martes, 31 de diciembre de 2013

Del tirano




¿Del tirano? Del tirano 
Di todo, ¡di más!, y clava 
Con furia de mano esclava 
Sobre su oprobio al tirano.

¿Del error? Pues del error 
Di el antro, di las veredas 
Oscuras: di cuanto puedas 
Del tirano y del error.

¿De mujer? Bien puede ser 
Que mueras de su mordida; 
¡Pero no empañes tu vida 
Diciendo mal de mujer!  

José Martí

lunes, 30 de diciembre de 2013

Constructor de guitarras - Antonio Bautista - Parte 2



Constructor de guitarras Antonio Bautista. Explicación paso a paso  para la elaboración de guitarras clásicas y flamencas asi como sus diferentes características y calidades. Se hacen guitarras por encargo, cualquier interesado puede ponerse en contacto via mail: guitarrasbautista@hotmail.com se responderán todas las preguntas y se podrá concertar cita para ver, probar y discutir las diferentes opciones y características del modelo deseado.

Constructor de guitarras - Antonio Bautista - Parte 1

Sed de belleza





Solo, estoy solo: viene el verso amigo,
Como el esposo diligente acude
De la erizada tórtola al reclamo.
Cual de los altos montes en deshielo
Por breñas y por valles en copiosos
Hilos las nieves desatadas bajan
Así por mis entrañas oprimidas
Un balsámico amor y una avaricia
Celeste, de hermosura se derraman.
Tal desde el vasto azul, sobre la tierra,
Cual si de alma de virgen la sombría
Humanidad sangrienta perfumasen,
Su luz benigna las estrellas vierten
Esposas del silencio- y de las flores
Tal el aroma vago se levanta.

Dadme lo sumo y lo perfecto: dadme
Un dibujo de Ángelo: una espada
Con puño de Cellini, más hermosa
Que las techumbres de marfil calado
Que se place en labrar Naturaleza.
El cráneo augusto dadme donde ardieron
El universo Hamlet y la furia
Tempestuosa del moro: la manceba
India que a orillas del ameno río
Que del viejo Chichén los muros baña
A la sombra de un plátano pomposo
Y sus propios cabellos, el esbelto
Cuerpo bruñido y nítido enjugaba.
Dadme mi cielo azul... dadme la pura,
La inefable, la plácida, la eterna
Alma de mármol que al soberbio Louvre
Dio, cual su espuma y flor, Milo famosa.  

José Martí

viernes, 27 de diciembre de 2013

Earl Hooker - Two Bugs And A Roach



One of the few Earl Hooker albums from Arhoolie

Most of the songs are recorded from 1968. 

1. Two Bugs And A Roach 0:00
2. Wah Wah Blues 4:19
3. You Don't Love Me 8:56
4. Earl Hooker Blues 14:33
5. Anna Lee 19:47
6. Off The Hook 26:17
7. Love Ain't A Plaything 30:12
8. You Don't Want Me 35:11
9. The Hook 40:28
10. New Sweet Black Angel 45:29
11. I'm Going Down The Line 50:45
12. Sweet Black Angel 53:06
13. Guitar Rag 56:19
14. Earl's Boogie Woogie 59:18

jueves, 26 de diciembre de 2013

Mi reyecillo





Los persas tienen
Un rey sombrío;
Los hunos foscos
Un rey altivo;
Un rey ameno
Tienen los íberos;
Rey tiene el hombre,
Rey amarillo:
¡Mal van los hombres
Con su dominio!
Mas yo vasallo
De otro rey vivo,-
Un rey desnudo,
Blanco y rollizo:
Su cetro -un beso!
Mi premio -un mimo!
Oh! cual los áureos
Reyes divinos
De tierras muertas,
De pueblos idos
-¡Cuando te vayas
Llévame, hijo!-
Toca en mi frente
Tu cetro omnímodo;
Ungeme siervo,
Siervo sumiso:
¡No he de cansarme
De verme ungido!
¡Lealtad te juro,
Mi reyecillo!
Sea mi espalda
Pavés de mi hijo;
Posa en mis hombros
El mar sombrío:
Muera al ponerte
En tierra vivo:
Mas si amar piensas
El amarillo
Rey de los hombres,
¡Muere conmigo!
¿Vivir impuro?
¡No vivas, hijo!  

José Martí

domingo, 22 de diciembre de 2013

Poeta




Como nacen las palmas en la arena
Y la rosa en la orilla al mar salobre,
Así de mi dolor mis versos surgen
Convulsos, encendidos, perfumados.
Tal en los mares sobre el agua verde,
La vela hendida, el mástil trunco, abierto
A las ávidas olas el costado,
Después de la batalla fragorosa
Con los vientos, el buque sigue andando. 

¡Horror, horror! ¡En tierra y mar no había
Más que crujidos, furia, niebla y lágrimas!
Los montes, desgajados sobre el llano
Rodaban; las llanuras, mares turbios,
En desbordados ríos convertidas,
Vaciaban en los mares; un gran pueblo
Del mar cabido hubiera en cada arruga;
Estaban en el cielo las estrellas
Apagadas; los vientos en jirones
Revueltos en la sombra, huían, se abrían,
Al chocar entre sí, y se despeñaban;
En los montes del aire resonaban
Rodando con estrépito; ¡en las nubes
Los astros locos se arrojaban llamas! 

