martes, 16 de agosto de 2016

Django Reinhardt, la leyenda - Parte 3

Por la misma época, a principio de los años 30, Reinhardt entró en contacto con el jazz americano: en un mercadillo originario de Nueva Orleáns encontró el disco de Louis Armstrong "Dallas Blues", y el flechazo fue inmediato. Descubrió una nueva música que era ideal para él, un guitarrista que suplía el analfabetismo musical con la capacidad improvisatoria, que ejecutaba desde la completa heterodoxia con su mano deforme y que necesitaba un género suficientemente flexible para poder introducir en él los matices musicales de sus raíces gitanas.El jazz era perfecto para él, y él lo hizo enorme.

Se lanzó de lleno, incluso componiendo (con ayuda de otros) y el éxito llegó rápidamente. En 1934 funda el "Quintet of the Hot Club of France", un grupo formado por dos guitarras rítmicas, además de la solista, contrabajo y violín -el de su amigo y media naranja musical Stéphane Grappelli-. Se multiplican las actuaciones y las grabaciones, comienzan las giras internacionales, y en pocos años a Reinhardt se le reconoce, con su estilo personal y transparente de tocar la guitarra, como un revolucionario del jazz y del swing y como el primer músico originario de Europa comparable a los grandes artistas estadounidenses en ese género.
El sueño terminaría en 1939. La segunda Guerra Mundial se desata estando el grupo de gira en Inglaterra y lo desmembra, pues parte de los artistas regresan a Francia mientras otros deciden quedarse. Reinhardt vuelve a París, donde será testigo de la atroz persecución nazi contra su pueblo, el gitano, los asesinatos y las deportaciones, un horror del que a él lo sustrajo su fama; no lo tocaron, y eso a pesar de que su música llegó a ser uno de los símbolos culturales de la Resistencia contra la ocupación parisina.

En 1946, finalizada la guerra, Reinhardt y Grappelli se reencuentran y vuelven a tocar juntos. El guitarrista comienza a tocar también la guitarra eléctrica y a incorporarla cada vez más en sus composiciones, y con ella dará el salto a Estados Unidos, donde participó como solista en una gira con Duke Ellington, que sin embargo no tuvo demasiado éxito.
A su vuelta a Francia, en 1951, se retiró y se fue a vivir con su mujer y sus dos hijos a un pequeño pueblo a 70 kilómetros de París. Dos años después, en 1953, Django Reinhardt fallecía a la edad de 43 años, a causa de un derrame cerebral cuando volvía de pasar un día de pesca.

Marta Hernández 


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