domingo, 18 de junio de 2017

Reflexiones sobre afinación - Parte 2

Pero entonces, volvamos a la pregunta: ¿Por qué algunas personas no pueden afinar una simple melodía?
Cada persona tendrá su propia respuesta, pero me animo a decir algunas que he recopilado a lo largo de mi experiencia:
-En general, la persona que no sabe afinar, nunca ha cantado en su vida, o lo ha hecho muy poco. De lo que se deduce que la afinación es un entrenamiento más.
– Puede que haya habido algún tema familiar involucrado. En la casa de la niñez de esa persona no se escuchaba música, estaba mal visto cantar, o esa persona era el/la hermano/a del/la que cantaba, entonces le decían: tu hermano/a es el/la que canta y vos en cambio sos bueno/a para las matemáticas o la danza… (por decir algún ejemplo)
– A veces la persona no fue escuchada debidamente en su familia, no se han tenido en cuenta sus deseos, opiniones u otros temas de orden psico-emocional, de los que hay innumerables y de las más variadas formas y colores. La persona entonces quizás en algún momento dejó de confiar en su auto-escucha.
– Algunas personas con estructuras muy “mentales”, a veces poseen una destreza o gran rapidez de su mente que hace que “piensen que escuchan”, en lugar de simplemente silenciarse y escuchar. Esto le sucede a muchos músicos instrumentistas. Por supuesto a no-músicos también, con estas características.
– Por otro lado también están los que se relajan demasiado, que dejan de prestar atención, que en general tienen estructuras muy fuertes del ego, (personalidad): no se cuestionan nada, no buscan o profundizan, a veces por exceso de auto-complacencia y otras veces por miedo a que se vea derrumbada esa barrera de supuesta seguridad. Dentro de este grupo están los que afirman contundentemente: ¡yo no afino! y construyen su identidad de esa manera, a veces desafiando al profesor.

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