jueves, 30 de abril de 2015

Dibujo a lápiz Cap. 10 "La nariz de frente"

El árbol confundido



Había una vez, en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.
Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste.
El pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”
Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas.
“¿Ves que fácil es?”
No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y “¿Ves que bellas son?”
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución:
“No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas…Sé lo que Dios quiere que seas, y para lograrlo, escúchalo.” Y dicho esto, el búho desapareció.
¿Lo que Dios quiere que sea…? Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió…
Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar:
“Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión “Cúmplela”.
Y el árbol se sintió fuerte y seguro y se dispuso a ser todo aquello para lo cual había sido creado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.
¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?
¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas?
¿Cuántos, naranjos que no saben florecer?
En la vida, todos tenemos una misión que cumplir, un espacio que llenar… Solo hay que saber escuchar, en lo más profundo de nuestro ser para saber en verdad quienes somos….

Desconozco el autor.


miércoles, 22 de abril de 2015

El Reflejo de tus Actos

           
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“Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.
El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentro en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían 1000 perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los 1000 perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.
Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo:
“¡Qué lugar tan agradable… voy a venir más seguido a visitarlo!”
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir; acto seguido vio como los 1000 perritos le
gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó:
“¡Qué lugar tan horrible es éste… nunca más volveré a entrar allí!”.
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: La casa de los 1000 espejos.
Todos los rostros del mundo son espejos. Decide cuál rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.
“No eres responsable de la cara que tienes,
pero si eres responsable de la cara que pones”

Desconozco su autor.

sábado, 18 de abril de 2015

El árbol de los problemas



El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro 
primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se daño y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar.

Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invito a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas; abrazo a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompaño hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunte acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes. ‘Oh, ese es mi árbol de problemas’, contesto. Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.

Lo divertido es, dijo sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.


viernes, 17 de abril de 2015

Expresionismo - Historia del Arte





Historia del Arte del Expresionismo - Principio del Siglo XX. Este video enseña las distintas características del movimiento surgido en Alemania. Los artistas expresionistas se alejaron de todo academicismo y pintaron la preocupación y la angustia del periodo de preguerra. Pinturas violentas en sus formas y colores. Artistas como Franz Marc, Edvard Munch y Wassily Kandinsky, entre otros. Se estudia brevemente el movimiento del futurismo y sus características principales en un ejemplo del artista Carlo Carrá y la película de ciencia ficción Metrópolis.

Impresionismo - Historia del Arte





Historia del Arte del Impresionismo - Final del siglo XIX. Este video estudia un periodo muy importante en la historia del arte pues son los impresionistas los que inician una revolución en la pintura europea. Los artistas salen de su taller y pintan en el campo y en la ciudad con una pincelada más libre, estudiando los distintos momentos del día y la manera como la luz incide sobre los objetos y el paisaje. Artistas como Claude Monet, Camille Pissarro, Edgar Degas, Alfred Sisley, Auguste Renoir, Joaquín Sorolla.

martes, 14 de abril de 2015

¿Por qué gritamos?


Un día preguntó un sabio a sus amigos lo siguiente:
¿Por qué la gente se grita cuando están enojados? Los hombres pensaron
unos momentos:

Porque perdemos la calma – dijo uno – por eso gritamos.
– Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, preguntó el sabio.
¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al sabio.
Finalmente él explicó:
Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego el sabio preguntó:- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, ¿por qué? Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
El sabio continuó
Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aun más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.
Luego el sabio dijo:
Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.


Desconozco su autor.

viernes, 10 de abril de 2015

LIBROS Y PENSAMIENTOS


Viejos fantasmas que olvidó la muerte transportar
al otro lado del Leteo de los años
-he aquí mis amigos, pues ante sus lágrimas
lloro y con su júbilo me regocijo. 
Desde una atalaya, cuyas almenas
ponen todo el cielo ante mis ojos, 
en las largas noches estivales entro en trance, 
adormilado entre murmullos y fragancias
que manan de la tierra, en tanto el cielo sobre mí
con su paz funde la paz del alma mía, 
lo profundo hallando lo profundo. No hay agitación que conmoverme pueda, 
nada en mi liberación la calma rompe: 
en vano la iracunda luz del sol maldice
ante el silencio y la penumbra de las cavernas polares. 

ALDOUS HUXLEY

jueves, 9 de abril de 2015

El bicho de Kafka cumple un siglo - Parte 2


Un asunto nauseabundo que produce un miedo espeluznante. Kafka seguramente tenía razón cuando hablaba así de su pieza, pero lo paradójico del asunto, como ocurre con casi todo en su obra, es que el relato está también atravesado por un sutil humor y que habrá algunos a los que, más que miedo, lo que les inspira el viajante de comercio convertido en escarabajo es una tremenda ternura, simpatía, complicidad incluso. ¿De qué habla, en realidad, este cuento?

El responsable de la edición de las obras completas de Kafka en español, Jordi Llovet, ha escrito que hay algo esencial en su arte narrativo: “El sentido literal de un relato no es más que un armazón que sugiere, sino fuerza, una actividad interpretativa; y esa actividad no es sólo laberíntica, sino interminable”. Tiene razón, al mismo tiempo que se va leyendo la narración, van surgiendo hipótesis muy diferentes sobre el sentido de lo que cuenta. Hay, pues, muchas interpretaciones posibles. Y todas, además, perfectamente discutibles. Nabokov se enfadaba con aquellos que decían que el bicho era “muy apropiado para caracterizar el sentimiento de inutilidad frente al padre”: “Me interesan las chinches, no las chinchorrerías; así que rechazo esta clase de disparates”.

Eso sí, Kafka velaba constantemente por todos los detalles. Cuando el relato iba a publicarse en 1915, y supo que llevaría alguna ilustración, escribió de inmediato a los editores: “Resulta que se me ha ocurrido, dado de que Starke será realmente el ilustrador, que quizá esté en su deseo querer dibujar el mismísimo insecto. ¡Esto no, por favor! El insecto mismo no debe ser dibujado. Ni tan solo debe ser mostrado desde lejos...”. Conviene decir que en las ilustraciones de Antonio Santos del nuevo libro de Nórdica, el bicho no aparece por ninguna parte.

La transformación o La metamorfosis

Franz Kafka tituló su narración Die Verwandlung, cuya traducción literal es La transformación. Era un tipo extremadamente meticuloso, obsesivo incluso, con la utilización de las palabras, le interesaba su precisión y que dijeran exactamente lo que dicen. Así que no utilizó el término Metamorphose, que también existe en alemán y que acota el significado más general de “transformación” al referirlo específicamente al cambio que se produce cuando los seres humanos se convierten en animales, plantas, manantiales, etcétera.

“Yo traduje el libro de cuentos cuyo primer título es La transformación, y nunca supe por qué a todos les dio por ponerle La metamorfosis”, explicó Jorge Luis Borges en una entrevista publicada en EL PAÍS el 3 de julio de 1983. “Es un disparate. Yo no sé a quién se le ocurrió traducir así esa palabra del más sencillo alemán. Cuando trabajé con la obra, el editor insistió en dejarla así porque ya se había hecho famosa y se la vinculaba a Kafka”.

En el tercer volumen de las obras completas de Kafka que ha publicado Galaxia Gutenberg, se explica en las notas que el título procede seguramente de una precoz traducción (anónima) que se hizo de la narración en 1925 en Revista de Occidente. Fue ahí donde se tituló La metamorfosis. Sigue todavía teniendo fortuna.



El bicho de Kafka cumple un siglo - Parte 1


El 22 de noviembre de 1912 Max Brod, el amigo íntimo que desobedeció la orden de Franz Kafka de quemar todos sus escritos cuando hubiera muerto, le escribió a Felice Bauer, la entonces novia del escritor. Intentó explicarle que el autor pasaba una mala época y que sus padres no eran conscientes de que para un ser excepcionalcomo él “son necesarias condiciones igualmente excepcionales con objeto de que su delicada espiritualidad no se marchite”.
Ese ser excepcional, frágil, tremendamente nervioso, y básica y fundamentalmente obsesionado con la escritura, redactó entre el 17 de noviembre y el 7 de diciembre de 1912 una de las obras maestras de la literatura de todos los tiempos. Se publicó unos años después, en 1915, así que toca celebrar un siglo de vida de aquella singular historia que se inicia cuando el viajante de comercio Gregor Samsa, “tras despertar de un sueño intranquilo”, descubrió que se había transformado en “un monstruoso bicho”. La editorial Nórdica ha aprovechado la ocasión para estrenar una nueva traducción, de Isabel Hernández, en un volumen que ha ilustrado Antonio Santos, con prólogo de Juan José Millás y que ha optado por titular La metamorfosis. Navona se ha decantado en cambio por La transformación, y de llevar la narración del alemán al español se ha ocupado Xandru Fernández.

