comestibles".

La mujer titubeó por un momento y cabizbaja buscó en su cartera un pedazo de papel, escribió algo en él y lo puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza.

Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro, cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, se hundió hasta el fondo y se quedo así.

El dueño, sin dejar de mirar la balanza dijo:

"No lo puedo creer"...

El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles en el otro plato de la balanza.

La balanza no se movía, por lo que continuó poniendo más y más comestibles, hasta que se llenó.

El dueño se quedó pasmado de asombro.

Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miró todavía más asombrado....

No era una lista de compra!

Era una oración que decía:

"QUERIDO SEÑOR, TÚ CONOCES MIS NECESIDADES Y YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS"


El dueño de la tienda le entregó los comestibles que había pesado y quedó allí en silencio.

La mujer agradeció y abandonó la tienda; el cliente entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:

"Valió cada centavo de este billete; ahora sabemos cuanto pesa una oración".


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martes, 25 de diciembre de 2012

La capacidad de decir NO


Un análisis de las Cualidades Básicas de la Personalidad:

Considerando como aspectos de la Identidad, el saber quien es uno, conocerse a si mismo, vemos que su formación conlleva en si misma la construcción de una escala de valores propia.
En la escala de valores personal hay una determinada jerarquía mediante la cual cada uno tiene claro cuales son los valores primordiales, esenciales por los cuales se mueve en el mundo y cuales son los que va a necesitar de cada persona según el tipo de relación que quiera establecer con ella.
En este sentido de las personas que formen parte de sus vínculos va a necesitar tal o cual característica, tal o cual actitudes y no va a poder tolerar sus contrarias.

Así mismo se es conocedor de todos aquellos valores, aspectos, características etc. que le son importantes del otro y que no obstante puede prescindir de ellos, es decir no son de tan alta jerarquía como para ser innegociables.
Podemos ejemplificar con Eduardo: él exige de un amigo la confidencialidad como un valor innegociable y que se acuerde de su cumpleaños le es importante pero si no lo hace no va a dejar de ser su amigo.
Necesita de su pareja, si o si, tenga un carácter independiente, firmeza en sus decisiones y le gustaría que sea siempre dulce y tierna.
De sus hijos va a exigir gran voluntad para trabajar y quisiera que sean deportistas.

En cuanto a la Individuación vamos a tomar las capacidades de aceptar las diferencias de las cualidades propias con respecto a las del otro sea quien sea ese otro.

Siguiendo el ejemplo, Eduardo no va dudar ni a transigir, ni a negociar para decir
"NO cuentes" a un amigo, "NO te resuelvo ese problema con tu hermana" a su pareja, "NO te quedas durmiendo te vas a la escuela" a un hijo. Es mas, ni siquiera va a explicar por que no, ya que cuando entra explicar comienza a negociar.
Tampoco va a forzar al otro a hacer o no lo que él necesita recurriendo a distintos tipos de argumentos, presiones, rodeos. . . simplemente tras el conocimiento de que el otro no puede acceder a sus
NO sabrá que hacer según sea el tipo de relación.
En cambio va a pedir, explicando el motivo del pedido si viene al caso: a los amigos que lo saluden el día de su cumpleaños, a su pareja que le haga arrumacos y mimos frecuentemente,  a sus hijos que se anoten en el club. . .

Cada uno tiene un x números de valores innegociables, es lo mas dable que aquellos que están en un grado alto sean inamovibles, hay otros que pasan a ser negociables en otros momentos de la vida y hay algunos que son de importancia relativas y que pasan a ser fundamentales.

El poder decir no, de esta forma, lejos de dañar es una actitud de respeto hacia ese otro que como ser humano necesita que se le blanquee realmente que se espera de él.

Sobre esto nos ha llegado a nuestras manos un escrito que no queremos dejar de pasar por alto por ser sumamente clarificante de este concepto:

"En la época del Ni, hay un No.....”
Marta Chiarelli

No
No es no, y hay una sola manera de decirlo.
No.
Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos.
No, se dice de una sola manera.
Es corto, rápido, monocorde, sobrio y escueto.
No.
Se dice una sola vez,
No.
Con la misma entonación,
No.
Como un disco rayado,
No.
Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín no es No.
Un No que necesita de explicaciones y justificaciones,
no es No.
No, tiene la brevedad de un segundo.
Es un No, para el otro porque ya lo fue para uno mismo.
No es No, aquí y muy lejos de aquí.
No, no me deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas,
ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo
se pongan patas arriba.
No, es el último acto de dignidad.
No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes.
No, no se dice por carta, ni se dice con silencios,
ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha,
ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos;
ni con pena y menos aún con satisfacción.
No es No, porque no.
Cuando el No es No, se mirará a los ojos y el No se descolgará
naturalmente de los labios.
La voz del No, no es tremula, ni vacilante, ni agresiva y no deja duda alguna.
Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección del futuro.
Y sólo quien sabe decir No puede decir Sí.


