sábado, 22 de septiembre de 2018

Tolstoy


La vida de Tolstoy no tiene muchos secretos ya que él mismo dejó testimonio de su biografía en tres títulos: “Infancia”, “Adolescencia” y “Juventud”. Nace el 9 de septiembre de 1828 en una finca agrícola propiedad de su familia al sur de Moscú. A los 9 años se queda huérfano y se marcha a vivir a casa de unos parientes.

Tras abandonar los estudios decide enrolarse en el ejército ruso. De ahí surge la inspiración para su novela “Los cosacos”. Participa en varias batallas –como la de Sebastopol- y, aunque admira el espíritu militar, no soporta la idea de la guerra. De hecho, en sus novelas se reflejará esa repulsa hacia las batallas y cualquier tipo de enfrentamiento violento como los duelos por amor.

Sus ideas sobre la necesidad de un cambio pacífico en la sociedad rusa y en la educación de las clases más desfavorecidas le llevan a fundar una escuela para los campesinos en sus propiedades. Durante un tiempo se encarga personalmente de la educación de sus jornaleros. Después, viaja por Europa para conocer experiencias similares. De esta forma, Tolstoy busca la manera de solucionar los problemas de la educación pública en Rusia donde la mayoría de los campesinos son analfabetos. Tolstoy entendió desde el principio que no podía darse el progreso de Rusia sin la alfabetización de las clases populares y, de hecho, sus novelas son fiel reflejo de su voluntad en el cambio que condujese a una mejora de la sociedad rusa (Lenin se encontraba entre sus más fieles lectores).

En 1862 se casa con Sonia Andréievna Bers, hija de una buena familia de Moscú. Con ella tendrá varios hijos y vivirá en su hacienda de Yasnaia Polaina, donde escribirá sus principales novelas: “Guerra y Paz” y “Ana Karenina”.

“Guerra y Paz” es una extensa narración con más de 500 personajes ambientada en la Rusia inmediatamente anterior a la invasión napoleónica. A través de la historia de varias familias de la aristocracia, Tolstoy refleja toda una época de la sociedad rusa con sus éxitos, miserias y contradicciones.

“Ana Karenina” narra la pasión adúltera entre Karenina y el capitán Vronsky. Paralelamente, conocemos la historia de Kitty y Levin, dos jóvenes cuyas vidas contrastarán completamente con la de los primeros. Mientras que a Karenina y Vronsky les espera el drama del amor vivido fuera de las normas sociales, Kitty y Levin conseguirán la felicidad a través de la vida en el campo, el trabajo y la familia.

De hecho, vemos muchos rasgos del propio Tolstoy en el personaje de Levin. Su estima por la vida sencilla, al aire libre, su rechazo a la intelectualidad y sofisticación de la ciudad, sus ganas de mejorar la vida de los campesinos y de incorporar la racionalidad a la explotación agrícola, etc.

En uno de los pasajes de la obra, Levin sufre la incomprensión de sus mujiks cuando decide unirse a ellos en la tarea de sembrar un campo. En la vida real, Tolstoy también debió sufrir esta incomprensión en las numerosas ocasiones en las que intentó aplicar sus ideas de progreso y libertad a los campesinos de su finca.

Como en toda su obra, los personajes de Tolstoy están perfectamente dibujados tanto física como psicológicamente. Su brillante dominio de la prosa le permite retratar con verdadera minuciosidad los paisajes de su Rusia amada así como a sus gentes: desde los campesinos hasta los más destacados aristócratas.

Tras estas novelas, vendrán las de carácter más moralizante y religioso: “Confesión”, “La muerte de Iván Illich” o “Resurrección”.

A los 82 años decide escaparse de casa por las profundas desavenencias con su esposa. Con el tiempo, la relación del matrimonio se había convertido en insoportable y, junto a su médico personal, se marcha sin saber muy bien a dónde quería ir. Días después de su huída, Tolstoy muere en Ostapovo.




domingo, 16 de septiembre de 2018

"Me encantaría poder vivir sin la música... con ella sufro mucho" - Parte 3

P. ¿Por qué?

R. No lo sé, es un sentido crítico muy fuerte que yo creo que viene de mi padre, que siempre me decía: "Eso no vale nada, no sabes, tienes que aprender más, tocar más"... Puede que sea por eso.