Kafka (1883-1924) había conocido a Felice en agosto de 1912 y en septiembre le escribió la primera carta. El 1 de noviembre ya le dejaba perfectamente claro cuál era su mayor obsesión: “Mi vida, en el fondo, consiste y ha consistido siempre en intentos de escribir, en su mayoría fracasados. Pero el no escribir me hacía estar por los suelos, para ser barrido”. Por entonces estaba trabajando en una novela, que Brod publicaría con el título de América. Pero se había atascado. Como a Felice le daba cumplida cuenta de todo lo que le ocurría, el 17 de ese mismo mes le anunció que se le había ocurrido un cuento que lo llevaba asediando desde “lo más hondo” de sí mismo.
Lo sorprendente de esta singular historia es la naturalidad con la que Gregor se toma su transformación. Las cosas han cambiado, parece que no lo entienden cuando se dirige a sus padres y a su hermana, va a llegar tarde al trabajo, no sabe muy bien todavía cómo va a bajar de la cama para ponerse en marcha, tiene un molesto dolor en el costado y cuando lo toca con una de sus patas siente escalofríos. Pero, en fin, Gregor es consciente de que algo tendrá que hacer, y se aplica a ello.
“También al héroe de mi cuento le han ido hoy las cosas excesivamente mal”, le contó Kafka a Felice en una carta del 23 de noviembre de aquel año. Le acababa de advertir que el cuento le daría “un miedo espeluznante”. El 24 insiste: “Mi amor, pero qué extremadamente repulsiva es la historia que acabo de apartar a un lado para recuperarme pensando en ti. Ha avanzado ya hasta un poco más de la mitad, y en conjunto no estoy descontento de ella, pero en cuanto a nauseabunda, lo es de un modo ilimitado, y cosas como esas, te das cuenta, provienen del mismo corazón en el que tú habitas y toleras como morada”.
El proceso de creación quedó consignado en las cartas a su novia.

Dibujo a lápiz Cap. 7 "El ojo de perfil y vistas"

viernes, 3 de abril de 2015

EL CHAMUYO (milonga)


Se bate, se chamuya, se parola,
se parlamenta reo, como "grilo",
y aunque la barra bufe y dé el "estrilo"
el lengo e' chile es un bacán de gola.

Si es vichenzo, escafaña y no la grola
lo catan pal' fideo manco dilo,
y hay cada espamentoso tirifilo,
más puntiagudo que zapallo angola.

El chamuyo cafiolo es una papa
cualquier mistongo el repertorio "ñapa"
y es respetao cuando lo parla un macho.

A veces si otro camba me lo emparda,
hay programa de espiche en la busarda
o se firma, con un feite, en el escracho.


Letra de Yacaré, música de Edmundo Rivero


Yacaré es el seudónimo de Felipe Fernández (1889-1929), un escritor popular de temas tangueros, especialmente versos o poesías.

bate, chamuya, parola, parlamenta: decir, hablar
grilo: bolsillo, robar del bolsillo
estrilar: irritarse, rabiar
lengo: pañuelo
lengo e’ Chile: posiblemente es el apodo de una persona (pañuelo de Chile)
vichenzo, escafaña: tonto, gil, otario
grola: revés de logra
manco dilo: no hace falta decirlo
tirifilo: petimetre, niño bien
cafiolo: rufián
papa: hermosa/o
ñapar: tomar, agarrar (es deformación de apañar)
camba: negro, compañero
espiche: herida en el vientre
busarda: estómago
feite: herida o cicatriz en la cara
escracho: rostro, cara