jueves, 28 de abril de 2011

SOLO POR AMOR

Camino por mi camino. Mi camino es una ruta con un solo carril, el mío.
A mi izquierda un muro eterno, separa mi camino del camino de alguien que transita a mi lado, del otro lado del muro.
De vez en cuando en este muro hay un agujero, una ventana, una hendidura… y puedo mirar hacia el camino de mi vecino o vecina.
Un día mientras camino, creo ver, del otro lado del muro, una figura que pasa a mi ritmo, en mi misma dirección.
Miro esa figura: es una mujer, es hermosa.
Ella también me ve. Me mira.
La vuelvo a mirar.
Le sonrío… y me sonríe.
Un momento después ella sigue andando su camino y yo apuro la marcha porque espero ansiosamente la próxima oportunidad de cruzarme con esa mujer.
En la próxima ventana me detengo un minuto.
Cuando ella llega, nos miramos a través de la ventana.
Parece tan encantada conmigo como yo con ella.
Le digo por señas lo mucho que ella me agrada.
Me contesta por señas. No sé si significan lo mismo que las mías, pero intuyo que ella entiende lo que quiero decirle.
Siento que me quedaría un largo rato mirándola y dejándome mirar, pero sé que mi camino continúa…
Me digo que más adelante en el camino, habrá seguramente una puerta y quizás pueda yo cruzar a encontrarme con ella.
Nada da más certeza que el deseo, así que me apuro por encontrar la puerta que imagino.
Empiezo a correr con la vista clavada en el muro.
Un poco más adelante la puerta aparece.
Allí está del otro lado, mi ahora deseada y amada compañera, esperando, esperándome.
Le hago un gesto, ella me devuelve un beso en el aire.
Me hace una seña como llamándome. Es todo lo que necesito.
Emprendo contra la puerta para reunirme con ella, de su lado del muro.
La puerta es muy estrecha, paso una mano, paso el hombro, hundo un poco la panza, me retuerzo un poquito sobre mí mismo, casi consigo pasar mi cabeza pero mi oreja derecha se queda trabada.
Empujo.
No hay caso, no pasa.
Y no puedo usar mi mano para torcerla, porque no podría poner ni un dedo allí…
No hay espacio para pasar con mi oreja, así que, tomo una decisión…
(Porque mi amada está allí, y me espera…).
(Porque es la mujer que siempre soñé y me llama…)
… Saco una navaja de mi bolsillo y de un sólo tajo rápido, me animo a darme un corte en la oreja para que mi cabeza pase por la puerta.
Y tengo éxito, mi cabeza consigue pasar…
Pero después de mi cabeza, veo que es mi hombro el que queda trabado.
La puerta, no tiene la forma de mi cuerpo.
Hago fuerza, pero no hay remedio, mi mano y mi cuerpo han pasado, pero mi otro hombro y mi otro brazo no pasan…
Ya nada me importa, así que…
Retrocedo, y sin pensar en las consecuencias, tomo envión y fuerzo mi paso por la puerta.
Al hacerlo, el golpe desarticula mi hombro y el brazo queda colgando como sin vida, pero ahora, afortunadamente, en una posición tal que no puedo atravesar la puerta…
Ya casi… casi, estoy del otro lado.
Justo cuando estoy a punto de terminar de pasar por la hendidura, me doy cuenta de que mi pie derecho se ha quedado enganchado del otro lado.
Por mucho que fuerzo y me esfuerzo, no puedo pasarlo.
No hay caso, la puerta es demasiado angosta para que mi cuerpo entero pase por ella.
Demasiado angosta, no pasan mis dos pies…
No lo dudo. Estoy ya casi al alcance de mi amada.
No puedo echarme atrás… Así que, agarro el hacha, y apretando los dientes, doy el golpe y desprendo la pierna.
Ensangrentado, a los saltos, apoyado en el hacha y con el brazo desarticulado, con una oreja y una pierna menos, me encuentro con mi amada.
Le digo:
- Aquí estoy. Por fin he pasado. Me miraste, te miré, me enamoré. He pagado todos los costos por ti… Todo vale en la guerra y el amor. No importan los sacrificios… valían la pena si eran para encontrarse contigo… para poder seguir juntos… juntos para siempre…
Ella me mira, se le escapa una mueca y me dice:
- Así no, así no quiero… A mí me gustabas cuando estabas entero.