P. ¿Se ha planteado alguna vez dejar de tocar?

R. Muchas veces.

P. ¿Y por qué vuelve?

R. Porque de repente, aunque estés cabreado con la guitarra, te subes a un escenario y no sabes qué sucede. Lo llaman inspiración o duende. De pronto empiezas a tocar, sientes que todo fluye, algo empieza a flotar en el aire y no hay estímulo más fuerte que ese. No hay droga o sensación que se le parezca y cuando sientes eso no hay manera de dejarlo.

P. ¿En algún momento de su carrera tuvo miedo al fracaso?

R. No. Eso es fundamental, no hay que plantearse si vas a llegar o no, si te vas a hacer rico o si te vas a hacer famoso. Hay que tocar la guitarra para disfrutar, porque el músico puede llegar a ser el hombre más feliz del mundo con que la olla hierva y tengas un camastro donde acostarte. La música per se te va a hacer feliz, serás un triunfador, aunque estés tieso. Enciérrate en tu casa, trabaja y trabaja. Ten disciplina, disfruta de lo que haces. Esa es la única manera de llegar arriba, de ganar dinero, de hacerte famoso.

P. Está trabajando en un disco nuevo, ¿cuál es el reto para alguien con una discografía tan legendaria como la suya?

R. Para mí lo más importante cuando uno aborda un proyecto nuevo es crear la sorpresa. Y eso es lo que busco, el lugar por donde no ha pasado nadie, que el que escuche se sorprenda, y es muy difícil, porque todos vamos por lugares comunes. Sólo si me sorprendo a mí mismo sorprendo a los demás. No es fácil.

P. ¿Qué le queda por hacer?

R. Pues... ¡todo! Lo único que he hecho en mi vida ha sido tocar la guitarra. ¡Una vida pobrísima, imagínate!

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de mayo de 2010

https://elpais.com/diario/2010/05/08/cultura/1273269602_850215.html

sábado, 15 de septiembre de 2018

"Me encantaría poder vivir sin la música... con ella sufro mucho" - Parte 2


P. Y eso que usted dijo que quería evitar venir a Estados Unidos, adonde vino por primera vez siendo un adolescente...

R. Es que ahora te tratan muy mal, la policía se ha vuelto muy agresiva. Cuando yo llegué a finales de los sesenta era diferente. Aunque quizás el diferente era yo. Venía lleno de ilusiones y ganas de vivir y de conocer, pero intuyo que el país era mejor de lo que es hoy día, era más inquieto, más idealista...

P. ¿Y qué es lo que cambiado en usted con la edad?

R. Las cosas dan más pereza.

P. ¿En qué sentido?

R. Uno no se hace sólo viejo porque te faltan las energías, sino porque te faltan los estímulos de los 20 años, las ganas de reconocimiento, las ganas de que te quieran, que es en el fondo lo que buscamos todos los artistas. Cuando eso ya lo has conseguido, ya no lo buscas, y eso era un motor que te hacía pelear. Aún tengo esa energía cuando me subo al escenario, pero para todas las otras cosas, no.

P. Más allá de los premios, ¿qué es para usted el éxito?

R. Tocar bien. Y dentro de mi tradición crear un camino por que sea aceptado y pueda influir y del que puedan copiar los demás profesionales de mi música. El resto es agradable, lo de ganar dinero y que te llamen "maestro", pero el éxito con mayúsculas es que te reconozca la gente de tu profesión.

P. ¿Se podría plantear la vida sin música?

R. Me encantaría porque con la música sufro mucho, por la responsabilidad. Me encantaría ser un espectador, entonces me pasaría el día oyendo música, pero como soy el protagonista y estoy siempre encima del escenario, el sentido del perfeccionismo que tengo me da más sufrimiento que satisfacciones. Me encantaría poder vivir sin la música, sería feliz.