Río luego el Sol; en tierra y mar lucía
Una tranquila claridad de boda.
¡Fecunda y purifica la tormenta!
Del aire azul colgaban ya, prendidos
Cual gigantescos tules, los rasgados
Mantos de los crespudos vientos, rotos
En el fragor sublime. ¡Siempre quedan
Por un buen tiempo luego de la cura
Los bordes de la herida sonrosados!
Y el barco, como un niño, con las olas
Jugaba, se mecía, traveseaba.

José Martí

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Qué importa que tu puñal



¿Qué importa que tu puñal
Se me clave en el riñón?
¡Tengo mis versos, que son
Más fuertes que tu puñal!

¿Qué importa que este dolor
Seque el mar y nuble el cielo?
El verso, dulce consuelo,
Nace al lado del dolor.  

José Martí

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El Martín Fierro recitado





El Gaucho Martin Fierro y la vuelta de Martin Fierro

Relato en la voz de Juan José Güiraldes sobrino de Ricardo Güiraldes , ademas de defensor fue un difusor del Tradicionalismo ,Presidente Fundador de La "confederacion Gaucha" tambien fue Militar (Comodoro) entre otras cosas , decia: "los hombres hacen hoy la tradición de mañana". Fallecio a los 86 años en el 2003.
si quiere comprar la version en cd aqui:http://www.confederaciongaucha.com.ar...
Consultas por discos:
Email o Correo: correo@confederaciongaucha.com.ar 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Johnny Shines - Takin' The Blues Back South





1. I Believe I'll Make A Change 0:00
2. Nobody's Fault But Mine 3:57
3. The Devil's Daughter 8:43
4. Back to the Steel Mill 11:53
5. Blood Ran Like Wine 15:40
6. Abide My Wish 19:18
7. Mean Black Gobbler 23:52
8. Lost Letter Blues 28:41
9. Freight Train Blues 31:21
10. My Best Friend 36:12
11. The Blue Horizon 39:18
12. Mean Black Gobbler (Unissued Version) 45:02

jueves, 5 de diciembre de 2013

Classic Blues & Rock N' Blues & Harp - Part 1



Rick Derringer, Steve Hunter & Pat Travers - Blues for Stevie
Fred & The Healers - Is That A Shame ?!
Banana Peel Bluesband - Blues Of The Monthclub
Erja Lyytinen - Skinny Girl
Bruce Nasmith - Big Blue Eyes
Thunderbird Kingsley - Hog Country Blues
Thunderbird Kingsley - Bottle of Whiskey and A 45
Benoit Blue Boy - Combien
Loretta & The Bad Kings - Follow My Hips
Dennis Glen Avila - Girl By The Video Game

Trabajos de Jacques Lacan: La equivocación del sujeto supuesto al saber – Parte 7

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Desde la publicación de mi libro, ningún crítico cumplió con su oficio, que es el dar cuenta, salvo uno llamado Jean-Marie Auzias, en uno de esos libritos de morondanga cuyo bajo costo no disculpa las negligencias tipográficas, que se llama: Claves del estructuralismo, en el que se me consagra el capítulo IX y usa mi referencia en los restantes. Jean-Marie Auzias, repito, es un crítico estimable, avis rara.
A pesar de su caso, sólo espero de aquellos a quienes aquí hablo que confirmen el malentendido.
Retengan al menos lo que testimonia este texto que ofrezco a vuestro ingenio: que mi empresa (enterprise) no supera el acto del que está presa (prise) y que, por ende, su única posibilidad es la de la equivocación (meprise).
Y aún habría que decir del acto analítico que por ser, desde su revelación original, el acto que nunca triunfa tan bien como cuando es fallido, esta definición no implica (al igual en otras partes que en nuestro campo) la reciprocidad, noción tan cara a la divagación psicológica.
Esto quiere decir que no basta con que fracase para triunfar, el mero malogro no abre la dimensión de la equivocación aquí en cuestión.
Cierto retraso del pensamiento en el psicoanálisis -dejando a los juegos de lo imaginario todo lo que puede proferirse de una experiencia continuada en el lugar en que Freud la hizo- constituye un malogro sin un plus de significación.
Por eso toda una parte de mmi enseñanza no es acto analítico, sino tesis, y la polémica a ella inherente, acerca de las condiciones que redoblan la equivocación propia del acto, con un fracaso de sus incidencias.
Al no haber podido cambiar esas condiciones, dejo mi esfuerzo en el suspenso de este fracaso.
La falsa equivocación, estos dos términos anudados como en una comedia de Marivaux, encuentran aquí un sentido renovado que no implica ninguna verdad de hallazgo. Es en Roma, como recuerdo de un hito de mi empresa, donde daré mañana, como se pueda, la medida de este fracaso con sus razones.
La suerte dirá si está preñado del futuro, que está en manos de aquellos que he formado.