Hugo Finkelstein

lunes, 24 de diciembre de 2012

Autobiografía

¿Versos autobiográficos ? Ahí están mis canciones,
allí están mis poemas: yo, como las naciones
venturosas, y a ejemplo de la mujer honrada,
no tengo historia: nunca me ha sucedido nada,
¡oh, noble amiga ignota!, que pudiera contarte.

Allá en mis años mozos adiviné del Arte
la armonía y el ritmo, caros al musageta,
y, pudiendo ser rico, preferí ser poeta.
-¿Y después?

-He sufrido, como todos, y he amado.

¿Mucho?

-Lo suficiente para ser perdonado...
Amado Nervo

jueves, 20 de diciembre de 2012

No hay camino al paraiso


Yo estaba sentado en un bar de la avenida Western. Era alrededor de medianoche y me encontraba en mi habitual estado de confusión. Quiero decir, bueno, ya sabes, nada funciona bien: las mujeres, el trabajo, el ocio el tiempo, los perros... Finalmente sólo puedes ir y sentarte atontado, totalmente noqueado, y esperar; como si estuvieses en una parada de autobús aguardando la muerte.
Bueno, pues yo estaba allí sentado y aquí entra una con el pelo largo y moreno, un bello cuerpo y tristes ojos marrones. Yo no di la vuelta para mirarla, seguí con mi vaso. La ignoré incluso cuando vino y se sentó a mi lado a pesar de que todos los demás asientos estaban vacíos. De hecho, éramos las únicas personas que había en el bar sin contar al encargado. Pidió un vino seco. Entonces me preguntó lo que estaba bebiendo.
-Escocés con agua -contesté.
-Y sírvale al señor un escocés con agua -le dijo al cantinero.
Bueno, esto no era muy normal.
Abrió su bolso, cogió una pequeña jaula, sacó de ella unos hombrecitos y los puso sobre la barra. Tenían alrededor de diez centímetros de altura, estaban apropiadamente vestidos y parecían tener vida. Eran cuatro: dos mujeres y dos hombres.
-Ahora los hacen así -dijo ella-. Son muy caros. Me costaron cerca de 2000 dólares cada uno cuando los compré. Ahora ya valen cerca de 2400. No conozco el proceso de fabricación pero probablemente sea ilegal.
Estaban paseando sobre la barra. De repente, uno de los hombrecitos abofeteó a una de las pequeñas mujeres.
-¡Tú, perra! -dijo-. No quiero saber nada más de ti.
-¡No, George, no puedes hacerme esto! -gritaba ella llorando-. ¡Yo te amo! ¡Me mataré! ¡Te necesito!
-No me importa -dijo el hombrecito, y sacó un minúsculo cigarrillo, encendiéndolo con gesto altivo-. Tengo derecho a hacer lo que me dé la gana.
-Si tú no la quieres -dijo el otro hombrecito- yo me quedo con ella, la amo.
-Pero yo no te quiero a ti, Marty. Yo estoy enamorada de George.
-Pero él es un cabrón, Anna, un verdadero cabronazo.
-Lo sé, pero lo amo de todos modos.
Entonces el pequeño cabrón se fue hacia la otra mujercita y la besó.
-Creo que se me está formando un triángulo -dijo la señorita que me había invitado al whisky–. Te los presentaré. Ese es Marty, y George, y Anna y Ruthie. George va de bajada, se lo hace bien. Marty es una especie de cabeza cuadrada.
-¿No es triste mirar todo esto? Eh... ¿Cómo te llamas?
-Dawn. Un nombre horrible, pero eso es lo que a veces les hacen las madres a sus hijos.
-Yo soy Hank. ¿Pero no es triste...?
-No, no es triste mirar todo esto. Yo no he tenido mucha suerte con mis propios amores, una suerte horrible, a decir verdad.
-Todos tenemos una suerte horrible.
-Supongo que sí. De todos modos, me compré estos hombrecitos y ahora me entretengo mirándolos, es como no tener ninguno de los problemas, pero tenerlo todo presente. Lo malo es que me pongo terriblemente caliente cuando empiezan a hacer el amor. Es la parte más difícil para mí.
-¿Son sexys?
-¡Muy, muy sexys! ¡Dios, me ponen de verdad caliente!
-¿Por qué no los pones a que lo hagan? Quiero decir, ahora mismo. Podremos mirarlos juntos.
-Oh, no se pueden manejar, tienen que ponerse a hacerlo por su cuenta.
-¿Y lo hacen a menudo?
-Oh, son bastante buenos. Lo hacen cerca de cuatro o cinco veces por semana.
Mientras tanto, ellos paseaban por la barra.
-Escucha -decía Marty-, dame una oportunidad. Sólo dame una oportunidad, Anna...
-No -decía la pequeña Anna-, mi amor pertenece a George. No puede ser de otra manera.
George estaba besando a Ruthie, acariciando sus pechos. Ruthie estaba empezando a calentarse.
-Ruthie está empezando a calentarse -le dije a Dawn.
-Sí que lo está. Está empezando de verdad.
Yo también me estaba excitando. Abracé a Dawn y la besé.
-Mira -dijo ella-, no me gusta que hagan el amor en público. Me los voy a llevar a casa y que lo hagan allí.
-Pero entonces no podré verlo.
-Bueno, sólo tienes que venir conmigo y podrás.
-De acuerdo -dije- vámonos.