Estraido del libro de Jorge Bucay “Cuentos para pensar”

Reflexiones sobre el amor

Hoy me puse a pensar.

Se habla mucho del amor y se escriben muchas cosas sobre el amor. Por ejemplo:

Cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea el problema, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea la enfermedad, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea el dolor, la respuesta es el amor.

Cualquiera que sea el miedo, la respuesta es el amor.

El amor siempre es la respuesta porque el amor es todo lo que existe.

Este texto es hermoso y te deja pensando en cosas lindas. Peroooooo. ¿Hasta que punto lo usamos realmente? ¿hasta que punto lo uso yo?

Madre Teresa de Calcuta decía varias cosas del amor:

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.

Nosotros queremos un amor fácil, tranquilo y que no tengamos que hacer nada (bueno eso nos vende la televisión sobre el amor). Y el amor va más allá del amor romántico. Pero como nos cuesta verlo. El egoísmo es mas fuerte. Pedimos sin querer dar, o damos esperando recibir ó esperamos recibir y luego damos. ¿Eso es amor?

Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más.

Nadie quiere dar hasta que duela, darlo todo, dar de más, dar y dar. Como nos cuesta eso, pero si esperamos que nos den. Pero si todos queremos que nos den y nadie quiere darlo todo, todo el amor. ¿Como podremos recibir si nadie da?

El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene sentido. El amor tiene que ponerse en acción. Esa actividad nos llevará al servicio.
Y el amor que damos a nuestra pareja, hijos, amigos, compañeros de trabajo y la gente con que nos cruzamos cuantas veces no la ponemos en acción. Muchas veces el amor no lo dejamos salir de nosotros por miedo, y muy pocas las volvemos acciones concretas para la gente que amamos porque nos da flojera, o estamos cómodos o esperamos que nos den. el amor hay que transformarlo en servicio a los demás: en nuestra casa, en nuestro hogar, nuestra pareja y nuestros compañeros de trabajo. ¿Lo hacemos? es difícil porque muchas veces no salimos de nosotros mismos.
Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto para llenar el corazón del que amamos.
Pequeñas acciones q transforman el corazón. ¿las hacemos? o nos da flojera o somos cómodos.
Hay una cosa muy bonita: compartir la alegría de amar.
Compartir es la clave, al tener nuestro corazón lleno de amor, amamos con alegría y la compartimos.

Todo esto es tan lindo, tan bello pero son solo palabras hermosas sino las convertimos en acción. y esto es tan real, único y valido para todos los sectores de nuestra vida: pareja, hijos, amigos, trabajo y país.

Si en nuestro corazón no hemos cultivado el amor no es posible cultivarlo en nuestra familia, en nuestra pareja, en nuestro trabajo y en nuestro país.

Escribirlo es muy fácil, leerlo también. lo realmente difícil es ponerlo en práctica. es demasiado dificil pero es demasiado hermoso.


Yo no podría decir que cumplo lo que escribí arriba, por eso para mi es un cuestionamiento, y un compromiso de ponerlo en práctica. Y claro serán muchas las veces que no actue con amor porque el egoísmo es mas fuerte, pero por lo menos ya estoy consciente y al no actuar con amor me daré cuenta, recapacitaré y volveré a empezar. No importa cuantas veces comience, no importa, porque lo seguiré intentando cada día.

Y cuando aprendamos a amar, y tener el corazón lleno de amor, tendremos el país que todos queremos, y no tendremos que luchar por pensar diferente, porque todo habrá cambiado por el amor. pero mientras eso pasa tendremos que pararnos todas las mañanas, reflexionar las veces que no actuamos con amor, proponernos hacerlo y actuar. Convertir el amor en acción.

Marie Rose Indjayan

miércoles, 27 de abril de 2011

CERRANDO ETAPAS

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida

Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.

Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quieras llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando

¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?

¿Ya no eres un niño?

Puede pasarse algún tiempo de su presente "repasando" los “porqués”, rebobinando el casette para tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste sería infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado.

Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.


No ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar pertenencias cambiar de casa, tirar documentos, vender o regalar tus libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente! El pasado ya pasó.

Por eso .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte.