P. ¿Y no lo es?

R. Sigo teniendo las mismas obsesiones de siempre. Que si no me gusta lo que hago, que si vale o no vale, que si la gente está tonta o soy yo el que los engaño... Sé que es una obsesión que no es real, pero existe en mi cabeza.

P. ¿Y no se apacigua con la edad?

R. ¡Qué va! Y mira que cuando yo tenía 20 años siempre pensaba: "¡Qué ganas de tener 50 para poder disfrutar con lo que hago. porque esto es un castigo, así no se puede vivir!". Pues nada, ahora es peor.


"Me encantaría poder vivir sin la música... con ella sufro mucho" - Parte 1


Revolucionario y virtuoso del flamenco a partes iguales y enormes, Paco de Lucía, que se ha pasado prácticamente toda su vida con la guitarra en una mano y la maleta en la otra, ya no viaja tan a menudo como antaño. "A mí ya sólo me mueve del sofá algo que sea importante para el flamenco". A sus 63 años, convertirse hoy en Boston en Doctor Honoris Causa a manos del Berklee College of Music, considerada la mejor universidad del planeta para los músicos, le ha parecido lo suficientemente importante como para superar su fobia reciente a atravesar las fronteras estadounidenses -"es que con esto del terrorismo ahora te tratan como un delincuente en los aeropuertos"-. El honor lo compartirá con la africana Angelique Kidjo, con Kenneth Gamble y Leon Huff (arquitectos del llamado sonido Filadelfia) y con el jazzista Kenny Barron. Horas antes de la ceremonia, Paco de Lucía aceptó conversar con EL PAÍS, algo realmente inusual en un personaje que tiene parecida alergia a las entrevistas que a las medidas de seguridad de los aeropuertos.

"Que te quieran es en el fondo lo que buscamos todos los artistas"
"Trato de buscar la sorpresa, el lugar por donde no ha pasado nadie"

Pregunta. Este reconocimiento se une a una larga colección de premios y homenajes a su carrera. ¿Todos los premios saben igual o la percepción cambia con la edad?

Respuesta. El sabor no cambia con la edad, cambia por el premio en sí. Los hay que son una chuflería, cuando el que te los da lo que quiere es lucirse él, y otros como el de hoy que son premios importantes. Y eso que yo nunca digo que un premio es importante porque para mí siempre es un coñazo... Te toca hacer un viaje y aquí además me toca ponerme el birrete, con lo ridículo que yo me siento con el birrete... Además, no me gusta que me halaguen, siempre me ha dado vergüenza, pero si hay algo por lo que yo me muevo del sofá de mi casa es por el flamenco. Por eso estoy aquí. Porque el flamenco siempre ha sido maltratado, es una música que en nuestro país ha sido una música de tercera y cuarta categoría y ahora esta universidad, considerada la mejor del mundo para la música, reconoce su valor.



sábado, 8 de septiembre de 2018

Hablando con Dios - Parte 3

S: ¿Y tu crees que se puede dar un paso atrás?
P: “Atrás no, pero no seguir adelante. Porque como ya no se puede ir para atrás, pues ya seguimos. Esa es la actitud que normalmente tomamos. Como ya estoy gordo pues no dejo de comer, ya da igual. Puedes ser más gordo y podemos estar más envenenados todavía”.

S: Así que estamos otra vez en lo mismo, hay que empezar con los niños
 P: “Sí. Es que tienen demasiado. Dos mil juguetes. La mayoría de plástico y más plástico. Se les quita un poco la ilusión. Yo me acuerdo que de niño yo me compraba los Reyes. Estaba todo el año ahorrando para comprarme una pelotita de goma y una carterita para ir al colegio y era la persona más feliz del mundo, seguro que mucho más feliz que mis niños con dos mil cochecitos y cien mil muñecas”.

S: Y cómo te proteges tú contra eso?
 P: “Es difícil. Eso también atañe a los gobiernos, a la gente que se supone que es inteligente y que cuida que funcione la sociedad. Ellos son los que tienen que plantearse esas cosas, pero a ellos en el fondo les interesa porque el consumo da puestos de trabajo. Y si la gente se rebela porque no trabaja… pero yo empezaría por lo de más de dos niños, ¡nada!

