Artaud siente la imperiosa necesidad de exaltar las
potencias telúricas y los movimientos naturales. Ello le impulsa a escribir un
ensayo sobre el teatro de Bali que, en líneas generales, se ajusta a su propia
concepción del teatro: desarrollo de la expresión corporal, letanías corales,
onomatopeyas, melopeas rítmicas, proyección en el espacio.
"El mundo está en perpetua exaltación. El teatro que se sirve de todos los
lenguajes, gestos, sonidos, palabras, fuego, gritos, cristaliza exactamente en
el punto en que el espíritu necesita de un lenguaje para producir sus manifestaciones.
Todo espectáculo contendrá un elemento físico y objetivo, sensible a todos.
iGritos, lamentos, apariciones, sorpresas!¡Belleza mágica de los trajes,
extraídos de ciertos modelos rituales, resplandecimiento de la luz, encanto de
la armonía, notas extrañas de la música, colores de los objetos, cambios
bruscos de la iluminación, máscaras...!"
Intentemos, ahora, penetrar unos instantes en lo más secreto del ser de Antonin
Artaud, cuando llega a confesarnos, estremecido:
Permanezco, durante horas, enfrascado en una idea, en un sonido. Mi emoción no
se desenvuelve en el tiempo. No se sucede en el tiempo. Los reflujos de mi alma
están en perfecto acuerdo con la idealidad absoluta de la mente."
Y será el soplo que emana del espíritu de Antonin Artaud quien extenderá su
velo sobre esta evocación (suerte de viaje iniciático hacia las aparentemente
insondables profundidades de su ser). En la última página de "EL
PESA-NERVIOS" nos arroja su grito tremendo, pleno de vida y de poesía.
Grito profético, triunfador de la muerte: "Dentro de diez años seré
comprendido... Entonces se conocerán mis géyseres, se verán mis hielos, se
habrá aprendido a desnaturalizar mis venenos, se descubrirán los juegos de mi
alma.
"Entonces todos mis cabellos estarán fundidos en cal, todas mis venas
mentales. Entonces se percibirá mi bestiario, y mi mística se habrá convertido
en un sombrero. Entonces se verán humear las juntas de las piedras, y ramos
arborescentes de ojos mentales se cristalizarán en glosarios; entonces se verán
caer aerolitos de piedra, entonces se verán sogas, entonces se comprenderá la
geometría sin espacios y se aprenderá lo que es la configuración del espíritu y
se comprenderá también cómo he perdido el espíritu.
"Entonces se comprenderá por qué mí espíritu no está aquí, entonces se
verán agotarse las lenguas, desecarse todos los espíritus, las figuras humanas
se aplastarán, se desinflarán como aspiradas por ventosas secantes, y esa
membrana lubricante continuará flotando en el aire, esa membrana lubricante y
cáustica, esa membrana de dos espesores, de múltiples grados, de grietas
infinitas, esa membrana melancólica y vítrea, pero tan sensible, tan pertinente
también, tan capaz de multiplicarse, de desdoblarse, de volverse con sus
reverberos de grietas, de sentido, de estupefacientes, de irrigaciones
penetrantes y nocivas,
entonces todo esto parecerá bien, y ya no tendré necesidad de
hablar."
Por Tomás Barna
http://www.lamaquinadeltiempo.com/Artaud/artomas1.htm
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