Entonces podemos deducir que, si bien
el oído está abierto todo el tiempo, la escucha se puede “cerrar” por todos
estos motivos.
De la misma forma, entonces se
puede entrenar, y abrir nuevamente.
Está comprobado que las personas que
supuestamente “no afinan”, van a la cancha, o a recitales multitudinarios donde
el artista invita a cantar al público y… oh, sorpresa! afinan!!
En un ámbito de confianza la escucha
se abre, y el canto fluye. Y la persona puede encontrar este lugar interno de
sintonía, esta especie de estado de conciencia…y felicidad!
En ese momento comienza un trabajo de
entrenamiento.
Estas son algunas de las observaciones
que hice a lo largo de mi experiencia docente y también como cantante. Si bien
he contado con un medio ambiente familiar propicio para la música también he
tenido que hacer un trabajo propio con mis deseos de afinar y cantar. Cada
nuevo momento, y cada nueva música me han desafiado, y aún lo hacen. Cuento con
una gran curiosidad musical, entusiasmo estudiantil y docente y muy valiosas
herramientas desarrolladas en los estudios con mi madre María del Carmen
Aguilar y mi maestra de canto Iris Guiñazú.
Reproducción con autorización de su autora, Gabriela
La Malfa.
https://6notas.wordpress.com/2015/03/02/reflexiones-sobre-afinacion-por-gabi-la-malfa/
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