Acabé mi bebida y salimos juntos. Ella llevaba a los hombrecitos metidos en la jaula. Subimos al coche y los pusimos entre nosotros en el asiento delantero. Miré a Dawn. Era realmente joven y bella. Parecía también inteligente. ¿Cómo podía haber fracasado con los hombres? Bueno, había tantos modos de fracasar unas relaciones... Los hombrecitos le habían costado 8000 dólares. Todo eso sólo para alejarse de las relaciones sexuales sin alejarse de ellas. Su casa estaba cerca de las colinas, un sitio agradable. Salimos del coche y fuimos hacia la puerta. Yo llevaba a la gentecilla en la jaula mientras Dawn abría la puerta.
-Estuve oyendo a Randy Newman la semana pasada en el Trobador. ¿Verdad que es grande? -me preguntó.
-Sí que lo es -contesté.
Entramos y Dawn abrió la jaula y los sacó y los puso sobre la mesita de café. Entonces se metió en la cocina y abrió el refrigerador y sacó una botella de vino. La trajo en compañía de dos copas.
-Perdona -dijo- pero pareces un poco chiflado. ¿En qué trabajas?
-Soy escritor.
-¿Y vas a escribir algo acerca de esto?
-Nunca se lo creerá nadie, pero lo escribiré.
-Mira -dijo Dawn- George le ha quitado las bragas a Ruthie. Le está metiendo el dedo. ¿Un poco de hielo?
-Sí, ya lo veo. No, no quiero hielo. El tipo va bien derecho.
-No sé -dijo Dawn-, pero de verdad que me excita mirarlos. Quizás es porque son tan pequeños. Realmente me calientan.
-Entiendo lo que quieres decir.
-Mira, George la está tumbando, se lo va a hacer.
-Sí, allá van.
-¡Míralos!
-¡Dios o la puta!
Abracé a Dawn. Comenzamos a besarnos. Cuando parábamos, sus ojos pasaban de mirarme a mí a mirar a los hombrecitos fornicando, y luego volvía a mirarme de nuevo a los ojos. Yo seguía siempre su mirada.
El pequeño Marty y la pequeña Anna también estaban mirando.
-Mira -decía Marty-, ellos lo están haciendo. Nosotros deberíamos hacerlo también. Incluso las personas grandes van a hacerlo. ¡Míralos!
-¿Oíste eso? -le pregunté a Dawn-. Ellos dicen que vamos a hacerlo, ¿es verdad eso?
-Espero que sea verdad -dijo Dawn.
La tumbé sobre el sofá y le subí la falda por encima de los muslos. La besé a lo largo del cuello.
-Te amo -dije.
-¿De verdad? ¿De verdad?
-Sí, de alguna manera, sí...
-De acuerdo -dijo la pequeña Anna al pequeño Marty- podemos hacerlo nosotros también, pero que quede claro que yo no te quiero.
Se abrazaron en medio de la mesita de café. Yo le había quitado ya a Dawn las bragas. Dawn gemía. La pequeña Ruthie gemía. Marty se la metió por fin a la pequeña Anna. Estaba pasando en todas partes. Me pareció como si toda la gente del mundo estuviese haciéndolo. Entonces me olvidé de toda la otra gente del mundo. Nos fuimos al dormitorio y allí se la metí a Dawn en una larga y tranquila cabalgada...
Cuando ella salió del baño yo estaba leyendo una estúpida historia en el Playboy.
-Estuvo tan bien -dijo.
-Fue un placer -contesté.
Se volvió a meter en la cama conmigo. Dejé la revista.
-¿Crees que nos lo podemos hacer juntos? -me preguntó.
-¿Qué quieres decir?
-Quiero decir que si tú crees que podemos seguir así, juntos, durante algún tiempo.
-No sé. Las cosas ocurren. El principio siempre es lo más fácil.
Entonces escuchamos un grito proveniente de la salita. «Oh oh», dijo Dawn. Se levantó y salió corriendo de la habitación. Yo la seguí.
Cuando llegué, ella estaba sosteniendo a George en sus manos.
-¡Oh, Dios mío!
-Qué ha pasado?
-Anna se lo hizo.
-¿Qué le hizo?
-¡Le cortó las pelotas! ¡George es un eunuco!
-¡Uau!
-¡Tráeme algo de papel higiénico, rápido! ¡Se está desangrando!
-Ese hijo de puta -decía la pequeña Anna desde la mesita de café- si yo no puedo tener a George, nadie lo tendrá.
-¡Ahora las dos me pertenecen! -dijo Marty.
-Ah no, tienes que elegir una de nosotras -dijo Anna.
-¿A cuál prefieres? -preguntó Ruthie.
-Yo las amo a las dos -dijo Marty.
-Ha parado de sangrar -dijo Dawn -se está quedando frío.
Envolvió a George en un pañuelo y lo puso sobre el mantel.
-Quiero decir -dijo Dawn- que si tú crees que lo nuestro no va a funcionar, no quiero seguir por más tiempo.
-Creo que te amo, Dawn -dije.
-Mira -dijo ella-. ¡Marty está abrazando a Ruthie!
-¿Crees que van a hacerlo?
-No sé. Parecen excitados.
Dawn cogió a Anna y la metió en la pequeña jaula.
-¡Déjenme salir! ¡Los mataré a los dos! ¡Déjenme salir! -gritaba.
George gimió desde el interior del pañuelo sobre el mantel. Marty le había quitado las bragas a Ruthie. Yo me atraje a Dawn. Era joven, bella e inteligente. Podía volver a estar enamorado. Era posible. Nos besamos. Me sumergí en sus grandes ojos marrones. Entonces me levanté y eché a correr. Sabía dónde estaba. Una cucaracha y un águila hacían el amor. El tiempo era un bobo con un banjo. Seguía corriendo. Su larga cabellera me caía por la cara.
-¡Mataré a todo el mundo! -gritaba la pequeña Anna. Se agitaba sacudiendo su jaula de alambre a las tres de la madrugada.

