domingo, 21 de octubre de 2012

Escalones


Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,

así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo flora toda sabiduría, toda virtud,
mas no les es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, a cada llamamiento,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animoso y sin duelos,
a nuevas y distintas ataduras.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.

Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,
atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en un morada y en un ambiene, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.

Aun la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros...

¡Ea, pues, corazón arriba! ¡Despídete estás curado!



Hermann Hesse

miércoles, 17 de octubre de 2012

Como todos los grandes espíritus



" Como todos los grandes espíritus, ha conocido y ha sentido perfectamente el problema, la desesperanza de la vida humana: la grandiosidad del momento y su miserable marchitarse, la imposibilidad de corresponder a una elevada sublimidad del sentimiento de otro modo que con la cárcel de lo cotidiano, la aspiración ardiente hacia el reino del espíritu (...), todo este terrible flotar en el vacío y en la incertidumbre, este estar condenado a lo efímero, a lo incompleto, a lo eternamente en ensayo, en suma, toda la falta de horizontes y de comprensión y la desesperación agobiante de la naturaleza humana. "

Hermann Hesse

BB King - Three O' Clock Blues

sábado, 13 de octubre de 2012

¿POR QUE AL HOMBRE LE RESULTA TAN DIFÍCIL SER FELIZ?



Ya lo hemos respondido al señalar las tres fuentes del sufrimiento humano:
La supremacía de la Naturaleza.
La caducidad de nuestro propio cuerpo.
La insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la familia, el Estado y la sociedad.

Frente a las dos primeras, esto es inevitable, jamás dominaremos a la Naturaleza y nuestro organismo es parte de ella.
Podemos al menos superar algunos pesares, aunque no todos; otros lograremos mitigarlos.

Frente a la número tres de origen social, es diferente, nos negamos a aceptarlos. No comprendemos por qué las instituciones que nosotros mismos hemos creado no habrían de representar mas bien protección y bienestar para todos. Comenzamos a sospechar que también aquí podría ocultarse una porción de la indomable Naturaleza, tratándose esta vez de nuestra propia constitución psíquica. Aquí nos encontramos con una afirmación: Nuestra llamada Cultura llevaría gran parte de culpa por la miseria que sufrimos y podríamos ser mucho más felices si la abandonáramos para retornar a condiciones de vida más primitiva.

Esta afirmación es sorprendente porque es innegable que todos los recursos con los cuales intentamos defendernos contra los sufrimientos amenazantes proceden precisamente de la Cultura.
Comprobamos que el ser humano cae en la neurosis porque no logra soportar el grado de frustración que le impone la sociedad en aras de sus ideales de Cultura, deduciéndose de ello que sería posible reconquistar las perspectivas de ser feliz, eliminando o atenuando en grado sumo estas exigencias.

El dominio sobre la Naturaleza no es el único requisito de la felicidad humana – como, por otra parte, tampoco es la meta exclusiva de las aspiraciones culturales-, sin inferir de ella que los progresos técnicos son inútiles para la economía de nuestra felicidad. Parece indudable que no sentimos muy cómodos en nuestra actual Cultura, pero nos resulta muy difícil juzgar si – y en qué medida- los hombres de antaño eran más felices, así como la parte de ello que tenían sus condiciones culturales. Pero la felicidad es algo profundamente subjetivo.


viernes, 12 de octubre de 2012

El éxito del astrólogo

Y ahora sintió Erdosain que el hombre le repugnaba. Para cambiar de conversación, dijo:
    ­ Dígame... ¿Usted cree en el éxito de la empresa del Astrólogo?
    ­ No.
    ­ ¿Y él sabe que usted no cree?
    ­ Sí.
    ­ ¿Y por qué usted lo acompaña?
    ­ Yo lo acompaño relativamente, y de aburrido que estoy. Ya que la vida no tiene ningún sentido, es igual seguir cualquier corriente.
    ­ ¿Para usted la vida no tiene ningún sentido?
    ­ Absolutamente ninguno. He organizado toda mi vida como la de un industrial. Todos los días me acuesto a las doce y me levanto a las nueve de la mañana. Hago una hora de ejercicio, me baño, leo los diarios, almuerzo, duermo una siesta, a las seis tomo el vermut y voy a lo del peluquero, a las ocho ceno, después salgo al café, y dentro de dos años, cuando tenga doscientos mil pesos, me retiraré del oficio para vivir definitivamente de mis rentas.
    ­ Y en realidad, ¿cuál va a ser su intervención en la sociedad del Astrólogo?
    ­ Si el Astrólogo consigue dinero, guiarlo en la junta de mujeres y en la instalación del prostíbulo.
    ­ Pero usted, en su interior, ¿qué piensa del Astrólogo?
    ­ Que es un maniático que puede o no tener éxito.
    ­ Pero sus ideas...
    ­ Algunas son embrolladas, otras claras, y francamente, no sé hasta donde quiere apuntar ese hombre. Unas veces usted cree estar oyendo a un reaccionario, otras a un rojo, y, a decir verdad, me parece que ni él mismo sabe lo que quiere.
    ­ ¿Y si tuviera éxito...?
    ­ Entonces ni Dios sabe lo que puede ocurrir.