Hay tantas palabras para expresar esa salud esencial

Y cualquiera que sea la que escoja,

le ayudará definitivamente a seguir

para adelante con confianza.

¡Esa es la vida!


Paulo Coelho.



martes, 26 de abril de 2011

Y en mi locura....

Me preguntaís por qué enloquecí. Fue así. Un día, mucho antes de que nacieran algunos dioses, desperté de un profundo letargo y descubrí que me habían robado todas mis máscaras. -Sí, las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscaras por las calles atestadas de gente, gritando: "¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!".

Hombres y mujeres se reían de mí. Y al verme, algunas personas, llenas de horror, corrieron a refugiarse en sus casas.
Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó: "¡Miren! ¡Es un loco!". Alcé la cabeza para mirarlo y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro y mi alma se encendió de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y, como si fuera presa de un trance, grité: "¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!"

Fue así que enloquecí.

Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden nos esclavizan.

Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.

Khalil Gibran "El loco"

Vestiduras


 
Cierto día Belleza y Fealdad se encontraron a orillas del mar. Y se dijeron:
-Bañémonos en el mar.
Entonces se desvistieron y nadaron en las aguas. Instantes más tarde Fealdad regresó a la costa y se
vistió con las ropas de Belleza, y luego partió.
Belleza también salió del mar, pero no halló sus vestiduras, y era demasiado tímida para quedarse
desnuda, así que se vistió con las ropas de Fealdad. Y Belleza también siguió su camino.
Y hasta hoy día hombres y mujeres confunden una con la otra.
Sin embargo, algunos hay quienes contemplan el rostro de Belleza y saben que no lleva sus vestiduras.
Y algunos otros que conocen el rostro de Fealdad, y sus ropas, no lo ocultan a sus ojos.


Khalil Gibran

Cuando

domingo, 17 de abril de 2011

Barón Biza: habla Fernando Domínguez





1)Una pregunta tonta pero necesaria. ¿Por qué te interesaste en Barón Biza?

La primera noticia que tuve sobre Barón Biza fue a partir de la lectura de El desierto y su semilla. Al saber que lo que contaba la novela se basaba en hechos reales me interesé por él. Aunque lo primero que me llamó la atención fue más Myriam Stefford que Barón Biza, de modo que comencé a investigar sobre esta actriz europea que había filmado tantas películas en Alemania. Incluso tenía los nombres de las películas: La duquesa de Chicago, Poker de ases, etc. Sin embargo, cuando intenté hallarlas no sólo no las hallé, cosa que suponía, sino que además me encontré con que no había ningún registro de ellas en ningún lado. Es cierto que al citar así las películas (sinel título original, ni la productora, ni el director, ni el año), se hace muy difícil encontrarlas, pero tampoco hallé el nombre de Myriam Stefford (ni el de Rosa Martha Rossi Hoffman) en ninguna base de datos ni en ninguna historia del cine. Además, en un reportaje a Jorge Barón que leí, él comentaba que tal vez Myriam ni siquiera fuese europea. Con lo cual, los pocos datos que tenía al principio de la investigación fueron puestos en duda por la misma. Sí sabemos bastante sobre su actividad como aviadora, ya que está registrada en los diarios de la época, al igual que todos los detalles de su funeral quefue fastuoso... De todas formas, para ese momento ya sí me había interesado por Barón Biza.

2)¿Cuál pensás que es el motivo del interés que despierta Barón Biza?


Evidentemente los hechos que conocemos de su vida son extravagantes y si bien hay largos períodos que desconocemos casi por completo (su infancia y juventud, su vida en el exilio, etc.) bastan unas pocas anécdotas para llamar la atención de cualquiera. Después algunos se interesarán por su literatura y otros no, pero es innegable que el personaje es muy rico.

3) La mayoría se ataja diciendo que Barón Biza es interesante como un cultor del margen. Como un escritor menor, pero cuya obra tiene cierto atractivo precisamente por ser altisonante. ¿Vos le reconocés un valor literario real, más allá de esas circunstancias?

No veo la razón por la cual no considerar ese atractivo altisonante como un valor literario. Barón Biza hace de la altisonancia su estilo y es un valor literario tan real como cualquier otro.

4) ¿Dónde pensás que está el mejor Barón Biza? ¿Hay alguno de sus trabajos que consideres superior al resto?