C. Bukowski

lunes, 17 de diciembre de 2012

El amenazado

Es el amor. Tendré que cultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
 
J.L. Borges

BON JOVI - GET READY

domingo, 9 de diciembre de 2012

CANSANCIO


Cansado.
¡Sí!
Cansado
de usar un solo bazo,
dos labios,
veinte dedos,
no sé cuántas palabras,
no sé cuantos recuerdos,
grisáceos,
fragmentarios.

Cansado,
muy cansado
de este frío esqueleto,
tan púdico,
tan casto,
que cuando se desnude
no sabrá si es el mismo
que usé mientras vivía.

Cansado.
¡Sí!
Cansado
por carecer de antenas,
de un ojo en cada omóplato
y de una cola autentica,
alegre
desatada,
y no este rabo hipócrita,
degenerado,
enano.

Cansado,
sobre todo,
de estar siempre conmigo,
de hallarme cada día,
cuando termina el sueño,
allí, donde me encuentre,
con las mismas narices
y con las mismas piernas;
como si no deseara
esperar la rompiente con un cutis de playa,
ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,
acariciar la tierra con un vientre de oruga,
y vivir, unos meses, adentro de una piedra.

Oliverio Girondo

sábado, 8 de diciembre de 2012

Credo a la vida

Creo en la vida todopoderosa,
en la vida que es luz, fuerza y calor;
porque sabe del yunque y de la rosa
creo en la vida todopoderosa
y en su sagrado hijo, el buen Amor.

Tal vez nació cual el vehemente sueño
del numen de un espíritu genial;
brusca la senda, el porvenir risueño,
nació tal vez cual el vehemente sueño
de un apóstol que busca un ideal.

Padeció, la titán, bajo los yugos
de una falsa y mezquina religión;
veinte siglos se hicieron sus verdugos
y aun padece, titán, bajo sus yugos
esperando la luz de la razón.

Fue en la humana estultez crucificada;
murió en el templo y resurgió en la luz...
¡Y, desde alli, vendra como una espada,
contra esa Fe que germino en la nada,
contra ese dios que enmascaro la cruz!

