viernes, 15 de mayo de 2009

¿ADÓNDE VA LA PINTURA?


3º parte, Reportaje a Berni

El artista
V: ¿Qué es para vos ser artista?
B: Ser artista, en el verdadero sentido de la palabra, con todas las consecuencias que implica emprender esa riesgosa manera de vivir, ser artista es una de las mayores formas de ser libre.
V: ¿No te parece demasiado resignada y demasiado mínima esa especie de libertad de alcoba?
B: No; tal vez me parezca aberrante; pero no es una aberración del artista sino una aberración de la sociedad en que al artista le toca vivir. El artista no es culpable de la conducta represiva, censora o policíaca del sistema social. Y lo padece como cualquier otro ciudadano, ni más ni menos. Para el artista, esa mínima libertad de alcoba, como vos decís, no es refugio sino una conquista. Lo malo, lo terrible para un artista, no es tanto la censura, es la autocensura, es mucho más eficaz, que se le mete hasta en los huesos y termina con el artista y con el hombre.
V: ¿Qué le aconsejarías hoy a un artista joven? ¿Qué entrara o que no entrara en el juego?
B: Si es un temerario, le diría: "Tenés que tener en cuenta la perdurabilidad de tu quehacer artístico; si lo quemás inmediatamente, no te queda porvenir; entonces, como la vida es una estrategia, un estratagema también, como, según fue dicho ya por otros, 'el camino más corto entre dos puntos no es, a veces, la línea recta', no te hagás autosabotaje; luchá correctamente, empleá las mejores armas, las más eficaces, porque es difícil, muy difícil, pero no imposible llegar a ser".
En lo íntimo
V: ¿Estás satisfecho Antonio? ¿Sos feliz?
B: Estoy satisfecho en la medida que hice todo lo que pude y lo mejor que supe hacerlo; pero sé que me queda mucho por hacer todavía, que tengo cuerda para rato, como se dice vulgarmente. Y en ese sentido soy feliz. Ahora, claro, la felicidad absoluta no existe, ya se sabe. Pero me siento bien, porque me siento tan creativo como en los comienzos de mi carrera, porque siento que esa cuerda no se me ha aflojado todavía. Eso me pone muy feliz.
V: ¿Te quedan cosas por aprender?
B: Muchas, muchísimas cosas. Ahí sí, ¿ves? Ese es un motivo de preocupación para mí; siento que no me queda tiempo para aprender todo lo que quisiera.
V: (...) Si no amaras, ¿podrías pintar?
B: La pintura es una forma del amor. Una forma de transmitir el amor a través del arte. Es también amor por el arte, independientemente del amor personal que uno pueda o no tener. En mi caso, por ejemplo, tengo el amor que cotidianamente vivo con Sunula. Pero a través del arte manifiesto otro amor, del que también forma parte seguramente el amor por mi mujer. El amor a la justicia, el amor a la libertad, son otras formas del amor. Si no hay amor que transmitir, no hay pintura, no hay arte, no hay nada.

Homenaje
V: Ahora la pregunta final, Antonio: si tuvieras que hacer un gran homenaje, tal vez el mayor homenaje de tu vida, ¿a quién o a quiénes homenajearías con tu obra? ¿A quién le entregarías tu obra?
B: A una persona, no. Entregaría mi obra al pueblo; al pueblo trabajador, específicamente; primero al pueblo de mi país, después al de todo el mundo. La obra de arte no puede ser patrimonio de nadie, ni entregada a nadie en particular, porque el arte es universal. Esa es su esencia y así debe ser entendido.
¿Qué pasa en los Estados Unidos?
V: También anduvo, hasta hace pocos días, en los Estados Unidos. ¿Qué anda pasando por allí en materia de artes plásticas?
B: Estados Unidos, como país joven en relación con Europa, no tiene pasado histórico extenso. Esa es una característica que comparte, que lo asemeja con Latinoamérica. En lo que respecta a la cultura, esa falta de pasado despierta en ellos, en una gran parte de su población, apetencia por lograr todo lo que, en dicho campo, Europa tiene en abundancia. Es así que los museos de Nueva York, Filadelfia y Washington son muy concurridos por los norteamericanos. A lo mejor, proporcionalmente, son más visitados los museos norteamericanos que los museos europeos por los europeos. Es como si quisieran alcanzar la gran cultura europea en el menor tiempo posible. En Europa, el público muestra una especie de saturación por las cosas de la cultura, proporcionalmente hablando. Por ejemplo: el Museo Metropolitano, como el Museo Nacional de Washington, se han enriquecido de obras maestras de todos los tiempos y de la más alta calidad. En el Museo Metropolitano, en un amplio subsuelo, hay toda una demostración, para niños y adultos, de cómo ha sido la evolución de las artes figurativas a través de los tiempos; cómo se pintaba al fresco, o a la cera, con las herramientas y materiales a la vista.
Cómo se hacía y decoraba el mosaico en la Edad Media; cómo pintaban los egipcios y hasta hacen una demostración práctica de cómo es la textura en la pintura de los impresionistas. De manera tal que para un pueblo que recién entra masivamente al mundo del arte hay todo un sistema didáctico muy eficaz. Lo significativo es que nada de esto cae en saco roto y todo es absorbido gustosamente por el público. El europeo, en cambio, tiene otra relación con las cosas del arte.