Traducción de Diana S. Rabinovich
En el Instituto Francés de Nápoles,
El 14 de diciembre de 1967



Trabajos de Jacques Lacan: La equivocación del sujeto supuesto al saber – Parte 6




Convendría separarla de la Dio-logía, cuyos Padres se despliegan desde Moisés a James Joyce, pasando por Meister Eckhart, pero cuyo lugar, nos parece, es nuevamente Freud quien mejor lo marca. Como lo dije: sin ese lugar marcado, la teoría psicoanalítica se reduciría a lo que es, para mejor o para peor, un delirio de tipo schreberiano; Freud no se engañó al respecto y no vacila en reconocerlo (cf. precisamente su "caso Schreber").
Ese lugar de Dios-el-Padre es el que designé como Nombre-del-Padre y el que me proponía ilustrar en lo que debía ser el decimotercer año de mi seminario (mi undécimo en Sainte-Anne) cuando un pasaje al acto de mis colegas psicoanalistas me forzó a ponerle punto final después de mi primera lección. Nunca retomaré ese tema, pues veo en él que ese sello no podría aún ser abierto por el psicoanálisis.
En efecto, la posición del psicoanalista está suspendida a una relación muy hiante. Pero no sólo a ella, pues se le requiere que construya la teoría de la equivocación esencial del sujeto en la teoría: lo que llamamos el sujeto supuesto al saber.
Una teoría que incluye una falta que debe volverse a encontrar en todos los niveles; inscribirse aquí como indeterminación, allí como certeza  yformar el nudo de lo ininterpretable; en ella me esfuerzo, sin dejar de experimentar su atopia sin precedentes. La pregunta aquí es: ¿qué soy yo para osar una tal elaboración? La respuesta es sencilla: un psicoanalista. La respuesta es suficiente, si se limita su alcance a lo que tengo de un psicoanalista: la práctica.
Ahora bien, es precisamente en la práctica donde el psicoanalista debe estar a la altura de la estructura que la determina, no en su forma mental, ¡por desgracia! Allí justamente se encuentra el impasse, pero en su posición de sujeto en tanto que inscrita en lo real: una tal inscripción es lo que define propiamente el acto.
En la estructura de la equivocación del sujeto supuesto al saber, el psicoanalista (pero ¿quiés es y dóde está y cuándo está, agote usted la lira de las categorías, es decir, la indeterminación de su sujeto, el psicoanalista?), no obstante, debe encontrar la cereza de su acto y la hiancia que hace su ley.
¿Llegaré acaso a recordarles, a quienes algo saben de esto, la irreductibilidad de lo que queda de ello al final del psicoanálisis y que Freud indicó (en Análisis terminable e interminable) bajo los términos de castración, incluso de envidia del pene?
¿Acaso puede evitarse que dirigiéndome a una audiencia a la que nada prepara para esta intrusión del acto psicoanalítico, pues ese acto sólo se le presenta bajo disfraces que lo degradan y desvían, el sujeto que mi discurso delimita, no siga siendo lo que es para nuestra realidad de ficción psicologizante: en el peor de los casos el sujeto de la representación, el sujeto del obispo de Berkeley, punto muerto del idealismo; en el mejor, el sujeto de la comunicación, de lo intersubjetivo del mensaje y de la información, inútil incluso como contribución a nuestro problema?
Aunque hayan llegado al punto de decirme, para que acuda a este encuentro, que era popular en Nápoles, no puedo ver en el éxito de mis Escritos más que el signo de que mi trabajo emerge en este momento del presentimiento univeersal, que resulta de otras emergencias más opacas.

Esta interpretación es sin duda justa, si se comprueba que este eco produce más allá del campo francés, donde esta acogida se explica mejor por la exclusión en la que la mantuve durante veinte años.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Trabajos de Jacques Lacan: La equivocación del sujeto supuesto al saber – Parte 5



Lo que en ella se demuestra, diremos más bien nosotros, es la estructura de ese deseo que Spinoza formuló como la esencia del hombre. Ese deseo que de la desideración que confiesa en las lenguas romances, sufre aquí la deflación que lo devuelve a su deser.
Si el psicoanalista dio en el punto justo, por su inherencia a la pulsión anal, pues el oro es mierda, es bastante bufo verlo calmar esa llaga en el flanco que es el amor, con la pomada de lo auténtico, cuyo oro es fons et... origo.
Por eso el psicoanalista ya no interpreta como en la belle époque, se sabe. Porque él mismo mancilló su fuente viva.
Pero comoo es necesario que camine erguido, desteta, es decir corrige el deseo e imagina que desteta (frustración, agresión, ..., etc.).
Castigat mores, diremos: ¿riendo? No, ¡desafortunadamente!, sin reír: castra las costumbres de su propio ridículo.
Remite la interpretación a la transferencia, lo que nos lleva a nuestro uno (on).
Lo que el psicoanalista de hoy le ahorra al psicoanalizante es, precisamente, lo que antes dijimos: no es lo que le concierne, que está dispuesto a tragarse de inmediato, pues le dan las formas, las formas de la poción... Abrirá gentilmente su piquito de besito, lo abrirá no lo abrirá. No, lo que el psicoanalista encubre, porque con ello se cubre, es que algo pueda decirse sin que ningún sujeto lo sepa.
Mené, mené, thékel, oupharsin. Si eso aparece en la pared para que todo el mundo lo lea,, eso echa por tierra un imperio. La cosa es trasladada al lugar preciso.
Pero, sin siquiera tomar nuevo aliento, se atribuye la farsa al Todo-Poderoso, en forma tal que el agujero se vuelve a cerrar con el golpe mismo con que se lo produce; y ni siquiera se cuida de que por este artificio el estruendo mismo sirva de bastión al deseo mayor, el deseo de dormir. Aquel del que Freud hace la instancia última del sueño.

Sin embargo, ¿no podríamos percatarnos de que la única diferencia, esa diferencia que reduce a la nada aquello de lo que difiere, la diferencia de ser, ésa sin la cual el inconsciente de Freud es fútil, que se opone a todo lo que antes suyo se produjo bajo el label de inconsciente, pues señala claramente que un saber se libra desde un lugar que difiere de toda aprehensión (prise) del sujeto, pues sólo se entrega en aquello que es la equivocación (méprise) del sujeto?