Punto final tal vez sea su novela con mayores aciertos, por ejemplo, en cuanto a la construcción de los personajes. Es verdad que tiene momentos flojos, escenas, frases, párrafos que están por debajo de El derecho de matar, que es un relato más redondo. Pero los momentos de Michel Martín en Punto final logran ser inolvidables. Debe de ser uno de los personajes más abyectos de la historia de la literatura; esto puede disgustar al lector, de hecho no creo que sea otra la intención de Barón Biza, pero lo cierto es que tiene un mérito de construcción literaria, lo mismo que la ambigüedad en la que se inscribe Ego, que en una página puede ser un seductor, en la otra un violador y luego un padre de familia, sin por eso dejar de ser el mismo personaje, ni dejar de ser verosímil como tal.

5) ¿Cuál es tu opinión sobre obras "menores" de Barón Biza, como Porqué me hice revolucionario o Risas, lágrimas y sedas?


Sí, Risas, lágrimas y sedas es una obra menor. Sin embargo, al ser el texto más antiguo de Barón Biza del que tengamos noticias, nos sirve para pensar sus influencias. Considero que a partir de Risas, lágrimas y sedas podemos dejar de lado la idea de las influencias de Sade o Poe, que ya es un lugar común, y podemos preguntarnos si habrá leído(seguramente los leyó), en las largas vacaciones de su juventud por Europa, a los naturalistas, a los simbolistas, o a los decadentistas(quienes sí reconocían a Sade y a Poe). Supongo que este libro puede servir para indagar en su bagaje literario… Con respecto a Por qué mehice revolucionario, no la considero de ningún modo una obra menor dentro de su obra. Creo que es el libro más "correctamente" escrito por Barón Biza y además tiene un valor histórico indiscutible de ciertos hechos poco estudiados de la historia argentina.

6) Barón Biza tuvo varios ilustradores. ¿Cuál de ellos, según tu criterio, es el que mejor reflejó su pensamiento?


Las ilustraciones más interesantes son las de Teodoro Piotti para El derecho de matar.

7) ¿Cómo te llevás con los costados indefendibles de Barón Biza? Me refiero a su antisemitismo, a su acto final y a sus incoherencias.


El antisemitismo de Barón Biza me repugna como el antisemitismo de cualquiera. Con su acto final, en tanto lector, no establezco ninguna relación ni me llevo de ningún modo: sabemos que fue, como decís, indefendible,¿pero qué más agregar?. Sus incoherencias y sus contradicciones sí me interesan en tanto aparecen en su obra escrita, especialmente esa defensa de la mujer que hace desde la misoginia. Me interesa eso porque es el motor de sus personajes.

8) Lovecraft era racista, e incluso en su tiempo fue considerado un escritor menor. Hoy se le reconocen méritos. ¿Con Barón Biza puede pasar lo mismo, se pueden olvidar sus prejuicios y salvar al escritor, o pensás que la infamia va a pesar más?


No tengo elementos para concluir sobre el futuro de su obra. Sin embargo podemos tener en cuenta que hay un interés creciente: su nombre suena con más frecuencia en las librerías de viejo, dos editoriales se interesaron por poner a la venta dos trabajos biográficos, ustedes están digitalizando las obras completas... Hoy por hoy Barón Biza es mucho menos conocido que hace 70 años, pero un poco más que 5 años atrás.

9) El último libro de Raúl es Todo estaba sucio. Para Jorge Barón, la novela es como un desierto al que no se le ven fronteras, el grado cero de la esterilidad y del vacío. ¿Pensás que después de esa novela, podía haber algo más? ¿Qué se escribe después de un libro así? ¿Hay un "después" para un creador que se asoma a ese vacío?


Me parece que el hecho de escribir y editar un libro hace que el grado de esterilidad no llegue a cero. Por otra parte muchos escritores se han asomado al vacío y sin embargo han continuado su obra, muchas veces insistiendo en ese mismo vacío. Pero la verdad es que sabiendo que poco después se suicidó uno no puede más que darle la razón a su hijo Jorge.

