miércoles, 5 de septiembre de 2018

Francisco Sánchez Gómez - Parte 4


Paco de Lucía recibió la influencia de dos escuelas, la del Niño Ricardo (1904-1972), considerado como una de las figuras más destacadas de la guitarra flamenca y el precursor más directo de Paco de Lucía, y la de Sabicas (1912-1990), a quien se considera como el máximo influyente en el desarrollo y perfeccionamiento de la guitarra flamenca como instrumento de concierto (antes, la guitarra era un instrumento de acompañamiento al cantaor).

La contribución de Sabicas en el flamenco es doble por un lado, amplía la técnica de la guitarra flamenca (inventó, por ejemplo, la alzapúa en una cuerda y el rasgueo de tres dedos), y por otro destaca como un compositor de categoría, ya que sus obras se caracterizan no por unir falsetas ―frases líricas que toca el guitarrista cuando el cantaor deja de cantar―, sino por crear una estructura melódica, rítmica y armónica perfectamente coherente de principio a fin, como en cualquier obra clásica, cosa que en el flamenco nunca se había hecho, a excepción de algunas figuras coetáneas ―por ejemplo, Esteban de Sanlúcar (1910-1989), en creaciones como Mantilla de feria o Panaderos flamencos―. 

Pocas cosas cabe objetar al toque de Sabicas, que gozaba de una extraordinaria técnica con una amplia sonoridad ―muchas veces tocaba en los escenarios sin micrófono― debida a su fuerte pulsación y a la enorme calidad de sus composiciones.
La mayor contribución de Paco de Lucía al flamenco es la de haber conseguido popularizarlo e internacionalizarlo, aunque ello haya supuesto muchas veces una merma de la pureza en el toque. 

Está considerado como un espléndido intérprete por su virtuosismo y su personalísimo estilo, que se puede definir como vigoroso y rítmico. Este estilo se manifiesta en la calidad de numerosas obras del artista. Entre ellas, Entre dos aguas (rumba), La Barrosa (alegrías), Barrio la Viña, Homenaje al Niño Ricardo (soleá), Almoraima (bulerías), Guajiras de Lucía y Río Ancho (rumba).

Es importante además el esfuerzo que ha realizado este artista por dar a conocer el flamenco al público de fuera de España y el haberse atrevido a “darle otro aire” mezclándolo con otros estilos, que, aunque de estructuras melódicas y rítmicas diferentes, pueden congeniar bien con él. Paco de Lucía ha abierto el camino para este tipo de experimentaciones y fusiones del flamenco con diversas músicas.

Otro aporte de Paco de Lucía al arte flamenco contemporáneo ha sido la inclusión del cajón. Este instrumento de la música afroperuana es conocido por Paco de Lucía en Perú a fines de los años setenta, de manos de Carlos Caitro Soto de la Colina, cajonero y compositor peruano. Paco de Lucía intuye y entiende, al conocer este instrumento peruano, que puede ser una solución a la permanente necesidad de percusión que requiere el flamenco, y lo añade, en complicidad con Rubem Dantas, a los elementos percusivos utilizados en su sexteto de entonces, convirtiéndose el cajón desde ese momento y con el paso del tiempo en un instrumento imprescindible del arte flamenco contemporáneo y, luego, de otras corrientes musicales internacionales.


Paco de Lucía falleció a consecuencia de un infarto cardíaco el martes 25 de febrero de 2014 en la ciudad mexicana de Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo, donde fue trasladado desde Tulum, lugar en que residía prácticamente todo el año. Según diversas fuentes, jugaba en la playa con sus hijos cuando empezó a sentirse mal. El artista falleció en el área de urgencias del Hospital Hospiten, al que llegó con un fuerte dolor de tórax. Había dejado de fumar 2 semanas antes de su deceso. Tras su muerte un año después el martes 25 de marzo de 2015 el Metro de Madrid inauguró una estación con el nombre Paco de Lucía. 



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