miércoles, 23 de febrero de 2011

Oscar Wilde

El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida.
Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante.

Adoro los placeres sencillos; son el último refugio de los hombres complicados...

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