El Vergreifen [cf. Freud: la equivocación (méprise) es su término para los actos sintomáticos], superando la Bergriff (la aprehensión o la prise), promueve una nada que se afirma y se impone debido a que su negación misma la indica en la confirmación que no faltará de su efecto en la secuencia.
Súbitamente surge una pregunta por aparecer la respuesta que la preveía al ser su(b)-puesta. El saber que sólo se libra a la equivocación del sujeto: ¿cuál puede ser el sujeto que lo supiese antes?
Por más que podamos muy bien suponer que el descubrimiento del número transfinito se abrió debido a que Cantor tropezó al manosear decimales diagonalmente, no por ello llegamos a reducir la pregunta acerca del furor que su construcción desencadena en un Kroenecker. No obstante, esta pregunta no debe enmascararnos otra que concierne al saber así surgido: ¿dónde puede decirse que esperaba el número transfinito, como "nada más que saber", al que resultaría su descubridor? ¿Si no es en ningún sujeto, es en algún uno (on) del ser?

El sujeto supuesto al saber, Dios mismo para llamarlo con el nombre que le da Pascal, cuando se precisa su contrario: no el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacobo, sino el Dios de los filósofos, despojado aquí de su latencia en toda teoría. Teoría, ¿sería el lugar en el mundo de la teo-logía?

De la cristiana seguramente desde que ella existe, gracias a lo cual el ateo se nos presenta como quien más se aferra a ella. Lo sospechábamos: y que ese Dios estaba un poco enfermo. No lo volverá más animoso una cura de ecumenismo ni, me temo, el Otro con una A mayúscula en francés, el de Lacan.

martes, 3 de diciembre de 2013

Trabajos de Jacques Lacan: La equivocación del sujeto supuesto al saber – Parte 4




Imposible volver a encontrar el inconsciente sin arremeter con todo porque su función es borrar el sujeto. De allí los aforismos de Lacán: "El inconsciente está estructurado como un lenguaje" o también: "El inconsciente, es el discurso del Otro".
Esto recuerda que el inconsciente no es perder la memoria, es no acordarse de lo que se sabe. Pues hay que decir según el uso del no-purista: "yo me acuerdo de ello" (je m'en rappelle) o sea: me llamo (rappelle) al ser (de la representación) a partir de ello. ¿A partir de qué? De un significante.
No me acuerdo más de ello. Eso quiere decir que no me encuentro allí adentro. Esto no me incita a ninguna representación donde se pruebe que habité allí.

Esa representación es lo que se llama recuerdo. Deslizar allí el recuerdo se debe a la confusión que hubo hasta ahora entre dos fuentes:
1) La inserción del ser vivo en la realidad que es lo que de ella imagina y que puede calibrarse por el modo en que ante ella reacciona;
2) el lazo del sujeto con un discurso del que puede ser suprimido, es decir, no saber que ese discurso lo implica.
El formidable cuadro de la amnesia llamada de identidad debería ser edificante en este punto.
Hay que implicar aquí que el uso de nombre propio, por el hecho de ser social, no revela que éste sea su origen. De aquí en más puede perfectamente llamarse amnesia el orden de eclipse que se suspende a su pérdida: en él el enigma se distingue aún mejor, pues el sujeto no pierde para nada el beneficio de lo aprendido.
Todo lo tocante al inconsciente sólo juega sobre efectos de lenguaje. Es algo que se dice, sin que el sujeto se represente ni se diga allí: sin que se sepa qué dice.
Esta no es la dificultad. El orden de indeterminación que constituye la relación del sujeto con un saber que lo supera resulta, puede decirse, de nuestra práctica, que lo implica en la medida en que ella es interpretativa.

Pero que pueda haber en él un decir que se diga sin que uno (on) sepa quién lo dice, es precisamente lo que se le escapa al pensamiento, es una resistencia ón-tica, una resistencia gesticulante.
(Juego con la palabra on en francés, de la que hago, no sin razón, un soporte del ser, un óv, un ente y no la figura de la omnitud: en suma el sujeto supuesto al saber).
Si on, uno, la omnitud, acabó acostumbrándose a la interpretación, lo hizo mucho más fácilmente en la medida en que desde hace añares la religión la habituó a ella.
Incluso es de este modo con cierta obscenidad universitaria, la que se denomina hermenéutica, hace su agosto con el psicoanálisis.

En nombre del pattern y del filos ya evocado, del patrón-amor que es la piedra filosofal del fiduciario intersubketivo y sin que nadie se haya detenido nunca en el misterio de esta heteróclita Trinidad, la interpretación brinda amplia satisfacción... apropósito, ¿a quién?  Ante todo al psicoanalista que despliega en ella el moralismo bendecidor cuyas intimidades acabo de exponer.
Es decir, que se cubre por actuar siempre en función del bien: conformismo, herencia y fervor reconciliador constituyen la triple mama que éste ofrece al pequeño número de quienes, por haber oído su llamado, ya son elegidos.
Así, las piedras con las que tropieza su paciente no son más que los adoquines de sus propias buenas intenciones, modo, sin duda, para el psicoanalista de no renegar de la esfera de influencia del infierno a la que Freud se había resignado (Si nequeo flectere Superos...).
Pero no es quizá con esta pastoral, con estas palabras de pastoril poesía como Freud procedía. Basta con leerlo.


