lunes, 9 de febrero de 2009

300, de Frank Miller


Aventuras históricas de corte épico.
300 es la recreación de un suceso histórico que ha pasado a la leyenda como prototipo del acto heroico. En el 489 A.C., apenas tres centenares de soldados espartanos, acaudillados por el rey Leónidas, frenaron el avance de decenas de miles de tropas persas bajo el mando del Emperador Jerjes, el monarca más

poderoso del planeta. Para conseguirlo, los espartanos entregaron sus vida en la defensa del estrecho paso de las Termópilas, donde la superioridad numérica persa quedada reducida a su mínima expresión, pero con ello consiguieron una ventaja estratégica para el ejército griego que facilitaría la posterior derrota de los persas, preservando así la civilización occidental de los bárbaros asiáticos.



Sobre el cómic


Frank Miller tenía la Batalla de las Termópilas grabada a sangre y fuego desde que en su infancia vió la película El León de Esparta (The 300 Spartans, 1962), que fue una de sus grandes influencias, por lo que cuando se consideró capacitado para ello, decidió dar su propia interpretación de aquel hecho. Así, Miller haría en el cómic algo equiparable a lo que el director Ridley Scott hizo poco después con la película Gladiator (2000): una obra que retomaba un género totalmente abandonado en Estados Unidos (el histórico), y lo hacía a lo grande, de la mano de un autor ya plenamente consagrado, y con excelentes resultados. Siguiendo la analogía, y como pasó con Gladiator, la industria saludó la osadía con una salva de premios; en los Premios Eisner de 1999, 300 arrasó con tres de los premios más importantes: Mejor Serie Limitada, Mejor Guionista/Dibujante y Mejor Color. Es decir, algo así como si hubiera ganado el Oscar a la Mejor Película, el Mejor Director y la Mejor Fotografía. En España se llevó el Premio a la Mejor Obra Extranjera en el Salón del Cómic de Barcelona de 1999. Publicada en EEUU por Dark Horse como miniserie de 5 comic-books entre mayo y octubre de 1998, Miller concibió cada doble página como si fuera una sola plancha. Su posterior recopilación en libro de tapa dura (formato elegido directamente para su publicación en Europa) convierte esas dobles páginas en páginas únicas en formato apaisado, por lo que ya desde su misma presentación física 300 es un cómic atípico.




Si bien 300 ha suscitado críticas de falta de rigor histórico en algunos pasajes (la indumentaria del emperador Jerjes o en algunos de los diálogos de los espartanos, que parecen apuntar que la democracia ateniense se instauró después del regimen totalitarista espartano, cuando fue al revés) o de arrastrar algunas de las muletillas de su Sin City (algunos diálogos muy "macarras" o escasez de fondos para ambientar al obra), tampoco deja de ser por ello menos cierto que a pesar de ello, los aciertos de la obra no son pocos, y ya está considerada por muchos como una de las Obras Maestras de Frank Miller, uno de los mayores autores de la historia mundial del cómic, lo que no deja de ser una garantía.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario