Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo:
-”Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Se es cruz, perderemos. El destino se revelará“.
Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria.
Después de la batalla, un teniente le dijo el general:
-”Nadie puede cambiar el destino“.
-”Es verdad” contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente. Tenía cara en ambos lados.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
El destino
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es verdad....nadie puede cambiar el destino...por mucho que nosotros hagamos para cambiarlo....
ResponderBorrarMUCHAS VECES SI, PERO TENEMOS QUE TENER GANAS DE HACERLO, Y TAPATE LA PIERNA!!
ResponderBorrarKE NO SE TAPE!!!!!...Y EL DESTINO NO SE CAMBIA...SABELO
ResponderBorrarSABELO, EL DESTINO LO ESCRIBIS DIA A DIA, MIRA ENTONCES SI LO PODES CAMBIAR!!!!!!.
ResponderBorrarsolo los cobardes no se animan a cambiar el destino, esperan que el otro decida
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