sábado, 13 de octubre de 2012

¿POR QUE AL HOMBRE LE RESULTA TAN DIFÍCIL SER FELIZ?



Ya lo hemos respondido al señalar las tres fuentes del sufrimiento humano:
La supremacía de la Naturaleza.
La caducidad de nuestro propio cuerpo.
La insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la familia, el Estado y la sociedad.

Frente a las dos primeras, esto es inevitable, jamás dominaremos a la Naturaleza y nuestro organismo es parte de ella.
Podemos al menos superar algunos pesares, aunque no todos; otros lograremos mitigarlos.

Frente a la número tres de origen social, es diferente, nos negamos a aceptarlos. No comprendemos por qué las instituciones que nosotros mismos hemos creado no habrían de representar mas bien protección y bienestar para todos. Comenzamos a sospechar que también aquí podría ocultarse una porción de la indomable Naturaleza, tratándose esta vez de nuestra propia constitución psíquica. Aquí nos encontramos con una afirmación: Nuestra llamada Cultura llevaría gran parte de culpa por la miseria que sufrimos y podríamos ser mucho más felices si la abandonáramos para retornar a condiciones de vida más primitiva.

Esta afirmación es sorprendente porque es innegable que todos los recursos con los cuales intentamos defendernos contra los sufrimientos amenazantes proceden precisamente de la Cultura.
Comprobamos que el ser humano cae en la neurosis porque no logra soportar el grado de frustración que le impone la sociedad en aras de sus ideales de Cultura, deduciéndose de ello que sería posible reconquistar las perspectivas de ser feliz, eliminando o atenuando en grado sumo estas exigencias.

El dominio sobre la Naturaleza no es el único requisito de la felicidad humana – como, por otra parte, tampoco es la meta exclusiva de las aspiraciones culturales-, sin inferir de ella que los progresos técnicos son inútiles para la economía de nuestra felicidad. Parece indudable que no sentimos muy cómodos en nuestra actual Cultura, pero nos resulta muy difícil juzgar si – y en qué medida- los hombres de antaño eran más felices, así como la parte de ello que tenían sus condiciones culturales. Pero la felicidad es algo profundamente subjetivo.


1 comentario:

  1. MIENTRAS ESCUCHABA EL TEMA DE DRAGON FORCE, LEIA EL TEXTO. ME QUEDARON VARIAS PREGUNTITAS POR HACERTE.

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