Que haya llamado mitología a la pulsión, no quiere decir que no haya que tomar en serio lo que en ella muestra.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Trabajos de Jacques Lacan: La equivocación del sujeto supuesto al saber – Parte 3



El presente comentario permite percatarse de lo que se formula, al menos para quien lee a Freud en nuestra escuela: que la disciplina conductista se define por la negación (Verneinung) del principio de realidad.

¿No es esto dar lugar a la operación de la navaja, subrayando que mi polémica aquí, al igual que en otros lados, no es digresiva, para demostrar que es en la juntura misma del psicoanálisis con el objeto que él suscita donde el psicoanalista abre su sentido por ser su desecho práctico?
Puesto que, donde parece que denuncio como traición la carencia del psicoanalista, ciño la aporía con la que articulo este año el acto psicoanalítico.

Acto que fundo en una estructura paradójica pues en él el objeto es activo y el sujeto subvertido, y donde inauguro el método de una teoría en tanto ésta no puede, con toda corrección, considerarse irresponsable de los hechos que se comprueban en una práctica.
Así, en el punto sensible de la práctica que hizo palidecer al inconsciente, ahora tengo que evaluar su registro.
Para ello es necesario lo que diseño de un proceso anudado por su propia estructura. Toda crítica que fuese nostalgia de un inconsciente en su primera flor, de una práctica en su audacia todavía salvaje, sería ella misma puro idealismo. Simplemente nuestro realismo no implica el progreso en el movimiento que se dibuja con la simple sucesión. No lo implica en modo alguno, pues lo considera como una de las fantasías más groseras de lo que merece ser clasificado como ideología de cada época, aquí como efecto de mercado en tanto que es supuesto por el valor de cambio. Es necesario que el movimiento del universo del discurso sea presentado al menos como el crecimiento a interés compuesto de una renta de inversión.
Sin embargo, cuando no hay idea de progreso, ¿cómo apreciar la regresión, la regresión del pensamiento naturalmente? Observemos incluso cómo esta referencia al pensamiento está puesta en tela de juicio mientras no esté definida, pero tampoco podemos definirla hasta tanto no hayamos respondido a la pregunta qué es el inconsciente. Pues el inconsciente, lo primero que se puede decir de él, lo que quiere decir su: lo que es, el quod est, en tanto es el sujeto de todo lo que puede serle atribuido, es lo que, en efecto, Freud dice en primer término sobre él: son pensamientos.

Asimismo, el término regresión del pensamiento tiene aquí, de todos modos, la ventaja de incluir la pulsación indicada por nuestros preliminares: o sea, ese movimiento de retiro depredador cuya succión vacía de algún modo las representaciones de su implicación de conocimiento, esto, a veces, según la propia confesión de los autores que se jactan de este vaciamiento (conductista o mitologizante en el mejor de los casos), otras por sólo sostener la burbuja al rellenarla con la "parafina" de un positivismo menos adecuado todavía aquí que en otros lados (migración de la libido, pretendido desarrollo afectivo).
La reducción del inconsciente a la inconciencia procede del movimiento mismo del inconsciente, donde el momento de la reducción se escabulle por no poder medirse al movimiento como su causa.
Ninguna pretensión de conocimiento sería apropiada aquí, ya que ni siquiera sabemos si el inconsciente tiene ser propio, y es por no poder decir "eso es" que se lo  llamó con el nombre de "eso" (Es en alemán, o sea: eso, en el sentido en que se dice "eso anda" o "eso patina"). De hecho, el inconsciente "no es eso", o bien "es eso, pero sin valor". Nunca a las mil maravillas.


"Soy un tramposo de oficio", dice un niñito de cuatro años acurrucándose en los brazos de su progenitora ante su padre, quien acaba de responder "Eres lindo" a su pregunta "¿por qué me miras?" Y el padre no reconoce allí (aunque el niño haya fingido en el intervalo haber perdido el gusto de sí desde el día en que habló) el impasse que él mismo intenta sobre el Otro, jugando al muerto. Le toca al padre que me lo dijo, el escucharme o no.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Trabajos de Jacques Lacan: La equivocación del sujeto supuesto al saber – Parte 2



Falta decir aún que los astutos lo son menos que el inconsciente y esto es lo que sugiere el oponerlo al Dios de Einstein. Se sabe que ese Dios para nada era para Einstein una forma de expresarse, más bien hay que decir que lo palpaba a partir de lo que se imponía: ciertamente era complicado, pero no deshonesto.

Esto quiere decir que lo que Erinstein considera en la física (y éste es un hecho de sujeto) su partenaire, no es mal jugador, ni siquiera es jugador, nada hace para despistarlo, no se las da de listo.
¿Basta acaso fiarse del contraste del que se deduciría, señalémoslo, hasta que punto el inconsciente es más simple; y porque engañe a los astutos, hay que considerar que es más hábil que nosotros en lo que creemos conocer muy bien bajo el nombre de deshonestidad? Aquí es donde hay que ser prudente.
No basta con que sea taimado o al menos que lo parezca. Los novatos llegan rápidamente a esta conclusión, resultando luego recargada toda su deducción. ¡A Dios gracias! Para aquellos con quien tuve que vérmelas tenía yo a mi alcance la historia hegeliana, llamada de la astucia de la razón, para hacerles ver una diferencia que quizás nos permita comprender por qué están perdidos de antemano.