Fernando Domínguez tuvo la amabilidad de respondernos nueve preguntas sobre el objeto de nuestro afecto.
Esta es la charla que tuvo Federico Alejandro Minolfi (vía internet) con el autor de Barón Biza, el regisseur.
http://baronbiza.blogspot.com

lunes, 11 de abril de 2011

Bach - Harpsichord Concerto No.1 in D Minor BWV 1052 - 1/3

El juego de Dios


Danzando en todos los mundos a la vez. Y ante todo en el mundo de la materia. Mira el gran halo redondo orlado con los símbolos del fuego, dentro del cual dios está danzando. Es el soporte para la naturaleza, para el mundo de la materia y la energía. Dentro de él, Shiva Nataraja danza la danza del ir y venir sin fin...Este es su “Lila”, su juego cósmico, jugando por amor al juego, como un niño. Pero este niño es el orden de las cosas. Sus juguetes son galaxias, su patio de juego es el espacio infinito, y entre dedo y dedo, cada intervalo es de millones de años luz.. Jugando entre las estrellas y dentro de los átomos. Pero también es un juego dentro de cada ser viviente, cada criatura sutil, cada niño, hombre y mujer.


(Aldous Huxley, "Isla")

Hoy me puse a pensar

Hoy me puse a pensar la importancia que no le damos a la vida, cuando ésta sin querer nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos. Todos estamos llenos de momentos felices y nos sentimos morir cuando algo se termina.

La felicidad llega en cualquier momento, todo en el mundo se termina, hasta lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso.

Acá nosotros pensamos que estar solos es el fin de la vida y no nos damos cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban…

El amor tiene un millón de vueltas, a veces nos sorprende y nos da felicidad y a veces se transforma en lo peor que hay.

Pensando todo esto , crecí un poquito mas, aprendí a sonreír y a ver la realidad tal cual como es, pero por sobre todo pude darme cuenta que no sirve el ORGULLO cuando existe la AMISTAD, que no sirve LLORAR cuando un amor se va, que no vale la pena aprender a CALLAR y que no existen FRONTERAS cuando nos sentimos vivos.


Autor desconocido

martes, 5 de abril de 2011

LA LEYENDA DEL CUCHARÓN


Hacía mucho tiempo que no llovía en la comarca. El clima era tan caliente y seco que las flores se marchitaban, la hierba estaba calcinada y parda, y aun los árboles grandes y fuertes estaban muriendo. El agua se secaba en los arroyos y ríos, los manantiales estaban secos, las fuentes dejaron de burbujear. Las vacas, los perros, los caballos, los pájaros y todas las personas estaban sedientos. Todos se sentían incómodos y enfermos.

Había una niña cuya madre enfermó gravemente.

-Oh -dijo la niña-, si tan sólo encontrara agua para mi madre, sin duda ella se repondría. Debo encontrar agua.

Tomó su taza de hojalata y partió en busca de agua. Al cabo del tiempo encontró una pequeña fuente en una ladera. Estaba casi seca. El agua goteaba muy despacio desde abajo de la roca. La niña sostuvo la taza y recogió unas gotas. Aguardó un largo, largo tiempo, hasta que la taza se llenó de agua. Luego bajó la cuesta de la montaña sosteniendo la taza con mucho cuidado, pues no quería derramar una sola gota.

En el camino se cruzó con un pobre perro que apenas podía caminar. Respiraba entrecortadamente y la lengua reseca le colgaba de la boca.

-Pobre perrito -dijo la niña-, estás tan sediento. No puedo seguir de largo sin darte unas gotas de agua. Si te doy sólo un poco, aún habrá suficiente para mi madre.

Así que la niña vertió un poco de agua en la mano y le ofreció al perro. Él lamió rápidamente y se sintió mucho mejor, de modo que se puso a menear la cola y ladrar, como si le diera las gracias. Y la niña no lo notó, pero su cucharón de hojalata se había convertido en un cucharón de plata y estaba tan lleno de agua como antes.

Se acordó de su madre y echó a andar a toda prisa. Cuando llegó a casa casi anochecía. La niña abrió la puerta y subió rápidamente a la habitación de su madre. Cuando entró en la habitación, la vieja criada que ayudaba a la niña y su madre, y que había trabajado todo el día para cuidar de esa mujer enferma, se acercó a la puerta. Estaba tan fatigada y sedienta que apenas podía hablar.

.Dale un sorbo de agua -dijo la madre-. Ha trabajado con ahínco todo el día y la necesita mucho más que yo.