S: Una pregunta que te tengo que hacer, ya sé la respuesta, es más bien para escucharte decirlo: ¿Sigues echando de menos a Camarón?
 P: “Hombre. Siempre. De por vida. Camarón me dejó a mí viudo. Siempre lo voy a echar de menos. Creando con él, buscando caminos ahí se me fue parte de mi corazón, de mi vida”.

 S: ¿Tienes un plan, algo que no has hecho todavía algo que te quede por hacer?
 P: “Si, claro. Yo estoy en la lucha lógica de una persona que va a cumplir sesenta años y empieza a dolerle el ciático, me duele el brazo, tengo las cervicales mal por un lado. Sin embargo por otro tengo todas las ganas del mundo de seguir creando y buscando”.

S: Así que los años no sirven solamente para hacerse feos…
 P: “Exacto. Con los años te das cuenta de que no puedes luchar contra la naturaleza. Quieres y cada vez cuesta más encontrar estímulos para seguir. Porque cuando eres joven el estímulo es que te reconozcan, que te quieran, ganar dinero, ser famoso, y esas cosas ya las tengo. Encontrar estímulos es cada vez más difícil. Y con un cuerpo que ya no te acompaña y unas energías que te fallan… aunque la cabeza está mucho mejor que con veinte años. No tengo ninguna duda. Y para crear se tiene mejor cabeza a esta edad que con veinte. Lo que falta es aquella energía y esas ganas de lucha, de pelear”.

S: Esa es la crueldad de la vida
P: “Así es”




Hablando con Dios - Parte 2

S: ¿No crees que tal vez ese es el problema de los jóvenes de hoy, que nadie les indica un camino?
 P: “Sí, porque los padres cada vez somos más tolerantes, tratamos de no imponer, por no ser el típico padre antiguo, ogro, que está imponiendo su voluntad. Es una actitud de los padres modernos, y yo me incluyo porque también soy así.
Ya hablo de la modernidad y todo. Pero yo estoy muy contento de que mi padre haya tomado aquella decisión por mí. Yo no la hubiera tomado”.

S: Claro, contigo no se ha equivocado…
 P: “También hay muchos fallos, equivocaciones, claro. Yo por eso no puedo ser objetivo a la hora de analizar esto. Hay otros casos, me imagino que los habrá donde resultan unos fracasados porque no era lo que ellos querían hacer. Bueno, eso también es una excusa. Esos no querían hacer nada y siempre pusieron la excusa de que su padre le impuso aquello. Yo pienso que en la vida cualquier cosa, jardinero o lo que sea, cualquier profesión que tengas, si tienes la actitud de hacer bien lo que haces vas a ser una persona… un triunfador, que yo lo llamo, alguien que va a estar contento con su vida”.

S: En la música eres un revolucionario, ¿también lo serías en la vida?
 P: “Yo creo que sí, si hubiera hecho otra cosa sería igual. Mi actitud hubiera sido la misma. Porque de pronto me pongo a hacer una casa, yo no sé de arquitectura, pero enseguida me pongo a investigar y yo me hice una casa en México, con la ayuda de los profesionales, claro, pero yo diseñé, yo hice aquella casa y de pronto me gusta el campo, tengo olivares y sé como cultivar los olivos. O sea, tengo inquietud. Quiero saber”.

S: Tú pareces una persona muy equilibrada. ¿Es así o es una imagen que tenemos?
P: “Eso es una imagen. Yo soy el desequilibrio total. Soy de un minuto al otro, puedo ser la persona más feliz del mundo para ser el más desgraciado. Tengo ese tipo de personalidad. Tengo que tener mucho cuidado conmigo para tratar de estar más o menos equilibrado”.

S: ¿Qué te provoca miedo? ¿Hay algo que te afecte mucho del mundo de hoy?
P: “Pues me afecta la cantidad de seres humanos que somos. En eso estoy ahora. No es que sea una constante en mi vida. Lo que me preocupa es algo de lo que no habla nadie, a lo mejor no está bien que lo diga, pero ningún político habla de eso, al contrario. 