Observemos lo cómico -nunca se los señalé, pues con las disposiciones que acabamos de verles, ¿dónde habría terminado todo esto?-, lo cómico de esa razón que necesita de esos rodeos interminables ¿para llevarnos hasta qué? Hasta lo que se designa por el fin de la historia como saber absoluto.
Recordemos aquí la irrisión de un tal saber que pudo forjar el humor de un Queneau, por haberse formado en Hegel en los mismos pupitres que yo, o sea su "domingo de la vida" o el advenimiento del holgazán y del vago, ¿mostrando en una pereza absoluta el saber apropiado para satisfacer al animal?, o solamente la sabiduría que la risa sardónica de Kojève, que fue maestro de ambos, autentifica.
Atengámonos a este contraste: la astucia de la razón al fin pone sus cartas sobre la mesa.

Esto nos remite a algo que mencionamos un poco a la ligera. Si la ley de la naturaleza (Dios de la física) es complicada, ¿cómo puede ser que sólo la alcancemos al jugar la reglas del pensamiento simple, a la que entendemos así: la que no redobla su hipótesis de modo que ninguna de ellas sea superflua? ¿Lo que así asumió la imagen del filo de la navaja en la mente de Occam, no nos permitiría, gracias a lo mucho que sabemos, rendir homenaje al inconsciente por un filo que, en suma, se reveló bastante tajante?

Esto nos introduce mejor quizás a ese aspecto del inconsciente por el cual éste no se abre si primero no se cierra. ¿Se vuelve entonces más coriáceo a una segunda pulsación? La cosa es clara a partir de la advertencia donde Freud previó tan bien lo que comenzamos por destacar acerca del agravamiento de la represión que se produjo en la clínica media, fijándose en sus discípulos para agregarle al suyo, con una propensión mucho mejor intencionada, en la medida en que era menos intencional, a ceder a lo irresistible del conductismo para forjar ese camino.

Trabajos de Jacques Lacan: La equivocación del sujeto supuesto al saber – Parte 1




¿Qué es el inconsciente? La cosa todavía no ha sido comprendida.

Habiendo sido el esfuerzo de los psicoanalistas, durante décadas, tranquilizar acerca de este descubrimiento, el más revolucionario que haya existido para el pensamiento, y considerar su experiencia como su privilegio -es cierto que lo adquirido seguía siendo de apreciación privada-, las cosas llegaron al punto en que sufrieron la recaída que les provocó este esfuerzo mismo, por estar motivado en el inconsciente: al haber querido tranquilizarse ellos mismos acerca de él, lograron olvidar el descubrimiento.
Les fue mucho más fácil en la medida en que el inconsciente nunca desorienta mejor que al ser cogido in fraganti, pero sobre todo omitieron darse cuenta de lo que Freud empero había denotado sobre él: que su estructura no dependía de ninguna representación, siendo más bien su costumbre tan sólo tenerla en cuenta para con ella enmascararse (Rücksicht auf Darstellbarkeit).
La política que supone toda provocación en un mercado sólo puede ser falsificación: se la proporcionaba entonces inocentemente, en ausencia del socorro de las "ciencias humanas". De este modo no se sabía que querer volver tranquilizante el Unheimlich era hacer una, siendo el inconsciente, por su naturaleza, muy poco tranquilizador.

Admitida la cosa, todo viene bien para servir de modelo que dé cuenta del inconsciente: el pattern del comportamiento, la tendencia instintiva, incluso la huella filogenética en la que se reconoce la reminiscencia de Platón -el alma aprendió antes de nacer-, la emergencia evolutiva que falsea el sentido de las fases llamadas pregenitales (oral, anal) y que despista al impulsar a lo sublime el orden genital... Hay que escuchar a la superchería analítica darse cuenta al respecto: de modo inesperado Francia se distinguió en este punto al llevarla hasta el ridículo. Se corrige porque se sabe todo lo que puede encubrirse así: dado el caso, el menos discreto, la coprofilia.
Agreguemos a la lista la teología, para escindir los fines de la vida de los fines de la muerte. Todo esto por no ser más que representación, intuición siempre ingenua y, por qué no decirlo, registro imaginario, indudablemente es aire que infla el inconsciente para todos, incluso canción que despierta las ganas de verlo en alguno. Pero es también estafar a cada quien de una verdad que espejea al ofrecerse tan sólo en falsas capturas.

¿Pero diablos, se me dirá, demostradas falsas en qué pues?. Simplemente en la incompatibilidad en que el engaño del inconsciente se denuncia, en la sobrecarga retórica con que Freud lo muestra argumentar. Estas representaciones se suman, como se dice del caldero, cuyo daño se descarta pues no me fue prestado:
1) pues, cuando lo tuve, ya estaba agujereado,
2) pues estaba perfectamente nuevo,
3) en el momento de devolverlo.

Y métete eso que me muestras donde quieras.
De todos modos no cosecharemos del discurso del inconsciente la teoría que de él da cuenta.
Que el apólogo de Freud cause risa, prueba que da en el clavo. Pero no disipa el oscurantismo que lo relega al rango de pasatiempo.
Fue así como hice bostezar durante tres meses a mi auditorio, al descolgar la araña con la que creí haberlo iluminado de una vez por todas, demostrándole en el Witz de Freud (chiste se lo traduce) la articulación misma del inconsciente. No fue elocuencia lo que me faltó, créaseme, ni, me atrevo a decirlo, el talento.