Opiniones de un rufian (fragmento)
Roberto Arlt

miércoles, 10 de octubre de 2012

DragonForce - Soldiers of the Wasteland [Subtitulado]


Las cuatro leyes

 
Se dice que en la India se enseñan las:
"Cuatro Leyes de la Espiritualidad" La primera dice:
"La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
...La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado! Vive Bien, Ama con todo tu Ser y se Inmensamente Feliz
Fuente desconocida.

lunes, 8 de octubre de 2012

El Reflejo

Cuando murió Narciso las flores de los campos quedaron desoladas y solicitaron al río gotas de agua para llorarlo.




- ¡Oh! – les respondió el río – aun cuando todas mis gotas de agua se convirtieran en lágrimas, no tendría suficientes para llorar yo mismo a Narciso: yo lo amaba.
- ¡Oh! – prosiguieron las flores de los campos –
- ¿Cómo no ibas a amar a Narciso?
- Era hermoso.
- ¿Era hermoso? – preguntó el río.
- ¿Y quién mejor que tú para saberlo? – dijeron las flores -
- Todos los días se inclinaba sobre tu ribazo, contemplaba en tus aguas su belleza…
- Si yo lo amaba – respondió el río – es porque, cuando se inclinaba sobre mí, veía yo en sus ojos el reflejo de mis aguas.
 
Fuente: cuento corto de Oscar Wilde

sábado, 6 de octubre de 2012

Diógenes y Aristipo

Una tarde encontró a Diógenes preparándose un pequeño plato de lentejas.
Aristipo le dijo:
- Si halagases a Dionisio, no te verías forzado a comer lentejas.

A lo que respondió Diógenes:
- Si tú supieses comer lentejas, no te verías forzado a halagar a Dionisio.

Maktub, Paulo Coelho
http://contarcuentos.com/2010/10/diogenes-y-aristipo/

miércoles, 3 de octubre de 2012

El pozo

Sobre el brocal desdentado del viejo pozo, una cruz de palo roida por la carcoma miraba en el fondo su imagen simple. Toda una historia tragica. Hacia mucho tiempo, cuando fue recien herida la tierra y pura el agua como sangre cristalina, un caminante sudoroso se sento en el borde de la piedra para descansar su cuerpo y refrescar la frente con el aliento que subia del tranquilo redondel. Alli le sorprendieron el cansancio, la noche y el sueno; su espalda resbalo al apoyo y el hombre se hundio golpeando blandamente en las paredes hasta romper la quietud del disco puro. Ni tiempo para dar un grito o retenerse en las salientes, que le rechazaban brutalmente despues del choque. Habia rodado llevando consigo algunos pelmazos de tierra pegajoza. Aturdido por el golpe, se debatio sin rumbo en el estrecho cilindro liquido hasta encontrar la superficie. Sus dedos espasmodicos, en el ansia agonica de sostenerse, horadaron el barro rojizo. Luego quedo exanime, solo emergida la cabeza, todo el esfuerzo de su ser concentrado en recuperar el ritmo perdido de su respiracion.

Con su mano libre tanteo el cuerpo, en que el dolor nacia con la vida. Miro hacia arriba: el mismo redondel de antes, mas lejano, sin embargo, y en cuyo centro la noche hacia nacer una estrella timidamente. Los ojos se hipnotizaron en la contemplacion del astro pequeno, que dejaba, hasta el fondo, caer su punto de luz. Unas voces pasaron no lejos, desfiguradas, tenues; un frio le mordio del agua y grito un grito que, a fuerza de terror, se le quedo en la boca.

Hizo un movimiento y el liquido ondulo en torno, denso como mercurio. Un pavor mistico contrajo sus musculos, e impelido por esa nueva y angustiosa fuerza, comenzo el ascenso, arrastrandose a lo largo del estrecho tubo humedo; unos dolores punzantes abriendole las carnes, mirando el fin siempre lejano como en las pesadillas. Mas de una vez, la tierra insegura cedio su peso, crepitando abajo en lluvia fina; entonces suspendia su accion tendido de terror, vacio el pecho, y esperaba inmovil la vuelta de sus fuerzas. Sin embargo un mundo insospechado de energias nacia en cada paso; y como por impulso adquirido maquinalmente, mientras se sucedian las impresiones de esperanza y desaliento, llego al brocal, exhausto, incapaz de saborear el fin de sus martirios.

Alli quedaba, medio cuerpo de fuera, anulada la voluntad por el cansancio, viendo delante suyo la forma de un aguaribay como cosa irreal... Alguien paso ante su vista, algun paisano del lugar seguramente, y el moribundo alcanzo a esbozar un llamado. Pero el movimiento de auxilio que esperaba fue hostil.

El gaucho, luego de santiguarse, resbalaba del cinto su facon, cuya empunadura, en cruz, tendio hacia el maldito. El infeliz comprendio: hizo el ultimo y sobrehumano esfuerzo para hablar; pero una enorme piedra vino a golpearle en la frente, y aquella vision de infierno desaparecio como sorbida por la tierra. Ahora todo el pago conoce el pozo maldito, y sobre su brocal, desdentado por los anos de abandono, una cruz de madera semipodrida defiende a los cristianos contra las apariciones del malo. ..

RICARDO GUIRALDES (Cuentos de Muerte y Sangre) extraido de: "Lengua y Literatura 1" de Carlos A. Loprete