lunes, 15 de noviembre de 2010

Un viaje filosófico desde Platón y Parménides a la mirada de Discépolo


Experto en el tango y el lunfardo, compara las verdades de la filosofía griega con las del arrabal tanguero.

Especialista en pensamiento griego antiguo, a Néstor Cordero le causa gracia haber pautado la cita en La Academia. Billares y dados al fondo, cavernosa luz de tubo fluorescente. Buen telón para el filósofo y embajador del lunfardo en París. Para Cordero hay un piso común a ambas actividades, ya que “en su tiempo, cualquier persona en un barrio griego podía entender filosofía”.

Doctor en Filosofía por la Sorbona y Buenos Aires, y profesor emérito de la Universidad de Rennes, se subió a un avión en Ezeiza hace casi 32 años, cuando intuyó que era “el próximo” en la lista de los militares. Otro argentino en París. Pero a éste, la Academia Nacional del Tango y la Porteña del Lunfardo lo nombraron miembro correspondiente en Francia.

Hace días, Buenos Aires lo tuvo de visita, invitado por la Universidad de San Martín para dar un seminario de posgrado sobre “La noción de la verdad en Grecia, de Homero a Platón”. Cordero es uno de los máximos especialistas mundiales en Filosofía presocrática. Sus libros Siendo, se es. La tesis de Parménides y La invención de la filosofía ya son clásicos en las aulas.

Hay un tango que habla sobre la verdad. Y dice que la única verdad es que todo es mentira.

Las cuarenta, ¿no? ¿Cuánto tiene de verdadero la Filosofía y cuánto de verso? Si yo le digo que la verdad no existe, usted va a creer que estoy como en Las cuarenta . En Filosofía hay verdades, pero dentro de un sistema y hasta que se pruebe lo contrario. Pero la verdad, no. En realidad, lo que más se acerca a la idea antigua de la verdad es el tango Afiche , de Homero Expósito: “La verdad es restregarse con arena el paladar” . Quiere decir que cuesta decirla, que cuesta sacarla de la boca. Para los griegos, la verdad está oculta.

Umberto Eco y otros autores sostienen que hoy sólo puede hacerse Filosofía del lenguaje y que lo demás es Literatura.

Los griegos empezaron a filosofar analizando el lenguaje. El poema de Parménides es un análisis de la Gramática del verbo ser. Pero eso es algo que se da en la lengua griega. Y la genialidad de esa filosofía es que se expresa en la lengua de todos los días. No se va a encontrar con términos como “juicios sintéticos a priori” , “lenguaje performativo” o “deconstrucción” . Usted dice eso en un barrio y nadie lo entiende.

Alguien dijo: “la Filosofía grita en la plaza pública”. En su caso, podríamos decir “en el barrio”. ¿Eso tiene que ver con el tango? Es interesante cómo en ciertas letras de tango aparecen temas clásicos de la filosofía griega: el destino, la idealización del pasado, el barrio. El barrio es el démos . Democracia no quiere decir gobierno del pueblo, sino gobierno de los barrios. Porque en los barrios hay ricos y pobres. Para los argentinos, un noble no sería parte del pueblo. Y para los griegos, tampoco. Aristóteles elogiaba la ciudad chica donde todos se conocían, como en el barrio. Ése era el único lugar bueno para vivir. La idea es que tengo que conocer al tipo que veo en la calle.

¿Cómo se le dio por dedicarse al tango y al lunfardo? Eso vino en el exilio. Comencé investigando sobre un texto de Leopoldo Lugones, donde comenta la primera comunicación que se hizo sobre el tema “tango” en la Academia Francesa, en 1913. Y acá me tiene. Ahora en la Academia del Lunfardo soy “el que filosofa a propósito de”.

Aunque para los tangueros la Filosofía se hace en el café, no en la universidad.

Un tanguero llama “Filosofía” a la experiencia de vida. A veces se confunde todo esto con existencialismo, sobre todo en Discépolo. Y Discépolo no tiene nada de existencialista. Era un filósofo cínico, aunque él no tuviera la menor idea de eso. El símbolo del cínico es el perro, que aparece en Yira, yira . Y cuando habló por radio, el personaje antiperonista se llamaba Mordisquito. Hay un texto de Terencio que dice: “Hoy fui al mercado. Estaban mezclados ladrones y doctores, prostitutas y médicos”. ¡Es Cambalache ! Mucha queja, ¿no? El tango es así. Nadie le hizo tanto mal al tango como Julio Sosa. Es el tipo que vino a tergiversarlo. Porque el tango es llorón. ¡Y a éste justo se le viene a ocurrir inventar el tango macho! Entre los tangueros de cuño no se lo puede ni nombrar.


Néstor Cordero
Adriana Carrasco, ESPECIAL PARA CLARIN

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