miércoles, 4 de septiembre de 2013

Policronías

Es increíble pensar que hace doce años cumplí cincuenta, nada menos. ¿Cómo podía ser tan viejo hace doce años? Ya pronto serán trece desde el día en que cumplí cincuenta.No parece posible.... El cielo es más y más azul, y vos más y más linda. ¿No son acaso pruebas de que algo anda estropeado en los relojes? El tabaco y el whisky se pasean por mi cuarto, les gusta estar conmigo. Sin embargo es increíble pensar que hace doce años cumplí dos veces veinticinco. Cuando tu mano viaja por mi pelo sé que busca las canas, vagamente asombrada. Hay diez o doce, tendrás un premio si las encontrás. Voy a empezar a leer todos los clásicos que me perdí de viejo. Hay que apurarse, esto no te lo dan de arriba, falta poco para cumplir trece años desde que cumplí los cincuenta. A los catorce pienso que voy a tener miedo, catorce es una cifra que no me gusta nada para decirte la verdad. No sé en qué medida las letras del jazz influyen en los poetas norteamericanos, pero sí que a nosotros los tangos nos vuelven en una recurrencia sardónica cada vez que escribimos tristeza, que estamos llovizna, que se nos atasca la bombilla en la mitad del mate. J.C.

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