Es el tema de la natalidad. Cómo se está potenciando la natalidad, incluso los políticos dan dinero a la gente para que tenga más hijos cuando lo que somos es una plaga que ha contaminado la Tierra y va a destruir el planeta. ¿Por qué no hay más control en eso? ¿Por qué hay que tener quince hijos? Nadie habla de eso. Tal vez no es políticamente correcto. Lo de la contaminación, lo del calentamiento… es porque la demanda que hay de consumo es brutal y eso es porque somos muchos. Vamos a tratar de ser no como los chinos: unos dictadores, pero uno, dos niños y ya está. Con dos niños ya se siente uno padre y realizado.

Nosotros, los humanos, somos un cáncer, y un cáncer con pretensiones. Cada célula de este cáncer que somos nosotros se cree con derecho a tener dos coches, calefacción, aire acondicionado y cantidad de basura con plástico… que nos estamos cargando un planeta que es una maravilla. Eso es lo que me preocupa”.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Anthony Brancati: Neo-Funk (ft. Larnell Lewis & Robi Botos)

Hablando con Dios - Parte 1


Hablando con Dios

“LOS HUMANOS SOMOS UN CÁNCER”

La entrevista:

S: Conoces la revista?
 P: “La debería conocer, sí. Lo que pasa es que no me acuerdo de los nombres. Son tantos ya… Ya no funciona. Está lleno”.

S: Bueno, lo más importante es que te acuerdas de la música
P: Tampoco, ¿eh?

S: Tu crees que en la vida se tiene elección? O ¿crees que mucho o todo es casualidad, destino etc?
P: “Pues yo pienso que más casualidad. Naces en un lugar, no es que crea en el destino, pero muy pocas veces uno decide realmente que quiere hacer una cosa. Sobre todo cuando eres niño, jovencito. Ahí te lo imponen casi las circunstancias, el medio donde vives, la educación que te dan tus padres, donde has nacido, todo eso te conforma ya una manera de ser por un lado y un poco tu trabajo y tu profesión también. A no ser que seas un estudiante, que de pronto decides con 18 años que te quieres ir a Brasil, que seas un aventurero o que seas un Gauguin, que se fue a Tahití, ¿Tahití? Sí, ya casado y con hijos porque quería pintar..

Y normalmente la profesión te la eligen tus padres.
Sí que hay decisiones importantes dentro de eso que son fundamentales para ser ganador o perdedor, o ser un triunfador o un fracasado; y yo creo que son las pequeñas decisiones que uno toma las que marcan la diferencia”.

S: Cuando tú eras niño tu padre decidió que dejaras la escuela y te pusieras a tocar. Eso fue una decisión de él.
 P: “Sí. Fue una decisión de él. Y yo se lo agradezco. Porque yo creo que a los niños de alguna manera hay que marcarles un camino. Porque todo lo que haga uno, en todo lo que se meta uno, a todas las profesiones le acabas encontrando el gusto. O sea, en todo lo que te metas hay creatividad. ya no solo hablo del arte, hablo de cualquier profesión, carpintero, lo que sea. Si haces bien las cosas vas a encontrar que es atractivo pero esa es la actitud. La actitud es tratar de hacer bien lo que haces. Y si tienes esa actitud vas a conseguir cosas en la vida”.

S: Entonces, a los niños a veces hay que obligarles, ¿no?
P: “Sí. Es lo que quiero decir. Tienes un padre que te impone una profesión o una vía para hacer cosas, para ser alguien. Hay mucha gente que dice que eso es de dictador, que no se debe imponer, pero si tu esperas a que la persona decida por sí mismo qué quiere hacer ya se ha pasado el tiempo. Se fue el tren”.

“Tienes un padre que te impone una profesión o una vía para hacer cosas, para ser alguien. Hay mucha gente que dice que eso es de dictador, que no se debe imponer, pero si tu esperas a que la persona decida por sí mismo qué quiere hacer ya se ha pasado el tiempo. Se fue el tren”


miércoles, 5 de septiembre de 2018

Paco De Lucia -- Almoraima (Full Album)

Francisco Sánchez Gómez - Parte 4


Paco de Lucía recibió la influencia de dos escuelas, la del Niño Ricardo (1904-1972), considerado como una de las figuras más destacadas de la guitarra flamenca y el precursor más directo de Paco de Lucía, y la de Sabicas (1912-1990), a quien se considera como el máximo influyente en el desarrollo y perfeccionamiento de la guitarra flamenca como instrumento de concierto (antes, la guitarra era un instrumento de acompañamiento al cantaor).