Creo en la carne que pecando sube,
creo en la Vida que es el Mal y el Bien;
la gota de agua del pantano es nube.
Creo en la carne que pecando sube
y en el Amor que es Dios.
¡Por siempre amén!


http://www.poemas-del-alma.com


jueves, 6 de diciembre de 2012

Champion Jack Dupree - Angola Blues (1940)

"Champion" Jack Dupree




Murió el 21 de enero de 1992 en Hannover de cáncer, hizo de su biografía una leyenda. Había olvidado su fecha de nacimiento, y según una versión sus padres murieron en un incendio cuando él tenía un año. "Champion" Jack Dupree fue uno de los últimos grandes del blues de la primera hora. Su álbum "Blues from the Gutter" (Blues desde el arroyo), de 1958, sigue siendo aún hoy uno de los más importantes de la historia del jazz. El 23 de julio el cantante y pianista estadounidense hubiese cumplido 100 años, según su discográfica, porque en realidad no se sabe con certeza.
Dupree, que murió el 21 de enero de 1992 en Hannover de cáncer, hizo de su biografía una leyenda. Había olvidado su fecha de nacimiento, y según una versión sus padres murieron en un incendio cuando él tenía un año, según otra fueron asesinados por el Ku Klux Klan.

En cualquier caso, creció en un orfanato de Nueva Orleans en el que estuvo también Louis Armstrong. En el barrio reinaba una atmósfera de discriminación racial y violencia. "La vida allí era dura para un niño negro", diría más tarde Dupree.
No sabía leer ni escribir, pero consiguió de forma autodidacta aprender a tocar el piano. Más adelante el pianista Willie Hall (alias "Drive'em Down") lo tomó bajo su protección y le organizó conciertos en bares de prostitutas y tabernas. Tras numerosos trabajos temporarios se dedicó al boxeo de forma profesional, y de ahí viene su sobrenombre de "Champion" (campeón). La guerra lo llevó como soldado a bordo de un barco como cocinero, y estuvo dos años prisionero de los japoneses. Sólo después de aquello comenzó su carrera profesional como músico. Con presentaciones en el legendario Cotton Club de Nueva York y numerosas grabaciones se hizo conocido como auténtico representante del jazz del sur.

Su canción "Junker's Blues" fue el primer hit de Fats Domino. Entre sus grandes éxitos se cuenta también "Walkin' The Blues". La discriminación racial vigente en Estados Unidos hace que en 1958 decida, como muchos otros colegas negros, darle la espalda a su país. Seguirá su carrera sin descanso en Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Francia, Suiza y, al final, desde 1977 en Hannover, Alemania. La ciudad celebra desde su muerte todos los años "La noche de 'Champion' Jack Dupree". Ya en vida era un ídolo, no sólo por ser un excelente pianista con una expresiva voz, sino también por sus cualidades como hombre del espectáculo alegre y seductor. "No beer, no music", era su lema con la botella de cerveza en la mano, ya sea en tabernas repletas de humo de cigarrillo o en salas de concierto llenas de gente.

Entre las nuevas generaciones es conocido por sus presentaciones con estrellas del blues-rock como Eric Clapton, Mick Taylor y John Mayall. Pasaron más de 30 años hasta que Dupree regresó a Estados Unidos, donde fue celebrado como el "hijo pródigo" en 1990 en el Festival de Jazz y Patrimonio de Nueva Orleans. Su disco "Back Home In New Orleans" documenta el retorno del viejo paladín del blues a la ciudad donde nació el jazz. Cuando murió en 1992 con 82 años, dejó tanto material no editado que se sacó un álbum póstumo, "One Last Time", Una última vez.



miércoles, 5 de diciembre de 2012

¡Está bien!

Porque contemplo aún albas radiosas 
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas 
en que tiembla el lucero de Belén, 
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas 
gracias, ¡está bien! 

Porque en las tardes, con sutil desmayo, 
piadosamente besa el sol mi sien, 
y aun la transfigura con su rayo: 
gracias, ¡está bien! 

Porque en las noches una voz me nombra 
(¡voz de quien yo me sél), y hay un edén 
escondido en los pliegues de mi sombra: 
gracias, ¡está bienI 

Porque hasta el mal en mí don es del cielo, 
pues que, al minarme va, con rudo celo, 
desmoronando mi prisión también; 
porque se acerca ya mi primer vuelo: 
gracias, ¡está bien!