Así que la niña le acercó la taza a los labios y la vieja criada bebió un sorbo de agua. De inmediato se sintió mucho mejor y se acercó a la madre y la alzó. La niña no notó que la taza se había convertido en una taza de oro y estaba tan llena de agua como antes.

Luego acercó la taza a los labios de la madre, que bebió y bebió. ¡Oh, se sentía mucho mejor! Cuando hubo terminado, aún quedaba un poco de agua en la taza. La niña se la iba a llevar a los labios cuando oyó un golpe en la puerta. La criada la abrió y se encontró con un desconocido. Estaba pálido y sucio de polvo.

-Tengo sed -dijo-. ¿Puedo beber un poco de agua?

La niña dijo:

-Claro que sí, sin duda la necesitas mucho más que yo. Bébela toda.

El desconocido sonrió y tomó el cucharón, que de inmediato se convirtió en un cucharón de diamante. Lo dio vuelta y toda el agua se cayó al suelo. Y donde caía el agua burbujeó una fuente. El agua fresca fluía sin cesar, agua de sobra para la gente y los animales de toda la comarca.

Mientras miraban el agua se olvidaron del forastero, pero cuando miraron se había ido. Creyeron verle desaparecer en el cielo... y allá en el cielo, alto y claro, brillaba el cucharón de diamante. Todavía brilla en lo alto, y recuerda a la gente la niñita que era amable y abnegada. Se llama el Gran Cucharón.


* En inglés, Big Dipper (Gran Cucharón) es otro modo de denominar la constelación de la Osa Mayor.

Versión de J. Berg Esenwein y Marietta Stockard

EL VALOR DE LAS COSAS


"Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?"
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después...- y haciendo una pausa agregó Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

-E...encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
-Bien-asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió.

Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.
Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
-Maestro -dijo- lo siento, n
o es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
-Que importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
-¡¿58 monedas?!-exclamó el joven.
-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...
El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

Esta es una historia que nos enseña que el verdadero valor de las cosas solo puede ser apreciado por un experto.


Mercedes Reyes, Shotokan Perú

lunes, 4 de abril de 2011

Nunca te burles de un rinoceronte

Hubo una vez en la sabana africana, un rinoceronte con mal humor que se enfadaba muy fácilmente. Cierto día, una gran tortuga cruzó por su territorio sin saberlo, y el rinoceronte corrió hacia ella para echarla. La tortuga, temerosa, se ocultó en su caparazón, así que cuando el rinocerante le pidió que se fuera no se movió. Esto irritó mucho al gran animal, que pensó que la tortuga se estaba burlando, y empezó a dar golpes contra el caparazón de la tortuga para hacerla salir. Y como no lo conseguía, empezó a hacerlo cada vez más fuerte, y con su cuerno comenzó a lanzar la tortuga por los aires de un lado a otro, de forma que parecía un rinoceronte jungando al fútbol, pero en vez de balón, usaba una tortuga.

La escena era tan divertida, que enseguida un montón de monos acudieron a verlo, y no paraban de reírse del rinoceronte y su lucha con la tortuga, pero el rinoceronte estaba tan furioso que no se daba ni cuenta. Y así siguio hasta que, cansado de dar golpes a la tortuga sin conseguir nada, paró un momento para tomar aire.

Entonces, al parar su ruido de golpes, pudo oír las risas y el cachondeo de todos los monos, que le hacían todo tipo de burlas. Ni al rinoceronte ni a la tortuga, que se asomó para verlo, les hizo ninguna gracia ver una panda de monos riéndose de ellos, así que se miraron un momento, se pusieron de acuerdo con un gesto, y la tortuga volvió a ocultarse en el caparazón. Esta vez el rinoceronte, muy tranquilo, se alejó unos pasos, miró a la tortuga, miró a los monos, y cogiendo carrerilla, disparó un formidable tortugazo, con tan tremenda puntería, que ¡parecía que estaba jugando a los bolos con los monos burlones!.

El "strike" de monos convirtió aquel lugar en una enfermería de monos llenos de chichones y moratones, mientras que el rinoceronte y la tortuga se alejaban sonriendo como si hubieran sido amigos durante toda la vida... y mientras le ponían sus tiritas, el jefe de los monos pensaba que tenían que buscar mejores formas de divertirse que burlarse de los demás.


Pedro Pablo Sacristán