Pero entonces, volvamos a la pregunta:
¿Por qué algunas personas no pueden afinar una simple melodía?
Cada persona tendrá su propia
respuesta, pero me animo a decir algunas que he recopilado a lo largo de mi
experiencia:
-En general, la persona que no sabe afinar, nunca ha cantado en su vida,
o lo ha hecho muy poco. De lo que se deduce que la afinación es un
entrenamiento más.
– Puede que haya habido algún tema familiar
involucrado. En la casa de la niñez de esa persona no se escuchaba música,
estaba mal visto cantar, o esa persona era el/la hermano/a del/la que cantaba,
entonces le decían: tu hermano/a es el/la que canta y vos en cambio sos bueno/a
para las matemáticas o la danza… (por decir algún ejemplo)
– A veces la persona no fue escuchada debidamente en
su familia, no se han tenido en cuenta sus deseos, opiniones u otros temas de
orden psico-emocional, de los que hay innumerables y de las más variadas formas
y colores. La persona entonces quizás en algún momento dejó de confiar en su
auto-escucha.
– Algunas personas con estructuras muy “mentales”, a
veces poseen una destreza o gran rapidez de su mente que hace que “piensen que
escuchan”, en lugar de simplemente silenciarse y escuchar. Esto le sucede a
muchos músicos instrumentistas. Por supuesto a no-músicos también, con estas
características.
– Por otro lado también están los que se relajan
demasiado, que dejan de prestar atención, que en general tienen estructuras muy
fuertes del ego, (personalidad): no se cuestionan nada, no buscan o
profundizan, a veces por exceso de auto-complacencia y otras veces por miedo a
que se vea derrumbada esa barrera de supuesta seguridad. Dentro de este grupo
están los que afirman contundentemente: ¡yo no afino! y construyen su identidad
de esa manera, a veces desafiando al profesor.
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