"En el sueño, nervios en tensión a lo largo de las piernas. El sueño
proviene de un desplazamiento de creencia. El abrazo se afloja. El absurdo me
camina sobre los pies. Yo. Antonin Artaud, soy mi hijo, mi padre, mi madre... y
yo mismo, Pero no entré en este mundo por las puertas de la matriz. Mi
nacimiento ha sido una lucha horrible, una guerra espantosa, un pecado sin
nombre. He nadado en un río de pus que no existía y que fue creado allí mismo y
arrojado hacia mí para impedirme pasar. Y el cuerpo oscuro de esta humanidad
quiso cerrar sobre mí su cicatriz cuando mi cuerpo estaba ya hecho y no había
necesidad de nada ni de nadie sino de un poco de tiempo... para
existir."¿De qué otro modo se haría factible romper el silencio que
precede a la evocación de una personalidad tan extraordinaria como la de
Antonin Artaud -escritor, actor y hombre de teatro por excelencia- sino oyendo
su lacerante grito creador? Antonin Artaud creándose a sí mismo.
Él, que ha podido materializar la ruptura del individuo con la sociedad y ha
logrado que la destrucción voluntaria de su yo se concretara en acto,
transfigurándose -junto con su obra- en creación.
"Es tan duro no existir más. No ser más en alguna cosa. El verdadero dolor
es sentir su pensamiento trasladarse en uno mismo.
Sólo tengo una ocupación: ¡re-hacerme!"
¿Es posible reflejar la existencia de un ser que vivió infinitas existencias en
cada jornada de su vida? Y además, cuando se trata de un espíritu que supo
extraer las luces más singulares de las profundidades de la supuesta locura que
le atribuyeron (ya que en su caso es sumamente discutible, puesto que la lucidez
alcanza aquí proporciones inusitadas llevando a conocer los abismos del alma
humana).
Lo que interesa es su pensamiento, su obra y las actitudes del hombre-Artaud,
traductoras de la verdad universal -cósmica- que está encerrada, en maravillosa
síntesis, en las entrañas del ser humano.
"La sinceridad desnuda, el despojamiento total de prejuicios, de conceptos
y sistemas, me permite captar el derrumbe central del alma y transmitir mi
descubrimiento. Mi experiencia personal, a través de palabras que se transforman
en gritos viscerales que van más allá de las palabras. Gritos que penetran en
el universo de los signos. Gritos de destrucción. Gritos de ruptura.¡Gritos de
una nueva y auténtica re-creación!"
La necesidad de situar históricamente al personaje me aleja fugazmente de su
atmósfera espiritual. Por lo tanto en un sintético arrebato biográfico, diré
que Antonin Artaud nació el 4 de mayo de 1896 en Marsella. Desde su juventud es
internado en las denominadas "Casas de Salud" (Asilos de enfermos mentales).
La vida de Artaud será un continuo alternarse entre el escenario, el estudio de
filmación (el "set"), las huidas hacia el interior de sí mismo y los
asilos de alienados.
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