Amado Nervo

lunes, 3 de diciembre de 2012

Odin

Se refiere que a la corte de Olaf Tryggvason, que se había convertido a la nueva fe, llegó una noche un hombre viejo, envuelto en una capa oscura y con el ala del sombrero sobre los ojos. El rey le preguntó si sabía hacer algo, el forastero contestó que sabía tocar el arpa y contar cuentos. Tocó en el arpa aires antiguos, habló de Gudrun y de Gunnar y, finalmente, refirió el nacimiento de Odín. Dijo que tres parcas vinieron, que las dos primeras le prometieron grandes felicidades y que la tercera dijo, colérica:

-El niño no vivirá más que la vela que está ardiendo a su lado.

Entonces los padres apagaron la vela para que Odín no muriera. Olaf Tryggvason descreyó de la historia, el forastero repitió que era cierto, sacó la vela y la encendió. Mientras la miraban arder, el hombre dijo que era tarde y que tenía que irse. Cuando la vela se hubo consumido, lo buscaron. A unos pasos de la casa del rey, Odín había muerto
 
Jorge Luis Borges

jueves, 29 de noviembre de 2012

Yo soy un hombre sincero


Yo soy un hombre sinceroDe donde crece la palma,Y antes de morirme quieroEchar mis versos del alma.

Yo vengo de todas partes,Y hacia todas partes voy:Arte soy entre las artes,En los montes, monte soy.

Yo sé los nombres extrañosDe las yerbas y las flores,Y de mortales engaños,Y de sublimes dolores.

Yo he visto en la noche oscuraLlover sobre mi cabezaLos rayos de lumbre puraDe la divina belleza.

Alas nacer vi en los hombrosDe las mujeres hermosas:Y salir de los escombros,Volando las mariposas.

He visto vivir a un hombreCon el puñal al costado,Sin decir jamás el nombreDe aquella que lo ha matado.

Rápida, como un reflejo,Dos veces vi el alma, dos:Cuando murió el pobre viejo(*),Cuando ella me dijo adiós(**).

Temblé una vez —en la reja,A la entrada de la viña,—Cuando la bárbara abejaPicó en la frente a mi niña.
Gocé una vez, de tal suerteQue gocé cual nunca:—cuandoLa sentencia de mi muerteLeyó el alcalde llorando.

Oigo un suspiro, a travésDe las tierras y la mar,Y no es un suspiro,—esQue mi hijo va a despertar.

Si dicen que del joyeroTome la joya mejor,Tomo a un amigo sinceroY pongo a un lado el amor.

Yo he visto al águila heridaVolar al azul sereno,Y morir en su guaridaLa víbora del veneno.

Yo sé bien que cuando el mundoCede, lívido, al descanso,Sobre el silencio profundoMurmura el arroyo manso.

Yo he puesto la mano osada,De horror y júbilo yerta,Sobre la estrella apagadaQue cayó frente a mi puerta.

Oculto en mi pecho bravoLa pena que me lo hiere:El hijo de un pueblo esclavoVive por él, calla y muere.
  
Todo es hermoso y constante,Todo es música y razón,Y todo, como el diamante,Antes que luz es carbón.

Yo sé que el necio se entierraCon gran lujo y con gran llanto.Y que no hay fruta en la tierraComo la del camposanto.

Callo, y entiendo, y me quitoLa pompa del rimador:Cuelgo de un árbol marchitoMi muceta de doctor.

(*) El padre de Martí quien murió el 9 de marzo de 1887, en Cuba.
(**) Se refiere a la despedida de María Cristina Granados, "La niña de Guatemala".

José Martí (1891)
http://www.jose-marti.org/jose_marti/obras/poesia/versossencillos/03yosoyunhombresincero.htm

miércoles, 28 de noviembre de 2012

A tus pies

Nocturno canto de amor que ondulas en mis pesares, como en los negros pinares las notas del ruiseñor. Blanco jazmín entre tules y carnes blancas perdido, por mi pasión circuído de pensamientos azules. Coloración singular que mi tristeza iluminas, como al desierto y las ruinas la claridad estelar. Nube que cruzas callada la extensión indefinida, dulcemente perseguida por la luz de mi mirada. Ideal deslumbrador en el espíritu mío, como el collar del rocío con que despierta la flor. Sumisa paloma fiel dormida sobre mi pecho, como si fuera en un lecho de mirtos y de laurel. Música, nube, ideal, ave, estrella, blanca flor, preludio, esbozo, fulgor de otro mundo espiritual. Aquí vengo, aquí me ves, aquí me postro, aquí estoy, como tu esclavo que soy, abandonado a tus pies. Pedro Bonifacio Palacios