La vocación y los zapatillazos
V: En el Rosario en el que usted nació debe haber sido difícil elegir la vida de artista pintor.
B: Siempre digo que la vocación no nace con uno (...). Ahora, aquí, en Almagro, yo tengo chicos que llegan hasta el taller trayendo mandados y viéndome dibujar me piden papeles y colores. Les viene la tentación y yo les doy todo para que la desarrollen. De esa manera empecé yo a dibujar. Le mostraba mis trabajos y él encontraba que yo tenía muchas condiciones para el dibujo. (...)
Los tres dibujos
V: ¿Qué dejó cada etapa plástica en el Berni de hoy?
B: En la primera etapa fue un naturalista influenciado por el postimpresionismo. Era lo que podía ver en Rosario. Por aquel entonces, los medios de comunicación no habían alcanzado el desarrollo y la eficiencia de la actualidad. A los veinte años me fui a Europa, becado. Llegué a España y empecé a detectar el quietismo ya conocido por mí, en gran parte por las exposiciones que había visto en Buenos Aires y Rosario, donde los pintores españoles llegaban a menudo.
A los tres meses me fui a París. Allí me encontré con todo lo que yo no conocía. Había expresiones de un mundo convulsionado del que los pintores eran la manifestación visible, casi rayana en la locura. Me enfrenté con los fauvistas, los cubistas y los abstractos, que yo ignoraba totalmente. De entrada, desde luego, no me fue fácil familiarizarme con todas esas estéticas porque llevaba en la mochila una serie de prejuicios. Pero me fui liberando con bastante rapidez de ellos y es así que comencé a hacer mis prácticas fauvistas y cubistas como forma de compenetrarme hondamente de todos eso fenómenos.
V: Con el tiempo llegará a París el surrealismo, ¿no?
B: Sí. Al poco tiempo de estar en París comenzó a surgir la pintura surrealista que me interesó vivamente.

El surrealismo
V: ¿Por qué?
B: Porque lo encontraba un lenguaje con trasfondo significativo que tanto el fauvismo como el cubismo habían soslayado. La preocupación fundamental de estas dos corrientes era alcanzar la mayor depuración en el campo de la pura plasticidad y, en ese campo, estaba todo dicho, y muy bien dicho, desde hacía años. El surrealismo ofreció otra salida en razón de ese movimiento de péndulo histórico que siempre se produce cuando algo ha llegado a su punto de saturación. La gente que viene, generalmente los jóvenes, tratan de encontrar su propio lenguaje que es, a la vez, el espíritu de cada época. La evolución del arte se sucede por el contacto de las vanguardias que, cada una a su turno, se enlazan en la búsqueda de una nueva verdad. El artista, en el fondo, es alguien que pugna siempre por una verdad determinada. La del surrealismo fue una etapa intelectual pura. Pasé en ella cinco años.
V: Un reducto de la créme de la créme de aquella época. ¿Qué pasó con esa muestra que aún muchos de los que la vieron comentan con algún espanto?
B: La exposición surrealista de 1932 se realizó por invitación de Amigos del Arte en la hoy Galería Van Riel. Allí empleaba yo el collage, lo que para Buenos Aires era escandaloso. Algunas imágenes -el caso del tornillo y el botón- por su crudeza, también promovieron críticas. Y no le cuento lo que pasó con un tenedor y un objeto de la más cruda realidad, como un bidet de baño. Todo aquello provocó la irritación de la crítica y del público independiente. Todos ellos se encontraron con una expresión que consideraban irreverente, para el criterio convencional, de lo que deberían ser las bellas artes. Hoy, en cambio, tanto la crítica como el público han superado ese terror y aceptan estas expresiones estéticas contemporáneas. No hay que olvidarse que hablamos de algo que sucedió hace cuarenta años, o más...
V: La última pregunta por esta vez. ¿Son compatibles el arte y el compromiso?
B: Todo arte es arte comprometido. Aún el arte abstracto es un arte comprometido, aunque su contenido filosófico no es manifiesto. Mi intención es encontrar una verdad que en el ambiente en que me encuentro responde al espíritu y, en este caso, creo que es de grandeza porque en los países como los nuestros -donde todo está en vías de construcción- no podemos quedarnos enfrascados en una tranquilidad absoluta del espíritu; cosa que es posible, de alguna manera en naciones donde ha alcanzado, momentáneamente, el desarrollo integral en lo económico, en lo político y en lo social.
V: ¿Usted vive del arte?
B: Sí, yo vivo del arte; en este momento, después de cincuenta años, soy de los pocos que viven del arte en este país.
V: ¿Quién fue Ramona?
B: Ramona es un personaje creado por mí, un arquetipo; no es una mujer en particular, yo le puse ese nombre. Como en el caso de Juanito Laguna, un personaje importante en América Latina... un cirujita, un chico pobre, no un pobre chico, que es muy distinto; esa era mi intención. Ramona es una mujer del interior que va a la ciudad a probar fortuna; pasa por todas las situaciones de una mujer sola que llega a la ciudad, con todas las formas de provocación que puede recibir, dentro de un mundo dramático; por momentos quiere aparecer como una gran mujer, una gran dama, pero no tiene recursos...

http://www.paseosimaginarios.com/berni/reportajeaberni.htm

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