Palpé allí la fuerza cuyo resultado es el Witz sea desconocido para el batallón de los Institutos de psicoanálisis, que el "psicoanálisis aplicado" fuese asunto de Ernst Kris, el no médico del trío neoyorquino, y que el discurso sobre el inconsciente sea un discurso condenado: que sólo se sostiene, en efecto, desde el puesto sin esperanza de todo metalenguaje.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Eduardo Sivori


Hijo de genoveses, ricos comerciantes y armadores de barcos, entra en contacto con la pintura en los museos de Europa, adonde lo habían llevado los negocios familiares. A su regreso, y contando ya veintisiete años, comienza su formación artística con Francesco Romero, Giuseppe Aguyari y Ernest Charton.
Junto a su hermano Alejandro, Eduardo Sívori es el gran impulsor de la creación de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes en 1876. En 1883 realiza varias colaboraciones artísticas en La Ilustración Argentina, publicación fundada por Pedro Bourel. Financiado por su familia, ese mismo año vuelve a Europa. Entusiasta del arte moderno francés, el destino que elige es París, donde frecuenta la Academia Colarossi y estudia con Raphaël Collin, Puvis de Chavannes y Jean-Paul Laurens, este último un maestro de gran prestigio entre los artistas hispanoamericanos residentes en la capital francesa. Tal como anuncia la prensa local, que más de una vez se ocupa de la trayectoria parisina de Sívori y de otros artistas nacionales, uno de sus dibujos es premiado en un concurso organizado por el periódico Le Fusain.
Desde París el artista envía colaboraciones a El Diario, al igual que lo hará un año más tarde su amigo Eduardo Schiaffino. En 1887 es admitido por primera vez en el Salón de París con Le Lever de la bonne, un desnudo naturalista que despierta comentarios dispares en la prensa francesa, aun cuando el solo hecho de resultar visible para ella –en la innumerable cantidad de obras enviadas al Salón– puede ser considerado un triunfo. La obra, que representa a una criada comenzando a vestirse en la exigua luz de la madrugada, es enviada a Buenos Aires para ser exhibida en el local de la Sociedad Estímulo, y aunque la prensa porteña la promociona como un “escándalo” ya desde dos meses antes de su arribo, genera numerosas adhesiones en el ámbito local. Éstas son recogidas en un álbum con más de doscientas firmas inaugurado por la Sociedad Estímulo de Bellas Artes para dejar testimonio del evento.

Sívori se hace nuevamente presente en el Salón de París en 1888 con La Mort d’un paysan y Sans famille; en 1889 con Dolce far niente y Femmes médécins; y en 1890 con Près du feu y Alouette de barrière (que es reproducida mediante un grabado en el catálogo y más tarde fragmentada por el propio autor). Participa de la Exposición Universal de 1889 y dos años más tarde vuelve a Buenos Aires, donde interviene en la muestra a beneficio organizada por la Sociedad de Nuestra Señora del Carmen en 1891. Por otra parte, forma parte del grupo de artistas e intelectuales que en 1892 fundan el Ateneo, de cuyo primer salón, organizado al siguiente año, oficia como jurado y expositor presentando seis obras. En 1894 Sívori expone en el segundo salón del Ateneo Coquetterie, Entre dos luces y Las guachitas, esta última una de las pocas obras vendidas de toda la exposición.

Hacia fines de siglo su pintura se torna luminosa y radiante, alejándose cada vez más del carácter naturalista de sus primeras obras. Por otro lado, es reconocido como uno de los primeros artistas argentinos en incursionar en la técnica del aguafuerte.
Eduardo Sívori ejerce la docencia durante muchos años. En 1905, siendo presidente de la Sociedad Estímulo, organiza la transferencia al Estado Nacional de la Escuela de Bellas Artes fundada en 1876 por aquella institución. La Escuela pasa a llamarse Academia Nacional de Bellas Artes, y Sívori es su primer vicedirector acompañando en la gestión a Ernesto de la Cárcova, que ocupa el cargo de director. Ambos renuncian en 1908, aunque Sívori se mantiene al frente de algunos cursos. Más tarde actúa como representante de la Comisión Nacional de Bellas Artes, dependiente del ente dedicado a organizar los festejos de los cien años de la Revolución de Mayo. Dicha comisión prepara la Exposición Internacional de Arte del Centenario, abierta al público en 1910.
Es un artista prolífico. Continúa pintando y enviando obras a los Salones Nacionales desde su fundación en 1911 hasta el mismo año de su muerte, ocurrida en 1918.




Albert Collins - Frostbite (Full Album)



The 1980 album from the Master of the Telecaster

1. If You Love Me Like You Say 0:00
2. Blue Monday Hangover 4:08
3. I Got A Problem 9:43
4. The Highway Is Like A Woman 14:15
5. Brick 19:06
6. Don't Go Reaching Across My Plate 23:42
7. Give Me My Blues 27:03
8. Snowed In 31:18

martes, 26 de noviembre de 2013

La estrella diminuta


Había una vez  en una galaxia muy lejana, una pequeña y simpática estrellita, a la que encantaba descubrir el mundo que la rodeaba. Un buen día, a pesar de las advertencias de sus padres, decidió salir a explorar por su cuenta, ese precioso planeta de color azul que veía desde su morada. Tan emocionada estaba por su visión, que no tomó ninguna referencia para volver a casa.

Resignada a su suerte, decidió inspeccionar detenidamente el planeta e intentar disfrutar todo lo posible de su aventura. Allí, dado su gran brillo, todos la tomaron por una extraña luciérnaga, a la que deseaban atrapar. Volando todo lo rápido que pudo, se encontró con una gran sábana,  tras la que se ocultó. Al ver que la sábana se movía sola, la gente creyó que se trataba de un fantasma, huyendo del lugar. Tan divertida escena, sirvió a la estrella para olvidarse que estaba perdida y divertirse de lo lindo.