Julio Cortázar: Textos en su voz - Los Amantes

miércoles, 21 de noviembre de 2012

RESILIENCIA

La resiliencia es la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. La resiliencia se sitúa en una corriente de psicología positiva y dinámica de fomento de la salud mental y parece una realidad confirmada por el testimonio de muchísimas personas que, aún habiendo vivido una situación traumática, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso, en un nivel superior, como si el trauma vivido y asumido hubiera desarrollado en ellos recursos latentes e insospechados. Aunque durante mucho tiempo las respuestas de resiliencia han sido consideradas como inusuales e incluso patológicas por los expertos, la literatura científica actual demuestra de forma contundente que la resiliencia es una respuesta común y su aparición no indica patología, sino un ajuste saludable a la adversidad. "A pesar de traumas graves, incluso muy graves, o de desgracias más comunes, la resiliencia parece una realidad confirmada por muchísimas trayectorias existenciales e historias de vida exitosas. De hecho, por nuestros encuentros, contactos profesionales y lecturas, todos conocemos niños, adolescentes, familias y comunidades que "encajan" shocks, pruebas y rupturas, y las superan y siguen desenvolviéndose y viviendo -a menudo a un nivel superior- como si el trauma sufrido y asumido hubiera desarrollado en ellos, a veces revelado incluso, recursos latentes y aun insospechados". (Michel Manciaux. La resiliencia: ¿mito o realidad)
http://www.psicologia-positiva.com/resiliencia.html

La Belleza


 Yo soy Bella, oh mortales! como un sueño de piedra,
y mi seno que a todos eternamente torturó,
ha sido creado para inspirar amor a los poetas.

Eterna e incólumne, como la materia.
Incomprendida esfinge, reino en azul;
El níveo corazón junto a la blancura del cisne;
detesto el movimiento que desplaza las líneas.
Yo jamás lloré, como tampoco jamás reí.
Los poetas, ante mis gestos altivos,
Que recuerdan antiguos monumentos,
consumen sus días en penosa labor.
Que para fascinar a estos dóciles amantes
Tengo puros espejos que embellecen las cosas:
Mis ojos, mis dos enormes pozos de eternidad.



domingo, 18 de noviembre de 2012

Edgar Allan Poe: Poema "Un sueño dentro de un sueño" (recitado)

Un Sueño dentro de un Sueño



¡Toma este beso sobre tu frente!
Y, me despido de ti ahora,
No queda nada por confesar.
No se equivoca quien estima
Que mis días han sido un sueño;
Aún si la esperanza ha volado
En una noche, o en un día,
En una visión, o en ninguna,
¿Es por ello menor la partida?
Todo lo que vemos o imaginamos
Es sólo un sueño dentro de un sueño.

Me paro entre el bramido
De una costa atormentada por las olas,
Y sostengo en mi mano
Granos de la dorada arena.
¡Qué pocos! Sin embargo como se arrastran
Entre mis dedos hacia lo profundo,
Mientras lloro, ¡Mientras lloro!
¡Oh, Dios! ¿No puedo aferrarlos
Con más fuerza?
¡Oh, Dios! ¿No puedo salvar
Uno de la implacable marea?
¿Es todo lo que vemos o imaginamos
Un sueño dentro de un sueño?

sábado, 17 de noviembre de 2012

No reacciones, mantén el control

 


No reacciones, mantén el control.
No es bueno que cualquiera te controle.
Conserva tus impulsos junto a la prudencia.
Aunque así lo parezca, nadie tiene el poder para ofenderte.
El problema no está en lo que te acontece.
Está en lo que piensas acerca de lo que te acontece.

No reacciones, mantén el control.
Un grito, un desplante o una ofensa,
surgen de la debilidad del agresor.
Mira su angustia, su soledad, su miedo, su vacío.
Mira su tristeza, su dolor, su frustración y su envidia.
Entonces podrás hacerte inmune a sus agravios.

No reacciones, mantén el control.
Usa tu inteligencia y conviértete en la niebla.
La niebla no sufre, pues se deja atravesar y no responde.
Recuerda que cada quien es esclavo de su inconsciencia.
De sus niveles de ignorancia o de sabiduría.
Cada quien decide el tamaño de su cárcel.
Y el instrumento de medida está en su mente.

No reacciones, mantén el control.
Quien parece presionarte y agredirte,
solo te toma como excusa para equilibrar su miedo.
El trueno estalla únicamente para expresarse.
Y aunque muchos se asustan, él no desea aterrorizarles.
Maneja tus emociones.
No las reprimas, aprende a dirigirlas.

No reacciones, mantén el control.
No cedas fácilmente a las provocaciones.
Quien te presiona no desea dañarte sino sentirse mejor.
Aprende a comprender las motivaciones de las personas.
Aprende a dirigir tus emociones.