La contribución de Sabicas en el flamenco es doble por un lado, amplía la técnica de la guitarra flamenca (inventó, por ejemplo, la alzapúa en una cuerda y el rasgueo de tres dedos), y por otro destaca como un compositor de categoría, ya que sus obras se caracterizan no por unir falsetas ―frases líricas que toca el guitarrista cuando el cantaor deja de cantar―, sino por crear una estructura melódica, rítmica y armónica perfectamente coherente de principio a fin, como en cualquier obra clásica, cosa que en el flamenco nunca se había hecho, a excepción de algunas figuras coetáneas ―por ejemplo, Esteban de Sanlúcar (1910-1989), en creaciones como Mantilla de feria o Panaderos flamencos―. 

Pocas cosas cabe objetar al toque de Sabicas, que gozaba de una extraordinaria técnica con una amplia sonoridad ―muchas veces tocaba en los escenarios sin micrófono― debida a su fuerte pulsación y a la enorme calidad de sus composiciones.
La mayor contribución de Paco de Lucía al flamenco es la de haber conseguido popularizarlo e internacionalizarlo, aunque ello haya supuesto muchas veces una merma de la pureza en el toque. 

Está considerado como un espléndido intérprete por su virtuosismo y su personalísimo estilo, que se puede definir como vigoroso y rítmico. Este estilo se manifiesta en la calidad de numerosas obras del artista. Entre ellas, Entre dos aguas (rumba), La Barrosa (alegrías), Barrio la Viña, Homenaje al Niño Ricardo (soleá), Almoraima (bulerías), Guajiras de Lucía y Río Ancho (rumba).

Es importante además el esfuerzo que ha realizado este artista por dar a conocer el flamenco al público de fuera de España y el haberse atrevido a “darle otro aire” mezclándolo con otros estilos, que, aunque de estructuras melódicas y rítmicas diferentes, pueden congeniar bien con él. Paco de Lucía ha abierto el camino para este tipo de experimentaciones y fusiones del flamenco con diversas músicas.

Otro aporte de Paco de Lucía al arte flamenco contemporáneo ha sido la inclusión del cajón. Este instrumento de la música afroperuana es conocido por Paco de Lucía en Perú a fines de los años setenta, de manos de Carlos Caitro Soto de la Colina, cajonero y compositor peruano. Paco de Lucía intuye y entiende, al conocer este instrumento peruano, que puede ser una solución a la permanente necesidad de percusión que requiere el flamenco, y lo añade, en complicidad con Rubem Dantas, a los elementos percusivos utilizados en su sexteto de entonces, convirtiéndose el cajón desde ese momento y con el paso del tiempo en un instrumento imprescindible del arte flamenco contemporáneo y, luego, de otras corrientes musicales internacionales.


Paco de Lucía falleció a consecuencia de un infarto cardíaco el martes 25 de febrero de 2014 en la ciudad mexicana de Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo, donde fue trasladado desde Tulum, lugar en que residía prácticamente todo el año. Según diversas fuentes, jugaba en la playa con sus hijos cuando empezó a sentirse mal. El artista falleció en el área de urgencias del Hospital Hospiten, al que llegó con un fuerte dolor de tórax. Había dejado de fumar 2 semanas antes de su deceso. Tras su muerte un año después el martes 25 de marzo de 2015 el Metro de Madrid inauguró una estación con el nombre Paco de Lucía. 



