martes, 19 de marzo de 2013

Amor



Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.

Pablo Neruda

4 comentarios:

  1. Bien Faru!!!!...hemos vuelto al ruedo...jjjaja, otra vez tu veta romantica, suave...dulce!!!...Bien, bien, bien!!!siga asi..."niño FAriña"...jjjaja

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  2. Faru???, muy poca gente me llama así, y es de otra época. Mi veta romántica y dulce nunca se fue, pero mi veta egoista hacía que la guardara para mi.

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  3. quizas sea de ese grupo reducido....o quizas sea de "aquella epoca"...jjjaja, en tal caso...deje de ser tan egoista!!!

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  4. En aquella época no se me notaba el egoismo jaja. No hay problema igual, lo sabés y punto.

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