Renny Yagosesky
http://unmensajeparati.wordpress.com/2009/02/13/no-reacciones-manten-el-control/

domingo, 11 de noviembre de 2012

"El corazón delator" (Fragmento)

 "¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos... o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.

Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.

EDGAR ALLAN POE


DragonForce - Heart of a Dragon

sábado, 10 de noviembre de 2012

"Silencio " (fragmento)


" - Escúchame - dijo el demonio apoyando la mano en mi cabeza -; la región de que hablo es una sombría región de Libia a orillas del río Zaire. Y allí no hay ni calma ni silencio. Las aguas del río son de un tinte azafranado y enfermizo y no corren hacia el mar, sino que palpitan eternamente bajo la pupila roja del sol con un movimiento tumultuoso y convulsivo.
A lo largo de muchas millas, a ambos lados del legamoso lecho del río, se extiende un pálido desierto de gigantescos nenúfares. Suspiran entre sí en esa soledad y dirigen hacia el cielo sus largos cuellos espectrales, mientras inclinan a uno y otro lado sus cabezas sempiternas. De ellos se levanta un rumor confuso que se parece al rugido de un torrente subterráneo.
Y entre sí, suspiran. Pero su reino tiene un límite, el límite de la oscura, densa, horrible selva. Allí, como las olas en torno a las Hébridas, la maleza está en perpetua agitación. Pero ningún viento agita el cielo. "

Edgar Allan Poe

martes, 6 de noviembre de 2012

Bon Jovi - Have a Little Faith In Me

El almohadón de plumas - parte 2

Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.

Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.

La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.

Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
-No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.

El almohadón de plumas - parte 1

Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
-¡Soy yo, Alicia, soy yo!

Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.

Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
-Pst... -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio... poco hay que hacer...
-¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.

Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.

-¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
-Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
-Levántelo a la luz -le dijo Jordán.

La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
-¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.
-Pesa mucho  -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
 
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
 
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa.
En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Atos e Igón (Fábula)


......... y los dos grandes dioses, se posaron sobre la tierra, como el bien y el mal. Atos, que el amor en todas sus formas llevaba en su interior e Igón que por no encontrar el amor, se aferró a lo mas cercano y fácil, el odio.
    Atos, hizo de las tierras altas de los Andes su hogar, mientras huía de Igon, pero este implacable lo siguió hasta aquí, pues el odio siempre aparecerá en alguna de sus formas, donde habita el amor, y contrario a lo que muchos piensan, lo opuesto al amor no es el odio , si no la indiferencia. Por eso donde ellos no están solo queda la nada.

    Atos contamino de amor la tierra creando y representando con el cielo, el amor infinito, con el verde de las plantas la paz, con la nieve de las altas cumbres la pureza, con los animales la sabiduría y  creó la lluvia para lavar lo que no nos deja vernos a nosotros mismos.
    Sin embargo luego de la lluvia, nació la vida, Atos la vio y su estado de amor fue tal que ya no pudo seguir huyendo.

    Un día llegó Igon y al ver tanto amor, su odio se hizo mas y mas fuerte y con un último conjuro convirtió a la Vida en pez y a Atos en Ciervo. Y aunque hayan pasado miles de años. el amor de Atos es como el cielo y hoy, al igual que siempre, cuando llegue el crepúsculo, el ciervo bajara a escondidas de los cerros y mojará sus labios en el agua y sin que nosotros e Igón nos demos cuenta, recibirá el beso de amor de la trucha, que le dará fuerzas para esperar a estar juntos, un día mas.
 Día a día esperaré eternamente ese encuentroaunque vivamos en mundos diferentes 

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viernes, 2 de noviembre de 2012

El León y el Ratón

Debemos ser generosos con todos, pues en cualquier momento necesitamos la ayuda de alguien más humilde que nosotros. De esta verdad estas fábulas darán fe en un instante.

Saliendo de su agujero harto aturdido, un ratoncillo fue a caer justo en las garras del león. El rey de los animales, demostrando su poder, le perdonó la vida. Su generosidad no fue en vano, porque ¿ quien hubiera creído que el león pudiera necesitar un día de la gratitud de un sencillo ratoncillo ?

Sucedió que en cierta ocasión en que el león salió de su selva, cayó en unas redes, de las cuales no podía librarse con sus fuertes rugidos. Lo oyó el ratoncillo, y acudió al sitio. Trabajó tan bien con sus pequeños dientes, que una vez roída una malla, el león terminó de desgarrar la trama entera.
En ciertos casos pueden más la paciencia y el tiempo que la ira y la fuerza.

 Y una buena acción, en algún momento tiene su recompensa.

Jean de la Fontaine