lunes, 3 de septiembre de 2018

Francisco Sánchez Gómez - Parte 3


Pronto los dos hermanos Pepe y Paco comenzaron a trabajar en tablaos de la capital de España, de tal modo que en 1963 fueron contratados por José Greco, director de una compañía de ballet clásico español, para realizar una gira de nueve meses por Sudamérica. A la vuelta participaron en la grabación de varios discos acompañando en el toque a Fosforito y El Lebrijano, y grabaron un disco como «Los Chiquitos de Algeciras», donde versionaba temas populares iberoamericanos. En 1967 Paco de Lucía, tras haber viajado por varios países europeos con el Festival Flamenco Gitano, grabó su primer disco en solitario, La fabulosa guitarra de Paco de Lucía, entablando sus primeros contactos con el mundo de la música de jazz gracias a Pedro Iturralde, con quien grabó también dos discos llamados Flamenco Jazz, y conociendo a Camarón de la Isla. La amistad con el cantaor isleño se tradujo en la participación del guitarrista, también de su hermano Pepe, en sus siete primeros discos como acompañamiento y en la aparición de ambos en el film Sevillanas de Carlos Saura de 1992.

Su disco Fuente y caudal de 1973, en el que se encontraba la rumba Entre dos aguas, alcanzó en pocos meses el número uno en ventas en España y propició el acercamiento del guitarrista al gran público y el reconocimiento mundial. Fruto de ello fue su actuación de 1975 en el Teatro Real de Madrid, y, sobre todo, los nuevos trabajos en el mundo del jazz con actuaciones junto a Carlos Santana y a Al Di Meola, en 1977, y en las giras europeas y japonesas de este último, John McLaughlin y Chick Corea, a partir de 1980. Estas actuaciones con artistas internacionales se complementaban con las que realizaba con su sexteto, más flamenco, formado por sus hermanos Pepe y Ramón, Jorge Pardo, Carles Benavent, Rubem Dantas y Manolo Soler.


Abierto a nuevas músicas, Paco de Lucía fue abandonando el flamenco más académico con sus posteriores discos, Solo quiero caminar (1981), en menor medida Siroco (1987) y principalmente con Zyryab (1990), disco en el que mejor se aprecia la fusión flamenco-jazz con el uso de teclados o pianos junto a los tradicionales instrumentos y la participación de artistas como Chick Corea o Manolo Sanlúcar. En los años siguientes grabó varios discos en directo, entre ellos uno de música clásica, el Concierto de Aranjuez (1991), y dos discos de flamenco-jazz, hasta que en 1998 publicó Luzía, homenaje a su madre que había fallecido un año antes y a Camarón de la Isla, y Cositas buenas (2004), que muestran ya la madurez del artista.


domingo, 2 de septiembre de 2018

Francisco Sánchez Gómez - Parte 2


Recibió, entre otros muchos galardones, dos premios Grammy latinos por sus álbumes Cositas buenas (2004) y En vivo Conciertos España (2010),10 el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1992), Hijo predilecto de la provincia de Cádiz (1997), Hijo predilecto de Algeciras (1998), la Medalla de Plata de Andalucía, la Distinción Honorífica de los Premios de la Música (2002), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2004),11 Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz (2009) y por el Berklee College of Music (2010).

Francisco Sánchez Gómez nació en el número 8 de la calle San Francisco de Algeciras en el popular barrio de La Fuentenueva. Fue el menor de cinco hermanos, hijo de Lucía Gomes Gonçalves «La Portuguesa» y Antonio Sánchez Pecino, tocaor aficionado de guitarra que había aprendido de la mano de Manuel Fernández «Titi de Marchena» (primo hermano de Melchor de Marchena) y que trabajaba en tablaos y fiestas de la localidad con el nombre de «Antonio de Algeciras», al tiempo que se dedicaba a la venta de fruta en la plaza de abastos de la localidad y a la venta ambulante de telas.

Gracias a sus amistades en el mundo del flamenco de la localidad, Antonio Sánchez pudo poner a sus hijos en contacto con algunos de los mejores artistas de su tiempo, como Antonio «El Chaqueta», «Chato» Méndez, Rafael «El Tuerto», «El Brillantina de Cádiz» y Antonio Jarrita. De este modo pudo enseñar a todos sus hijos una profesión a la que preveía futuro, y pronto fueron tres de ellos los que destacaron en las artes flamencas, Ramón, Pepe y Francisco. Sus otros dos hijos, Carmen y Antonio, también estudiaron cante y guitarra, aunque no acabaron dedicándose a ello. Así, al cumplir Francisco cinco años su familia se trasladó a la calle Barcelona del barrio de «La Bajadilla», y a partir de los seis años comenzó a recibir clases de guitarra de la mano de su padre y de su hermano Ramón. Por deseo de su padre se dedicó a aprender los fundamentos de la guitarra flamenca, manteniéndose alejado de virtuosismos y centrándose en los estándares del toque y en el acompañamiento del cante, tanto de su hermano Pepe como de su hermana María.