Una diversión, que se terminó, cuando fue a visitar al dragón de la montaña e intento asustarle con su disfraz. Lo que no sabía, es que el dragón no le tenía miedo a nada y que su osadía, la iba a llevar a las llamas que salían de la boca del animal.

Pasado este mal trago, dio con la solución para conseguir encontrar el camino de vuelta: cuando llego la noche, se subió en una gran piedra y comenzó a lanzar señales luminosas al cielo. Tras un rato intentándolo, sus padres descubrieron su familiar brillo y la ayudaron a volver a casa.

 http://www.cuentosbreves.org
 

La Batalla de los Dioses - Hercules

lunes, 25 de noviembre de 2013

Prilidiano Pueyrredón



Prilidiano Pueyrredón, nació en Buenos Aires el 24 de enero de 1823. Fue un pintor, arquitecto e ingeniero argentino y fue uno de los precursores de la pintura en el país, abocándose tanto a los temas de salón como a la representación costumbrista de la vida popular. Estudió ingeniería en el Instituto Politécnico de París.

Fue el primer pintor de desnudos femeninos en Buenos Aires, de los cuales, “La siesta” y “El baño”, se conservan hoy en el Museo Nacional de Bellas Artes. Retrató a Manuelita, la hija de Rosas y a muchas otras figuras dela sociedad. A lo largo de 1854, llevó a cabo una importante tarea como arquitecto. Trabajó en las obras de restauración y ampliación de varios monumentos, entre ellos la capilla de la Recoleta, la Pirámide de la Plaza de Mayo y la Casa Rosada; como urbanista, diseñó la Plaza de la Victoria y el puente del barrio de Barracas. 
Fue autor de los planos para la mansión que Miguel de Azcuénaga levantó en Olivos, más tarde obsequiada al gobierno federal como residencia para el Presidente de la Nación, hoy denominada Quinta de Olivos. Abordó también la temática arrabalera y gauchesca, plasmándola de acuerdo a la doctrina romántica que había adquirido en Europa. Falleció el 3 de noviembre de 1870, a los 47 años, en la quinta familiar de San Isidro.



miércoles, 20 de noviembre de 2013

Tengo miedo de mirar mi dolor


Tengo miedo de mirar mi dolor.
No vaya a ser que me quede demasiado grande.
Prefiero calzar mi debe como una valentía de espuelas 
e hincando mi pereza, que quisiera morir
cobardemente, andar con frente firme ante la
pampa yerma del dolor de los otros.
Sólo así quiero merecer.


                                                                                               Ricardo Güiraldes




martes, 19 de noviembre de 2013

Robben Ford - Live Rockpalast 2007

THE NATCH`L BLUES (Full Album) - TAJ MAHAL - 1968



Side One.
1. Good Morning Miss Brown
2. Corinna
3. I Ain`t Gonna Let Nobody Steal My Jellyroll
4. Going Up To The Country, Paint My Mailbox Blue
5. Done Changed My Way Of Living

Side Two.
1. She Caught The Katy And Left Me A Mule To Ride
2. The Cuckoo
3. You Don`t Miss Your Water
4. A Lot Of Love

Personnel:
Taj Mahal - Harp (harmonica) and Miss "National", Steel-bodied guitar , Vocals
Jesse Edwin Davis - Guitar, Piano and Bass arrangements
Gary Gilmore - Bass
Chuck Blackwell - Drums (also)
Al Cooper - Piano
Earl Palmer - Drums

Engineering: Sy Mitchell
Producer: David Robinson
Label: Direction
Released: 1968

Back sleeve notes:
"This album is the music of four musical men and their musical friends (close friends), some of whom do not use musical instruments to make their song. Men who love one another, men who are always in love with lovely ladies, children, dogs, cats; with Old Ma Nature at her best and at her worst, men who can still laugh and cry, men who have paid their dues to the unknown cashier, men who can accept their own mistakes and the mistakes of others. It`s all living, you know. Be well."
TAJ MAHAL.

"We return to you, O earth, the things which you have given us willingly and most graciously; with our hearts, hands and minds, in the best way we know how." 
TAJ MAHAL.

Tuesday afternoon
old world over a vegetarian salad
and Euphrates cookies for Aya
and cheese for Stella Mae

"I`m goin to the river goin to sit down on the ground
I`m goin to the river goin to sit down on the ground
And let the waves of water wash my troubles down"
Mississippi Fred McDowell.

"What`s the matter, Willie?" (From real taped interview with Blind Willie McTell).
(Interviewer): "Do you have any songs that talk of colored people having hard times in the South and their mistreatment by the whites?"
(Blind singer...buck dancing): "Well no sir, I don`t at the present time. The white peoples has been very good to the southern peoples....as far as I know."
(Interviewer questioning so): "You mean you don`t have any complaining songs?"
(Blind singer, very uneasy): "I have a spiritual called "It`s a Mean World to Live In", but that still don`t have reference to the hard times."
(Interviewer, proddingly): "Why is it a mean world...Willie?"
(Blind singer, catching a mental breath): "Well sir, it`s not altogether!"
(Interviewer, determinedly): "You mean it`s as mean for the blacks as it is for the whites?"
(Blind singer, thankful he`s been let off the hook): "That`s the idea!"

(Hard times, "altogether" or "all together" and "that`s the idea" are the obvious clues - this was 1940 in Georgia. - T.M.)