martes, 24 de marzo de 2009

UN GOLPE A LOS LIBROS



Fragmentos extraídos de Un golpe a los libros (1976-1983). Buenos Aires, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura, 2001.

Si bien las prohibiciones se instalaron en todos los frentes, hubo un espacio que el ojo del censor vigiló con firmeza: el de la literatura infantil. Los militares se sentían en la obligación moral de preservar a la niñez de aquellos libros que -a su entender- ponían en cuestión valores sagrados como la familia, la religión o la patria. Gran parte de ese control era ejercido a través de la escuela, tal como demuestran las instrucciones de la "Operación Claridad" (firmadas por el jefe del Estado Mayor del Ejército, Roberto Viola), ideadas para detectar y secuestrar bibliografía marxista e identificar a los docentes que aconsejaban libros subversivos.

Un elefante ocupa mucho espacio
Uno de los libros prohibidos fue "Un elefante ocupa mucho espacio", de Elsa Bornemann que relata una huelga de animales. El decreto, fechado el 13 de octubre de 1977, incluía también a "El nacimiento, los niños y el amor", de Agnés Rosenstiehl, editado -junto al de Bornemann- por Librerías Fausto. (Señalaba el decreto militar:) “En ambos casos se trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo (...) De su análisis surge una posición que agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone.”
Elsa Bornemann nos cuenta qué le ocurrió durante ese período. “A lo largo de seis meses no pude escribir. Superado ese lapso, compuse la nouvelle titulada Bilembambudín o El último mago -publicada enseguida por Editorial Fausto- y a partir de ahí continué con la escritura, contra viento y marea. Pero la prohibición afectó particularmente mi relación con la existencia. En especial, debido a la gran cantidad de personas que decían apreciarme, quererme y que se borraron por completo a causa del decreto militar. Por extensión arbitraria del mismo tuve vedado el acceso a todo establecimiento de educación pública (de cualquier lugar de la Argentina y de cualquier nivel) hasta que terminó la dictadura.”

El pueblo que no quería ser gris

Poco antes del Golpe, el recién estrenado sello Rompan Filas, de Augusto Bianco, había publicado dos libros infantiles que buscaban acercarse a los chicos con adultez y sin prejuicios. El primero era "El pueblo que no quería ser gris", de Beatriz Doumerc, en el cual la gente se opone a la decisión del rey de pintar todas las casas de un mismo color y empieza a teñirlas de rojo, azul y blanco.

"El rey grande del país chiquito, ordenaba, solamente ordenaba; ordenaba esto, aquello y lo de más allá, que hablaran o que no hablaran, que hicieran así o que hicieran asá”.
“Tantas órdenes dio, que un día no tuvo más para ordenar. Entonces se encerró en su castillo y pensó, y pensó, hasta que decidió:
- Ordenaré que todos pinten sus casas de gris." "Eran tantos, tantos, y estaban tan entusiasmados, que al momento el castillo, las murallas, los fosos, los estandartes, las banderas, quedaron de color rojo, azul y blanco. Y los guardias también. Entonces el rey se cayó de espaldas una sola vez, pero tan fuerte que no se levantó más."

La ultrabomba

El otro, La ultrabomba, de Mario Lodi, trata sobre un piloto que se niega a cumplir la orden de arrojar una bomba.

Los ricos son siempre amigos de los reyes y también patrón Palanca se hizo amigo. Una noche fue a cenar a su castillo y le dijo: "¡Hagamos una gran guerra! Yo te construiré la ultrabomba y vos me darás cien ultramillones. Yo seré el más rico del mundo y vos el rey de toda la tierra". "Bien" dijo el rey. "Pero ¿cómo hacemos para convencer a la gente que haga la guerra por nosotros?". "Me encargo yo" dijo patrón Palanca. Se hizo jefe de la televisión e hizo un noticiero lindo como la publicidad y todas las noches decía: "Es lindo combatir y morir por mí y por el rey".

- ¡Tira la ultrabomba sobre el enemigo!- gritó el rey enojado.
El piloto volaba y decía: — "Sólo veo chicos y gente que trabaja... el enemigo no lo veo... el enemigo no está".
El rey y el general gritaron: — "¡Son ellos el enemigo! Desengancha y destruílos". Pero el pueblo y los soldados gritaron todos juntos: ¡NO!
Gritaron tan fuerte que el piloto los escuchó. Entonces regresó, voló sobre el castillo y le dijo al rey: — "¡La bomba te la tiro a vos!"

Ambos fueron prohibidos por el decreto N° 1888, del 3 de septiembre de 1976.

La torre de cubos

Boletín Nº 142 - julio 1979 - Ministerio de Cultura y Educación
NIVEL PRIMARIO
Prohibición de una obra
Provincia de Santa Fe ha dado a conocer la Resolución Nº 480 con fecha 23-5-979. Buenos Aires, 23 de mayo de 1979.- VISTO:
Que se halla en circulación la obra La Torre de Cubos de la autora Laura Devetach destinada a los niños, cuya lectura resulta objetable y CONSIDERANDO:
Que toda obra literaria para niños debe reunir las condiciones básicas del estilo;
Que en ello está comprometida no sólo la sintaxis sino fundamentalmente la respuesta a los verdaderos requerimientos de la infancia;
Que estos requerimientos reclaman respeto por un mundo de imágenes, sensaciones, fantasías, recreación, vivencias;
Que inserto en el texto debe estar comprendido el mensaje que satisfaga dicho mundo;
Que del análisis de la obra "La Torre de Cubos", se desprenden graves falencias tales como simbología confusa, cuestionamientos ideológico-sociales, objetivos no adecuados al hecho estético, ilimitada fantasía, carencia de estímulos espirituales y trascendentes;
Que algunos de los cuentos-narraciones incluidos en el mencionado libro, atentan directamente al hecho formativo que debe presidir todo intento de comunicación, centrando su temática en los aspectos sociales como crítica a la organización del trabajo, la propiedad privada y al principio de autoridad enfrentando grupos sociales, raciales o económicos con base completamente materialista, como también cuestionando la vida familiar, distorsas y giros de mal gusto, la cual en vez de ayudar a construir, lleva a la destrucción de los valores tradicionales de nuestra cultura;
Que es deber del Ministerio de Educación y Cultura, en sus actos y decisiones, velar por la protección y formación de una clara conciencia del niño;
Que ello implica prevenir sobre el uso, como medio de formación, de cualquier instrumento que atente contra el fin y objetivos de la Educación Argentina, como asimismo velar por los bienes de transmisión de la Cultura Nacional;
Por todo ello.
EL MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA
RESUELVE;

1º Prohibir el uso de la obra "La Torre de los Cubos" de Laura Devetach en todos los establecimientos educacionales dependientes de este Ministerio.
2º De forma
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Los cuentos de la autora cordobesa hablaban de la vida cotidiana -los padres que trabajan, las familias a las que no les alcanza la plata- en una época en que la literatura infantil recién comenzaba a consolidarse: desarrollo que la dictadura intentó encorsetar. Hasta había palabras desaconsejadas por el poder militar: por ejemplo, debía usarse calzado en lugar de alpargatas.
Sin embargo, Laura Devetach nos cuenta en 1984 que "maravillosamente el libro siguió circulando pero sin mi nombre: era incluido en antologías, los maestros hacían copias a mimeógrafo y se los daban para leer a los alumnos. Muchos lectores se me acercaron después y me dijeron que habían leído mis cuentos en papeles sueltos, sin saber de quién eran. Recuerdo varias Ferias del Libro en las que las maestras me acercaban esas hojas mimeografiadas para que se las firmara."

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