A partir de los once años comenzó a dedicar más tiempo al aprendizaje de la guitarra tras haber tenido que abandonar los estudios. En su preparación musical fue decisivo el contacto que su familia tenía con el más afamado guitarrista de su tiempo, Niño Ricardo, que solía visitarlos a menudo y, a partir de 1960, el descubrimiento de Agustín Castellón «Sabicas», después de que sus discos comenzaran a llegar al país.16 Conocido ya en el ámbito local, actuó por primera vez en el cine Terraza de Algeciras a finales de 1959 junto a su hermano Pepe, con quien formó poco después un conjunto flamenco llamado «Paco y Pepe de Algeciras» y poco después «Los Chiquitos de Algeciras».


Tras grabar tres elepés con Hispavox en 1961, ambos hermanos se presentaron en 1962 al Concurso Internacional de Arte Flamenco de Jerez de la Frontera, donde Pepe ganó cantando por malagueñas, y a Paco, que era demasiado joven para participar, se le concedió el premio Javier Molina, creado ex profeso para él.18 Los premios ganados, 35 000 pesetas por parte de Pepe y 4 000 de Paco, junto al dinero que enviaba el hermano mayor Ramón mientras trabajaba en el conjunto de Juanito Valderrama, permitieron que la familia mudara su residencia a la calle Ilustración de Madrid.

Francisco Sánchez Gómez - Parte 1



Francisco Sánchez Gómez (Algeciras, provincia de Cádiz, España, 21 de diciembre de 1947-Playa del Carmen, Quintana Roo, México, 25 de febrero de 2014), de nombre artístico Paco de Lucía, fue un compositor y guitarrista español de flamenco. 


Hermano menor de la dinastía de «Los Lucía», junto a Ramón de Algeciras y Pepe de Lucía, recibió como estos educación musical de la mano de su padre, Antonio Sánchez Pecino, también guitarrista. En un ambiente familiar muy cercano al mundo flamenco, Paco de Lucía pronto tomó contacto con algunas de las principales figuras del mundo flamenco, entre las que algunas de sus principales influencias fueron el Niño Ricardo y Sabicas. Tras darse a conocer al mundo flamenco español en el Concurso Internacional de Arte Flamenco de Jerez de la Frontera de 1962, grabó sus primeros discos junto a su hermano Pepe formando parte del conjunto Los Chiquitos de Algeciras. En los años siguientes colaboró al toque con los cantaores Fosforito y El Lebrijano y desde 1969 con Camarón de la Isla.

A partir de la publicación de Fuente y caudal en 1973, su música llegó al público mayoritario. Con el paso de los años su música fue progresivamente abriéndose a nuevos estilos al tiempo que comenzaba a interpretarse en ámbitos más alejados de los tradicionales tablaos españoles y latinoamericanos. Actuó con éxito en Europa, Norteamérica y Japón, ocupando estas giras la mayor parte de su tiempo.

Considerado una de las principales figuras del flamenco actual, se le atribuye la responsabilidad de la reforma que llevó este arte a la escena musical internacional gracias a la inclusión de nuevos ritmos desde el jazz, la bossa nova y la música clásica. De este modo destacan sus colaboraciones con artistas internacionales como Carlos Santana, Al Di Meola o John McLaughlin, pero también con otras figuras del flamenco como Camarón de la Isla o Tomatito, con quienes modernizó el concepto de flamenco clásico. 
A lo largo de su carrera grabó un total de 38 discos, incluyendo cinco antologías y cinco discos en directo, además de numerosas colaboraciones al toque de cantaores e intérpretes de numerosos estilos musicales.